Agencias/Ciudad de México.- Massachusetts reportó un raro caso de viruela símica en un hombre que viajó recientemente a Canadá, y los funcionarios de salud están revisando si está relacionado con pequeños brotes en Europa.

La viruela símica suele limitarse a África, y los raros casos que se dan en Estados Unidos y otros países suelen estar relacionados con viajes a ese continente. Este mes se ha notificado un pequeño número de casos confirmados o sospechosos en Gran Bretaña, Portugal y España.

Los funcionarios de salud estadounidenses dijeron que están en contacto con funcionarios de Gran Bretaña y Canadá como parte de la investigación. El caso de Estados Unidos no supone ningún riesgo para el público, y el residente de Massachusetts está hospitalizado pero en buen estado, añadieron los funcionarios.

Es el primer caso que se detecta en Estados Unidos este año. El año pasado, Texas y Maryland informaron de un caso cada uno en personas que viajaron a Nigeria.

La viruela símica suele comenzar con una enfermedad similar a la gripe y una inflamación de los ganglios linfáticos, seguida de erupciones en la cara y el cuerpo. En África, la gente se ha infectado a través de las mordeduras de roedores o pequeños animales, y no suele propagarse fácilmente entre las personas.

Sin embargo, los investigadores de Europa afirmaron que la mayoría de los casos se han producido en hombres homosexuales o bisexuales, y las autoridades están estudiando la posibilidad de que algunas infecciones se hayan propagado por contacto estrecho durante las relaciones sexuales.

La viruela símica pertenece a la misma familia de virus que la varicela. La mayoría de las personas se recuperan de la viruela símica en unas semanas, pero la enfermedad es mortal para hasta una de cada 10 personas, según la Organización Mundial de la Salud.

¿Cómo se contagia la viruela símica?

El virus de la viruela del mono, o viruela símica, se transmite a las personas a través de diversos animales salvajes, entre los que se encuentran roedores y primates.

En estos casos, la infección se produce por contacto directo con la sangre, los líquidos corporales o las lesiones de la piel o las mucosas de animales infectados. Se considera la inadecuada cocción de la carne de animales infectados como un posible factor de riesgo, explica la OMS.

Entre humanos, la propagación se puede dar por gotículas respiratorias (saliva), «generalmente tras prolongados contactos cara a cara con el paciente»; también, por contacto estrecho con secreciones infectadas o lesiones cutáneas con una persona infectada, con objetos contaminados por los fluidos del paciente y por inoculación. Incluso, se han detectado casos de contagio en la placenta, lo que afecta a los hijos de las mujeres embarazadas que presentan la enfermedad.

Sin embargo, la OMS sostiene que «hasta la fecha no se ha podido demostrar que la transmisión de persona a persona por sí sola pueda sostener la infección por el virus de la viruela símica en los seres humanos».

¿Qué síntomas tiene la viruela del mono?

Los síntomas iniciales de la viruela del mono incluyen, según la UKHSA:

  • Fiebre
  • Dolor de cabeza
  • Dolores musculares
  • Dolor de espalda
  • Ganglios linfáticos inflamados
  • Escalofríos
  • Agotamiento
  • Erupciones en cara y cuerpo

En el caso de las erupciones, estas suelen empezar en la cara y extenderse a otras partes del cuerpo, como las palmas de las manos y los pies; también se pueden encontrar en los genitales. Estas lesiones se secan y se desprenden luego de algunos días.

La viruela del mono suele ser una enfermedad autolimitada con síntomas que duran de 14 a 21 días; su evolución depende del grado de exposición al virus, el estado de salud del paciente y la gravedad de las complicaciones, añade.

Se recomienda a los pacientes estar aislados durante la enfermedad.

Esta enfermedad presenta una tasa de letalidad de entre 1% y 10% durante los brotes de viruela símica. La mayor parte de las muertes derivadas de la viruela del mono se dan en niños y personas jóvenes, reporta la OMS.

Actualmente no hay tratamientos ni vacunas contra esta enfermedad.

«No hay tratamientos ni vacunas específicas contra la infección por el virus de la viruela símica, aunque se pueden controlar los brotes», comparte la OMS.

Anteriormente, se detectó que hasta en 85% de los casos, la vacuna contra la viruela podía ayudar en estos casos. Sin embargo, tras su erradicación se dejó de producir.

Prevención de la viruela símica

La única manera de reducir la infección y prevenir brotes de la enfermedad es tomar medidas para evitar la exposición al virus, señala la OMS.

Entre las medidas propuestas están:

  • Evitar el contacto con roedores y primates.
  • No tener contacto físico estrecho con las personas infectadas por el virus de la viruela símica.
  • Lavarse las manos sistemáticamente.

Los casos de COVID-19 están aumentando en Estados Unidos y la situación podría agravarse en los próximos meses, advirtieron funcionarios federales de salud al exhortar a las zonas más afectadas a considerar volver a implementar el uso de mascarillas en espacios cerrados.

El incremento de contagios y hospitalizaciones ha puesto a más zonas del país en la situación que requiere el uso de mascarillas y otras precauciones contra el contagio, de acuerdo con la guía de los Centros de Control y Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés).

Actualmente, alrededor de una tercera parte de la población estadounidense vive en zonas que son consideradas de alto riesgo, la mayoría de ellas en el noreste y centro norte del país. Esas son las zonas en las que la gente ya debería estar considerando portar mascarillas en espacios cerrados, pero los estadounidenses de otras partes también deben de empezar a tomar nota, señalaron las autoridades.

“Aumentos anteriores de contagios en las distintas olas han demostrado que esto atraviesa el país”, dijo la directora de los CDC, la doctora Rochelle Walensky, en una conferencia de prensa en la Casa Blanca.

En un número creciente de zonas, “exhortamos a las autoridades locales a promover el empleo de estrategias preventivas, tales como el empleo de mascarillas en ambientes públicos cerrados y aumentar el acceso a pruebas y tratamientos”, añadió.

Pero los funcionarios se mostraron cautos en cuanto a los pronósticos, ya que el agravamiento de la pandemia dependerá, dijeron, de diversos factores, como hasta qué punto los contagios anteriores protegerán a la gente de las nuevas variantes.

La semana pasada, el coordinador de la Casa Blanca para la respuesta al COVID-19, el doctor Ashish Jha, dijo en una entrevista con The Associated Press que, si el Congreso no aprueba pronto más fondos para vacunas y tratamientos, la vulnerabilidad del país irá en aumento.

Jha advirtió que, sin los fondos adicionales, habrá “pérdida innecesaria de vidas” en el otoño e invierno cuando se acaben los tratamientos.

Agregó que los fabricantes de pruebas han empezado a cerrar plantas y a despedir trabajadores, y en las próximas semanas empezarán a vender equipos y a prepararse para dejar el negocio de fabricación de pruebas a menos que el gobierno tenga dinero para comprarlos, como lo hizo con los millones de test que ha enviado gratis a las familias que lo han solicitado.

Esto haría que Estados Unidos dependiera de otros países para el suministro de pruebas, con el consiguiente riesgo de escasez durante una oleada, advirtió Jha. Alrededor de 8,5 millones de hogares hicieron pedidos para el último lote de 8 pruebas gratuitas desde que se abrieron los pedidos el lunes, añadió Jha.

La pandemia lleva ya dos años y medio. Y en Estados Unidos se han producido —según cómo se cuente— cinco oleadas de COVID-19 durante ese tiempo, y las últimas han sido impulsadas por variantes del coronavirus. Una quinta oleada se produjo principalmente en diciembre y enero, causada por la variante ómicron.

La variante ómicron se extendió con mucha más facilidad que las versiones anteriores.

A algunos expertos les preocupa que el país esté viendo ahora signos de una sexta oleada, impulsada por una subvariante de ómicron. El miércoles, Walensky señaló un aumento constante de los casos de COVID-19 en las últimas cinco semanas, incluido un aumento del 26% a nivel nacional en la última semana.

Las hospitalizaciones también están aumentando, un 19% en la última semana, aunque siguen siendo mucho más bajas que durante la oleada impulsada por ómicron, dijo.

A finales de febrero, cuando esa ola estaba disminuyendo, los CDC publicaron un nuevo conjunto de medidas para las comunidades en las que el COVID-19 estaba disminuyendo, centrándose menos en los resultados positivos de las pruebas y más en lo que ocurre en los hospitales.

Walensky dijo que más del 32% del país vive actualmente en una zona con niveles comunitarios de COVID-19 medios o altos, un umbral en el que los CDC recomiendan que se porten mascarillas y se implementen otras medidas de mitigación.

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