Agencias / Ciudad de México.- Goldman Sachs revisó a la baja el pronóstico de crecimiento para la economía mexicana, de -5.6% a -8.5% para el presente año, en virtud de que diferentes indicadores económicos apuntan a una “severa contracción” de la actividad económica en el segundo trimestre del año.

De acuerdo con el banco de inversión, dicha previsión significaría la mayor caída desde la Gran Depresión en 1932, cuando la economía mexicana descendió más de 14%. Sin embargo, para 2021 espera un rebote de 4.2%.

Goldman Sachs calificó la política de apoyo fiscal del gobierno de Andrés Manuel López Obrador como “decepcionante”, pues “a pesar de tener una buena cantidad de espacio fiscal, la respuesta ha sido inadecuada y claramente inferior a la norma de sus pares latinoamericanos”.

Añadió: “Las autoridades no parecen compartir el mismo sentido de urgencia de otros gobiernos regionales, y hasta ahora han anunciado un pequeño paquete en medidas de enfoque estrecho y mal focalizadas”.

Por otra parte, reconoció al Banco de México, que recientemente anunció un paquete integral de medidas para respaldar la liquidez del crédito y del sistema financiero; no obstante, consideró que aún tiene un buen margen para seguir reduciendo la tasa de referencia, que se encuentra en 5.50%.

Ayer, el Instituto Mexicano de Ejecutivos de Finanzas (IMEF) también recortó su pronóstico de crecimiento de -6.7% a -8%.

Igual que Goldman Sachs, consideró que la respuesta gubernamental para combatir la pandemia de covid-19 sigue siendo insuficiente, con una moderada expansión en el número de beneficiarios de los programas sociales, la contratación de 45 mil médicos y enfermeras, y un aumento de cinco mil millones en el presupuesto de las Fuerzas Armadas y la Marina, además de medidas adicionales de austeridad.

También los economistas de Goldman Sachs rebajaron el panorama económico de América Latina en 2020 por la pandemia del coronavirus a un 7,6%, la que sería la mayor desaceleración registrada, y dijeron que volver al nivel previo a la crisis tomará al menos dos años.

El brote de COVID-19 y las posteriores políticas de distanciamiento social han llegado tarde a la región, lo que junto a un alto grado de incertidumbre sobre las respuestas políticas y su efectividad provocarán que el daño económico sea severo, según los economistas.

“Nuestra base de referencia ahora supone que la mayor parte de las restricciones físicas sobre la actividad y los protocolos de distanciamiento social se mantendrán vigentes hasta mayo, y comenzarán a reducirse gradualmente en junio-julio. Esta extensión generará un efecto más profundo y duradero en la actividad real”, escribieron los economistas de Goldman.

También advirtieron sobre el riesgo de los “efectos de cicatrización”, como los daños a largo plazo en el mercado laboral y la capacidad productiva de la economía, que podrían retrasar y socavar una eventual recuperación.

Ahora se espera que el Producto Interno Bruto de Brasil, el más grande de la región, se reduzca un 7,4% este año, en comparación con el pronóstico anterior de los economistas de Goldman Sachs de una contracción de 3,4%.

En el caso de México, el PIB caería un 8,5%, frente al 5,6% previsto anteriormente, al igual que el de Argentina.

El nuevo pronóstico de Goldman para Brasil se encuentra en el extremo bajista del espectro. El gobierno revisó recientemente su perspectiva del PIB para 2020 a -4,7%, y el último consenso entre economistas en una encuesta semanal del banco central fue de -5,1%.

Según Goldman, el camino hacia la recuperación será lento y altamente incierto, en gran parte debido a la “incertidumbre significativa” sobre la propagación del virus y la respuesta política y la estrategia de los países para enfrentar los desafíos económicos y de salud pública.

Usando el cuarto trimestre del año pasado como base previa a la crisis, el banco estadounidense dijo que la mayoría de las economías de la región, con excepción de Chile, no se recuperarán por completo hasta 2022-23.

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