Agencia/InsurgentePress, Ciudad de México.- La crisis de la Selección Mexicana es un chiste comparada con la que viven El Salvador y Honduras, sus rivales en la Eliminatoria Mundialista.
Setenta y cinco días después de la histórica derrota en la Copa América, el Tricolor regresa a la actividad en el camino a Rusia 2018, en la búsqueda de estabilizar el ya atribulado proceso de Juan Carlos Osorio.
Un sendero al Mundial que se tornó pedregoso después del 7-0 en la Copa América, la única derrota en 11 partidos con Osorio al mando, pero tan violenta que abrió la caja de Pandora, llena de cuestionamientos y críticas.
México enfrenta hoy en el Cuscatlán a la Selección de El Salvador y el martes a Honduras en el Azteca, rivales cuyo infierno luce peor.
El martes 23 de agosto, La Selecta no pudo siquiera entrenar en la cancha de la Universidad de El Salvador, que ya estaba ocupada por el equipo local. El técnico Ramón Maradiaga es repudiado por un sector de la afición y la prensa. No hay dinero para liquidarlo. Hay incertidumbre sobre si el Cuscatlán se llenará.
Un histórico como Mauricio Cienfuegos dijo que no hay posibilidad de ganarle al Tri. La huelga de jugadores desunió al grupo. Y los futbolistas aún cargan con el estigma del amaño por el que en 2013 El Salvador suspendió de por vida a 14 seleccionados.
“Todos los partidos que por ahí se pierden en Selección o en equipo es lo primero que señalan”, dijo a CANCHA el guardameta salvadoreño Luis Contreras.
Honduras no es la excepción ya que el equipo afronta carencias económicas y deportivas por las cuales no quieren definir en el Azteca su pase al Hexagonal.
“Lo más lógico y la mayor esperanza que tenemos es ganarle aquí a Canadá e ir a México con esa ventaja de haber clasificado”, dijo en entrevista el portero catracho Donis Escober.
En dos partidos, México, Honduras y El Salvador pueden enmendar sus errores o tocar fondo.
Con información de Reforma.
