Agencias/Insurgente Press / Ciudad de México.- El senador Roberto Gil urgió al ex candidato presidencial Ricardo Anaya y al líder del PAN en funciones, Damián Zepeda, a convocar de inmediato al relevo en la dirigencia nacional del partido, tras el retroceso electoral que sufrió en las urnas el pasado 1 de julio.

“En el estado de emergencia en el que nos encontramos, debería ser muy pronto, porque México necesita que la oposición esté de pie el 1 de diciembre. No podemos sentarnos a dejar pasar el tiempo, mientras el País entra en un nuevo régimen, que implica un cambio profundo en muchas cosas”, dijo.

Gil aseguró que la victoria de Andrés Manuel López Obrador es, en realidad, la transición que no se logró concretar en el año 2000, por lo que es imperativo que Acción Nacional defina su nuevo rol en el sistema político.

El senador sostuvo que la dirigencia actual debe asumir su responsabilidad frente al peor descalabro electoral del PAN en los últimos 40 años.

Con una votación de 12 millones 580 mil votos, Anaya se convirtió en el candidato presidencial del blanquiazul menos votado desde el año 2000.

Según los cómputos concluidos ayer, obtuvo 200 mil votos menos que la candidata de 2012, Josefina Vázquez Mota, cuya campaña fue coordinada por Gil.

Pero esos 12.5 millones de votos incluyen los del PRD y MC. Sólo con el PAN, Anaya sumó 9 millones 971 mil votos, cifra apenas superior a los 9.1 millones que obtuvo Diego Fernández de Cevallos en 1994.

“En una sola noche regresamos a nuestros niveles de 1986 en términos de representación en las Cámaras”, apuntó Gil, quien pidió que el grupo de Anaya se someta al juicio de la militancia.

“Si la dirigencia actual tiene un argumento para sostener la continuidad de su proyecto, están obligados a decirlo claramente, presentar una candidatura y pedir el voto por la continuidad.

“Y si alguien tiene un proyecto alterno, una visión del partido distinta, también tiene que presentarse y debe poder competir. Y, a partir de un proceso libre, justo, imparcial, que los panistas decidan qué partido queremos ser después del 1 de julio”, explicó.

El senador recordó que manifestó su crítica a la conformación del Frente con el PRD y MC desde el año pasado; se opuso a que la dirigencia de Anaya dejara ir a Margarita Zavala y, cuando se confirmó que el dirigente sería el candidato, solicitó licencia al Senado para poner su escaño a disposición del partido.

“Me retiré de la política para no estorbar, y nunca me llamaron, no fui invitado a una sola reunión, nunca se me encomendó una sola tarea en el partido”, añadió.

Pasadas las elecciones, Gil afirmó que es tiempo de hacer la crítica interna a un PAN desinstitucionalizado, que ha hiperconcentrado el poder en una dirigencia, que ha mantenido la captura de los padrones de militantes como mecanismo para controlar los procesos internos y las candidaturas, y que ha dejado de deliberar en los órganos internos.

“Se fue envileciendo la vida interna del partido, y este proceso, del que todos fuimos responsables durante años, tuvo dos equívocos muy graves en este último tramo: la dualidad entre dirigente y candidato, y la construcción de un Frente cuya negociación fue claramente mala para nosotros”, comentó.
La propuesta

Para Roberto Gil, la dirigencia del PAN debería renovarse entre julio y agosto para que pueda ejecutar tres tareas fundamentales:

  1. Reconciliar a los panistas.

  2. Hacer una reforma estatutaria que nunca más permita la existencia de un dirigente-candidato.

  3. Definir su proyecto de nación, recuperando los ideales originales del PAN, que no fueron los que se presentaron al electorado en esta campaña.

Con información de Reforma.

Comentarios desactivados en Resulta Anaya el candidato presidencial de PAN con menos votos desde 2000