Agencias/Ciudad de México.- El Real Madrid evitó la derrota en la recta final y terminó empatando 1-1 ante un Atlético de Madrid en inferioridad numérica, en la Jornada 23 de la Liga española, alargando más el camino para alcanzar al líder Barcelona.
El uruguayo José Giménez hizo soñar con la victoria al Atlético al marcar en el 77′, rematando perfectamente de cabeza una falta colgada desde el lateral por el francés Antoine Griezmann. El Real Madrid puso el 1-1 definitivo en el 84′ también con un tanto de cabeza de otro jugador uruguayo, en su caso del joven de 18 años Álvaro Rodríguez en un saque de esquina lanzado por Luka Modric.
Pese a no ganar, el resultado del Atlético es especialmente meritorio ya que jugó con un hombre menos la última media hora de partido por la roja al argentino Ángel Correa en el 63, al considerar el árbitro que había agredido de un codazo al alemán Antonio Rüdiger.
En la clasificación, el Real Madrid reduce provisionalmente de ocho a siete puntos su desventaja respecto al líder Barcelona, que puede ampliar su margen a diez unidades si gana el domingo en el terreno del modesto Almería.
Todo ello justo antes de que el jueves de la nueva semana Real Madrid y Barcelona midan sus fuerzas en un Clásico en la ida de las Semifinales de la Copa del Rey.
El empate en el Derbi frena la euforia en el Real Madrid, que venía de conquistar el Mundial de Clubes y de encadenar después dos triunfos ligueros (Osasuna y Elche), antes de su gran victoria del martes por 5-2 en el terreno del Liverpool, en la ida de los Octavos de Final de la Champions League.
Por su parte, el Atlético sigue cuarto, dentro de la zona de Liga de Campeones, pero ve reducida a dos puntos su ventaja sobre el quinto, el Betis, que el viernes venció 3-2 en el campo del colista Elche.
El noqueador Madrid de Anfield se quedó sin pegada ante un resistente Atlético. Ni contra diez durante media hora. Un Real de fogueo, seco, incapaz de escanear a un adversario con poca perspectiva ofensiva, pero mosquetero en la periferia de Oblak.
Al cuadro de Ancelotti le faltó ritmo, mejor peritaje con la pelota, muy previsible siempre. Al conjunto de Simeone, con poco arsenal desde la alineación titular, le bastó con amarrar al rival.
Resultó un partido tan envarado como la tarde madrileña. Sin apenas rastreos en las áreas, como si abundaran en ellas las pirañas. Y muchos jugadores poco sintonizados, en posiciones forasteras.
En el Madrid, Kroos, al que nunca le fue ser medio centro. En el Atlético, un pelotón de ortopédicos. El mejor Griezmann no ha sido ariete. Y menos aún ha sido delantero Marcos Llorente.
Prisas y más prisas en un partido que requería canalizar el fútbol de lado a lado, por dentro y por fuera, para desaliñar al firme Atlético. Pelotazo a pelotazo no le alcanzó al Madrid y el Barça puede dar este domingo otro estirón si no se va a la cuneta en Almería. Para el Atlético casi una victoria.
