junio 29, 2020

Pueblo bueno… Pueblo malo

Perfiles Políticos/ Por Francisco J. Siller/Ciudad de México.- El atentado a Omar García Harfuch es un aviso para el presidente Andrés Manuel López Obrador. El insiste en que es el pueblo bueno el que lo cuida y por ello prescindió del Estado Mayor, de su organización y experiencia en salvaguardar la seguridad de los altos funcionarios del gobierno.

Lo sustituyó por una “ayudantía” integrada por 20 profesionistas —10 hombres y diez mujeres—, sin mayor experiencia en el área de seguridad. Por necesidad el presidente tiene que contar con un un cuerpo de seguridad profesional y altamente preparado, pero sobre todo bien armado para repeler cualquier situación adversa.

López Obrador no tiene derecho a rechazar la seguridad que le corresponde como Jefe de Estado, tanto en territorio nacional, como en el extranjero. Ante la posibilidad de cualquier daño físico que pueda sufrir, cualquier esfuerzo por garantizar que su gobierno no tenga sobresaltos como el ocurrido, es aceptable por necesidad.

Por costumbre, el convoy presidencial está integrado por cuatro vehículos del tipo Suburban. Uno va adelante del que transporta al presidente y dos en la retaguardia. Tiene largos recorridos por las carreteras del país, por zonas solitarias propicias para una emboscada. López Obrador ocupa siempre el lugar del copiloto.

Además sus viajes aéreos son por líneas comerciales donde su “ayudantía” tiene un control limitado, sobre todo porque por norma viajan desarmados y en una comitiva reducida, situación que numerosas veces ha despertado el rechazo de ”viajeros comunes” que sienten temor a un atentado.

Eso de que el “pueblo bueno” lo cuida, está muy bien, pero qué hay del “pueblo malo”, que no se tienta el corazón para asesinar y crear el caos entre la población y para los que las autoridades solo son un obstáculo al que pueden eliminar en cualquier momento mediante el uso de la fuerza.

Está visto que ese ”pueblo malo” tiene un poder de fuego mayor que el de las fuerzas policiales y quizá comparable al del Ejército regular y que dispone de tecnología y mecanismos de inteligencia superiores, incluso que los que dispone el famoso CISEN, al que se atribuye el descubrir el atentado en progreso a García Harfuch.

Se dice que el gobierno federal sabía con una semana de antelación que sucedería el ataque, pero aún así no pudo evitarlo. López Obrador se cura en salud afirmando que el funcionario disponía de un vehículo blindado de nivel 7, como todos los que presidencia ha rematado y que pertenecían al Estado Mayor Presidencial.

El Presidente de la República es el personaje más expuesto en México y es por ello que su seguridad no puede tomarse a la ligera, pues en las actuales condiciones no se podría haber evitado un ataque con funestos resultados al convoy presidencial, aquí en la Ciudad de México o en cualquier parte de la República.

¿Como tomar las declaraciones de Alfonso Durazo respecto a la seguridad del presidente? Decir que desde su ámbito de acción “estamos tratando de estar pendientes invariablemente de sus giras”, no es suficiente. Hay una diferencia muy grande entre tratar y actuar.

Para Durazo ninguno de los cárteles de la droga o de los grupos criminales tiene la capacidad de retar al estado mexicano, pero lo que no toma en cuenta es que nunca habrá una confrontación abierta, sino que sus acciones serán siempre de la misma forma como sucedió el atentado a García Harfuch.

Este sería el momento en el que el gobierno federal debe cambiar su estrategia en la lucha contra el crimen organizado, pero el presidente López Obrador insiste en mantener la línea de acción iniciada desde el principio de su gobierno aún cuando hasta ahora no ha logrado garantizar mejoras en el clima de violencia que nos azota.

La próxima semana el presidente celebrará con un segundo informe este año, los dos primeros años de su triunfo electoral y sería una verdadera sorpresa el que anuncie acciones concretas para acabar con la violencia, sin embargo será pleno de acciones triunfalistas en la que la verdad no sea el principal ingrediente.

Así pues, el gobierno federal continuará dando los abrazos y los narcos balazos.

Francisco J. Siller
CEO y Editor de Infórmate
fsiller@informate.com.mx
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