Agencias/Ciudad de México.- Incluso cuando hace unos días los consejeros delegados de bancos como Citi o JP Morgan, Jane Fraser y Jamie Dimon, respectivamente, hablaban de tormentas y de la necesidad de prepararse para un fuerte y negativo escenario. O cuando Elon Musk decía que tenía un “sentimiento súper malo” sobre la economía, el presidente de Goldman y ex consejero delegado, Lloyd Blankfein, pidió en su cuenta de Twitter un poco de tranquilidad.

Hay riesgos y hay que prepararse para lo peor pero la posibilidad de que en el futuro haya una desaceleración suave, mucho menos dramática que una recesión, es un escenario muy posible. Es de hecho con el que cuentan los analistas de Goldman Sachs, que estima que el crecimiento en el último trimestre del año quede en apenas el 1,3%.

Las posibilidad de recesión en los próximos dos años la dejan en el 35% y apuntan a que el mercado de acciones “está descontando una desaceleración pero no una total recesión”. Es así cómo se ven de momento las caídas del S&P 500 (cerca del 20%), que se califican como modestas en comparación con las que se registran cuando hay crecimiento negativo (descensos de alrededor del 24%). Los analistas apuntan a que en caso de recesión, el índice estaría en 3,600.

En qué fijarse para invertir

Pero en una nota a inversionistas, los estrategas de Goldman reconocen que empresas e inversores institucionales están preocupados por la peor de las posibilidades. Y en este sentido, su consejo es que a la hora de colocar el dinero los inversores se centren en dos cosas: estabilidad y el retorno de dinero o efectivo, y dejen de lado el debate de apostar por empresas con balances fuertes o débiles.

El motivo es que en un entorno de desaceleración y endurecimiento de las condiciones financieras las acciones de crecimiento estable y estrategias de mínima volatilidad “normalmente tienen un rendimiento superior”. Las acciones de mínima volatilidad han superado al S&P 500 en seis puntos porcentuales en el periodo interanual y la cesta de valores estables de Goldman Sachs por dos.

Adicionalmente, dado el estado de los balances de las empresas, esperan que en el medio plazo los inversores van a premiar a las empresas que sean capaces de devolver el exceso de capital que tengan a los accionistas. Bien a través de recompra de acciones, bien a través de dividendos.

Las empresas con altos rendimientos en este sentido y balance fuerte que tiene en su lista Goldman Sachs incluye:

eBay, Best Buy, Quest Diagnostics, Target, Nucor Corporation, Lowe’s, Cardinal Health, Meta Platforms, Masco Corporation, Qorvo, Altria Group, Union Pacific, McKesson Corporation, LKQ Corporation, Applied Materials, 3M Company, Cummins, Lockheed Martin, C.H. Robinson Worldwide, Home Depot, Skyworks Solutions, O’Reilly Automotive.

Mirando más allá de los balances

En el debate sobre balances débiles o fuertes este banco de Wall Street explica que actualmente las acciones de empresas con balances débiles están teniendo mejor desempeño que las que tienen el balance fuerte (es decir con distintos ratios de liquidez en niveles altos), algo que no suele ocurrir antes de una recesión y cuando las condiciones financieras se endurecen.

Y esto no significa para Goldman Sachs, que se esté creando una buena oportunidad para apostar por balances fuertes como ha ocurrido en otros escenarios pre-recesión y se recogen en los manuales basados en ellas. De acuerdo con estos analistas, hay un pequeño premium asociado con la fortaleza de los balances hoy. “En vez de esto, los inversores están dando mayor importancia al crecimiento a largo plazo, la estabilidad en los ingresos y los márgenes netos”.

Adicionalmente, aunque se suele apostar por empresas con balances fuertes en estas situaciones y es el caso de cuatro de las cinco últimas recesiones, el caso es que esta puede parecerse a la que se salió del modelo. Muchos inversores ven muchos elementos de la situación actual en el mercado a la vivida en 2001 cuando explotó la burbuja puntocom y las empresas con balances fuertes tuvieron un significativo peor desempeño que las que lo tenían débiles.

Por último, los balances de las empresas de alta capitalización tienen una fuerte posición y no hay temores de riesgos de insolvencia por lo que la distinción no es tan extrema. “El apalancamiento agregado neto de las empresas del S&P 500 ha caído en meses recientes y está en linea con la media a largo plazo a pesar de venir de una época de tasas de interés muy bajas en términos históricos”, argumentan.

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