Agencias/Ciudad de México.- Las filiales rusas del gigante francés de la distribución Auchan habrían ayudado a la campaña militar rusa en Ucrania a través de la supuesta colecta de productos alimentarios para el Ejército, según una información que publica Le Monde.
En una investigación conjunta con el medio ruso The Insider y la red de investigación Bellingcat, Le Monde señala que han recogido y autentificado decenas de documentos en redes sociales rusas que indican cómo productos de Auchan y Leroy Merlin (pertenecientes al mismo grupo, de la Asociación Familiar Mulliez, AFM) pudieron servir para el reavituallamiento de las tropas rusas en el este de Ucrania.
En el caso de Auchan, se menciona cómo, un mes después del inicio de la guerra, se organizó una colecta de productos -que alcanzó varias decenas de miles de euros- en la sede de la administración del norte de Rusia, en San Petersburgo, con destino al Ejército ruso.
“Auchan se ha transformado en un arma de pleno derecho de la agresión rusa. Tengo la intención de discutirlo con mi colega francesa”, dijo en Twitter el ministro ucraniano de Exteriores, Dmytro Kuleba, tras la divulgación de las informaciones.
La compañía se mostró “extremadamente sorprendida por estas alegaciones, que no ha sido corroboradas de ninguna manera por la realidad de sus investigaciones internas”, señaló Auchan en un comunicado remitido a EFE.
Añadió que sus supermercados continúan abiertos en Rusia y en Ucrania para permitir que la población de ambos países “se alimente” y afirmó que “no efectuamos, apoyamos o financiamos ninguna colecta ‘caritativa’ destinada a las Fuerzas Armadas rusas”.
También recalcó que los únicos elementos aportados datan de marzo de 2022 y que se trataba de la entrega de pedidos solicitados previamente o de colectas organizadas de forma externa y a la que la gente aporta productos comprados de forma individual. “Auchan no tiene la posibilidad de saber el uso final de los productos comprados”, subrayó.
La empresa ya recibió críticas en Francia y del Gobierno ucraniano por mantener sus operaciones en Rusia frente a otras multinacionales extranjeras, que vendieron sus filiales en ese país tras la invasión.
El fabricante de automóviles Renault y el banco Société Générale figuran entre las empresas francesas que optaron por esa vía.
