Agencias/Ciudad de México.- En las farmacias de Argentina la gente consulta el precio del medicamento y no lo compra, incluso antibióticos. Unos abandonaron sus tratamientos contra la hipertensión o el colesterol. Otros dejaron de recibir del Estado medicinas cruciales para sobrevivir mientras el gobierno audita el sistema asistencial.

La caída de las ventas de 10 millones de medicamentos en enero, 70% en recetados, revela otra cara de la crisis donde el cuidado de la salud se volvió un lujo.

“Entre comer y comprar el remedio, la gente elige comer”, razona la farmacéutica Marcela López detrás del mostrador de una farmacia en Buenos Aires. Los que no pueden pagar un antibiótico, sobrellevan el dolor con ibuprofeno.

Un caso similar es el de Viviana Bogado, cuyo hijo Daniel, de 16 años, necesita antibióticos y dieta especial.

“Tengo que comprarle una leche que cuesta tres veces más cara que la común, más antibióticos y digestivos. Tuve que elegir, o su tratamiento o el mío para el colesterol”, relata la cocinera de 53 años.

Desde que asumió el presidente ultraliberal Javier Milei en diciembre, los medicamentos aumentaron un 40% por encima de la inflación, que al 254% interanual es de las más altas del mundo y golpea con un nivel de pobreza superior al 50%.

Ruben Sajem, director del Centro de Profesionales Farmacéuticos Argentinos, explicó a la AFP que “hasta el año pasado había un acuerdo entre el gobierno y los laboratorios para que los precios se moderen”.

Pero estos acuerdos fueron abandonados, así como “las regulaciones y controles que hacía la secretaría de Comercio”.

La caída de ventas no refleja del todo a los pacientes crónicos que recortan tratamientos por el alza de precios. “Se están comprando unidades más pequeñas y esa es una situación dramática que no mide la estadística”, agregó Sajem.

“Así, por ejemplo, quien toma a diario medicación para la hipertensión, compra un blister de 10 comprimidos y cree que tomándolo salteado está a salvo. La realidad es que no le sirve, tarde o temprano su salud se agravará y terminará en un gasto mayor, incluso para el sistema sanitario”, advirtió.

Las tensiones políticas se reflejan con los gobernadores provinciales, donde la patagónica Chubut amenazó con cortar el suministro de gas y petróleo en protesta por el recorte de un desembolso mensual coparticipable y acudió a la Justicia, la provincia de Buenos Aires mostró su desacuerdo con las políticas de austeridad implementadas por el oficialismo y La Rioja dijo que no podrá hacer frente a pagos de sus bonos.

“Del total de la deuda provincial, el 74.3% corresponde a la emisión de bonos provinciales, el 17% a organismos internacionales de crédito, el 2.7% a bancos y el 6% restante a deuda con la Nación, que incluye al Gobierno nacional, al Fondo Fiduciario Federal de Infraestructura Regional (FFFIR) y el Fondo Fiduciario para el Desarrollo Provincial”, dijo la Fundación Libertad y Progreso.

En la plaza cambiaria se destacó el andar del peso marginal o ‘blue’, que de manera intradiaria llegó a ganar un 3% a las inesperadas 1,000 unidades para la venta, nivel que no alcanzaba desde finales de diciembre, para quedar finalmente ligeramente en terreno bajista a 1,050 por dólar y ampliar la brecha con la paridad oficial al 24.6%.

“No hay plata”

Los más golpeados son jubilados y trabajadores informales, que representan cerca del 40% del mercado laboral.

Para los primeros, cuyos ingresos cayeron en febrero un 32,5% interanual, el sistema estatal les entrega ciertos medicamentos gratis, en otros les cubre entre el 50% y el 80% del costo.

Pese a ello a Graciela Fuentes, de 73 años y jubilada gastronómica, se le hace cuesta arriba tratar su artritis.

“Tomo cinco remedios, dos me los dan gratis, gasto 85,000 pesos por mes (unos 100 dólares) casi un tercio de mi jubilación. No hay plata”, dice irónica, parafraseando a Milei cuando justifica el feroz ajuste del gasto público, cuyo principal renglón de ahorro en enero fueron jubilaciones y pensiones (33%), según un reporte del Instituto Argentino de Análisis Fiscal (Iaraf).

Para Juan Carlos Orellana, albañil y cuentapropista de 55 años, el escenario es desolador. Aunque puede atenderse gratis en el hospital público, no tiene descuentos en los medicamentos.

“Mi señora está usando bastante medicación para el dolor por problemas de cadera y columna, la tienen que operar”, explica a la AFP.

Por eso acude al Banco Comunitario de Medicamentos de la Fundación Tzedaká, una entidad judía que entrega medicamentos gratis a población vulnerable a razón de 50,000 personas al año.

“Me ayuda económicamente un montón, estoy sin trabajo y muy agradecido, no tengo palabras”, dice tras recoger la medicación.

El director del Banco, Fabián Furman, afirma que “se nota un incremento en la solicitud de ayuda”, pero recuerda que esta se entrega solo por tres meses, “para agrandar el abanico de personas” que la reciben.

Pablo no tiene tiempo

Pablo Riveros tiene 20 años y cuenta los días. Cada dos semanas debe inyectarse tres ampollas de las que depende su vida. Padece HPN (Hemoglobinuria Paroxística Nocturna), una rara enfermedad que destruye los glóbulos rojos para la que no hay cura, pero sí tratamiento.

Pero el tratamiento cuesta 42,000 dólares al mes, imposible para su madre, una costurera a cargo de otros seis hijos.

“Me produce anemia crónica, sangrado por cualquier vía, mucho cansancio”, cuenta Riveros, que no está paralizado por la enfermedad: pinta, toca el piano y va a la universidad.

Desde marzo de 2023, al mes de ser diagnosticado, empezó a recibir la medicación del Estado mediante un programa de asistencia social.

La última vez que la recibió fue en noviembre “y ahora la medicación ya se me acabó”, dice.

Su madre, Estela Coronel, cuenta que “la última aplicación fue un préstamo de un hospital que tenía una dosis de un paciente fallecido”. Mientras tanto, los días siguen corriendo.

La familia presentó un recurso de amparo. “La respuesta fue que el Estado no nos está negando la medicación, pero que tenemos que esperar que termine la auditoría porque para ellos hay corrupción en todos lados”.

El problema es que “Pablo no tiene tiempo”, dice la madre.

El gobierno promovió una auditoría del programa que depende del Ministerio de Capital Humano y asiste con medicamentos a pacientes como Riveros o que padecen cáncer, epilepsia o VIH, entre otras enfermedades.

El portavoz presidencial, Manuel Adorni, aseguró el viernes pasado que “jamás se cortó la entrega” de medicamentos.

“Es doloroso porque uno siente que se burlan en la cara, no me pueden negar algo que estamos viviendo”, comenta Coronel.

Por su parte, la moneda interbancaria continuó bajo la regulación del banco central (BCRA), el cual aplica una devaluación mensual del 2%, frente a una inflación que rondará el 16% en febrero, según analistas.

“El BCRA vendió 142 millones de dólares ayer (jueves) en el mercado, transformándose en la peor performance de la era Milei al superar la venta del 31 de enero por apenas 10 millones de dólares”, recordó Portfolio Personal Inversiones (PPI).

“¿Qué hay detrás de este mal resultado? Detectamos que hubo un fuerte incremento de la demanda, la cual considera tanto el acceso de los importadores al mercado como el de provincias y corporativos para el pago de sus obligaciones de deuda”, estimó.

Los negocios en los segmentos alternativos de cambio se pactaron con leves caídas a 1,091.6 por dólar en el bursátil ‘contado con liquidación’ (CCL) y a 1,057 en el llamado ‘dólar MEP’.

Por su parte, los bonos soberanos extrabursátiles mejoraron un 1,3% ante reacomodamientos de carteras por atractivos retornos, luego de finalizar febrero con una ganancia promedio del 9.3%. El riesgo país se ubicaba en baja a 1.636 puntos básicos hacia las 2000 GMT).

En la víspera el BCRA adjudicó 491 millones de dólares en la en la primera semana de licitación de bonos ‘Bopreal’ serie 3, el cual está dirigido a saldar deudas con importadores.

“Luce muy complicado el escenario monetario y cambiario, en función de la escasez de reservas y el ruido que genera un pasivo en dólares en el BCRA”, dijo el analista salvador Di Stefano.

“Los importadores cambiaron pesos por bonos ‘Bopreal’, y luego lo vendieron, pronto se terminará la liquidación de estos bonos en el mercado, y los agentes económicos buscarán cubrirse con dólares genuinos”, estimó.

En este contexto financiero positivo para el inicio de marzo, el referencial líder S&P Merval de la bolsa porteña mostró una mejora del 3.97% como cierre provisorio, tras anotar una caída del 19.5% en febrero por toma de utilidades.

Las acciones del rubro energético, financiero y de servicios son las preferidas en la recompra evidenciada.

“El mercado siempre se adelanta y, en el caso de las acciones locales, el cambio de Gobierno fue incorporado a los precios antes de que la nueva administración entre en funciones”, acotó PPI.

“Desde entonces, y hasta que no haya nuevos ‘drivers’ positivos, es posible que mantengan las oscilaciones en estos niveles, con grandes saltos y caídas, pues la volatilidad es un rasgo intrínseco del mercado local”, estimó.

Este índice “es el que más terreno perdió durante esta semana, con una caída del 5.79%, pero encuentra un soporte en 1,000,000 de puntos. Pese al retroceso bajista, la tendencia alcista a corto y medio plazo todavía se mantiene”, comentó

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