Agencias / Ciudad de México.- Luego de descubrir que en 2036 un asteroide del ancho de la Torre Eiffel podía llegar a impactar en la Tierra, científicos del Instituto Tecnológico de la Universidad de Massachusetts (MIT) elaboraron un plan de acción para prevenir este tipo de impacto que, sin los correctos recaudos, podría devastar a nuestro planeta.

Alrededor de 16 toneladas de meteoritos caen cada año a la Tierra, aunque en general arriban en pequeños fragmentos de poco más de 50 gramos. Por su parte, algunos asteroides, cuerpos rocosos que orbitan al Sol, tienen volúmenes significativamente más grandes, y si bien se encuentran en el Cinturón de Asteroides entre Marte y Júpiter, los hay más cercanos a la Tierra, por lo que la posibilidad de que uno nos choque es real y preocupante.

De hecho, la comunidad científica está en conocimiento de que el asteroide 99942 Apophis pasará muy cerca de nuestro planeta en 2029 a una velocidad de 30 kilómetros por segundo. Se trata de un cuerpo de un ancho equivalente a la altura de la Torre Eiffel hecho de hielo espacial.

Además, la Tierra estaría efectivamente en su trayectoria más adelante y habría un choque en 2036.

Afortunadamente, observaciones más recientes descartaron esta posibilidad, según un estudio del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT, por sus siglas en inglés). Pero esa no fue la primera vez que una alerta se disparó en los observatorios espaciales, lo que ha demostrado la necesidad de elaborar planes de acción para enfrentar, en un caso hipotético, objetos espaciales amenazantes.

Ahora, los investigadores del MIT crearon un modelo de respuesta que tiene en cuenta la masa del asteroide identificado, su velocidad y el tiempo que le lleva a los científicos advertir su presencia para determinar cómo destruirlo o desviarlo de nuestro planeta. A través de simulaciones virtuales, los investigadores de MIT aplicaron su técnica a Apophis y a otro asteroide cercano a la Tierra llamado Bennu. Pero, ¿cómo funciona?

La ciencia del billar

En esta clase de escenarios, actualmente, la comunidad científica “suele considerar principalmente estrategias de desviación de última hora”, en lugar de interceptar el cuerpo con más anticipación. Así lo explica en un comunicado del MIT Sung Wook Paek, investigador de Aeronáutica y Astronáutica a cargo del estudio.

En 2007, la NASA presentó un informe al Congreso de Estados Unidos que sostenía que, en caso de identificar un asteroide con dirección a la Tierra, la forma más efectiva de desviarlo sería lanzar una bomba nuclear al espacio. La fuerza de su detonación destruiría el asteroide, aunque el planeta tendría que lidiar con posibles lluvias nucleares posteriores.

La segunda opción era enviar un “impactador cinético”, como una nave espacial, un cohete u otro proyectil que, apuntado en la dirección correcta y con la velocidad adecuada, golpearía el cuerpo celeste y lo desviaría de nuestro rumbo. “El principio básico de la física es como un juego de billar”, puntualizó Paek.

Sin embargo, para que esto funcione del mejor modo posible, es fundamental conocer las propiedades del asteroide, su masa, su composición, su trayectoria, “con la mayor precisión posible”, según Olivier de Weck, otro de los investigadores del proyecto.

Es donde entra el proyecto del MIT. Los científicos desarrollaron un código de simulación para identificar qué clase de misión de desviación de asteroides tendría la mayor posibilidad de éxito según los datos que se tenga del asteroide en cuestión.

Para esto, toman en cuenta el REXIS, un aparato diseñado y construido por estudiantes del MIT que puede enviarse al asteroide para reconocer sus propiedades con el fin de tener los elementos necesarios para construir de la manera más precisa, posteriormente, un impactador cinético que desvíe y destruya el asteroide.

El plan de China

Un equipo de científicos del Centro Nacional de Exploración Espacial de China (NSSC), que pertenece a la Academia de las Ciencias de China, ha presentado su propio plan. La propuesta, cuyos detalles están publicados en la revista Nature, se basa en la técnica del impacto cinético, pero mejorando su eficacia a través de una idea muy imaginativa.

El concepto ideado por estos científicos chinos se conoce como Impacto Cinético Mejorado y su mecánica es la que te vamos a explicar a continuación. En primer lugar se lanza una nave no tripulada que se encarga de recolectar toneladas de rocas espaciales de las inmediaciones de nuestro planeta.

El número de toneladas dependerá del tamaño del asteroide que suponga un peligro para la Tierra. Por ejemplo, para desviar el asteroide Apofis, que tiene un diámetro de 185 metros, sería necesario recolectar unas 200 toneladas de rocas.

Una vez que la nave no tripulada tiene su cargamento, el siguiente paso consiste en dirigirse hacia el asteroide peligroso a gran velocidad para impactar contra él. Gracias a las rocas que almacena en su interior, el resultado es mucho más eficaz que mediante la técnica de impacto cinético clásico, de acuerdo con los investigadores.

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