Texto Periódico Marca/Londres.- Roger Federer nunca había dicho adiós a Wimbledon en semifinales. El partido previo a la pelea por el título nunca vio doblar la rodilla al tenista suizo. La tradición se quebró ante Milos Raonic. El canadiense se llevó la victoria en cinco sets (6-3, 6-7, 4-6, 7-5 y 6-3) y disputará su primera final de Grand Slam tras otro memorable partido, de ambos contendientes, sobre la hierba londinense.
Como si el titánico duelo de cuartos ante Cilic (levantó tres pelotas de partido y remontó una desventaja de dos sets) permaneciera todavía en las piernas del suizo, Federer perdió el primer set tras una doble rotura del servicio por parte de Raonic. El fantasma de otro 2-0 en contra sobrevoló sobre la pista del All England Club cuando la segunda manga quedó condenada al tie-break. Una doble falta del canadiense otorgó tres opciones de set a Federer. El suizo no desaprovechó al provocar que su rival estrellara su golpe de revés en la red.
Federer mantuvo su progresión durante el partido. Llegó el tercer set y aprovechó la primera oportunidad que tuvo para romper el servicio de Raonic. Con 4-3 a su favor, no dejó pasar la ocasión: mantuvo su saque y se puso a un set de pisar la final por undécima vez en su carrera.
La cuarta manga se caracterizó por la extrema igualdad. Ninguno de los dos tenistas dio su brazo a torcer. Raonic sacó a relucir su casta. No dejó atrás su juego agresivo. Para muestra un botón, con 3-3 y 30 iguales, se jugó un segundo servicio a la línea a cerca de 140 km/h. El canadiense se llevó el primer juego que pudo encarrillar el cuarto set hacia el lado de Federer. Con 5-5 iguales, Raonic tomó la pelota para asegurar la muerte súbita. Este desenlace parecía cantado cuando con 6-5, Federer mandaba 40-15 para igualar el set.
Dos dobles faltas decisivas de Federer
En ese instante, el suizo cometió dos dobles faltas consecutivas. Raonic pasó al ataque. Desde el fondo de la pista acorraló al siete veces ganador en Wimbledon. Federer salvó dos bolas de rotura, pero a la tercera fue la vencida para Raonic: 7-5 y al quinto set.
Los dos errores pesaron en Federer. Más aún cuando en el cuarto juego de la manga decisiva volvió a cometer otra doble falta. Raonic aprovechó el momento de debilidad del suizo para apretar y romper el saque. El 3-1 en el marcador encarriló la victoria y el pase del número 7 del mundo a su primera final de Grand Slam. Ya la rozó en el Open de Australia cuando cayó con Murray, su rival el domingo.
Federer, renqueante de su pierna izquierda, dolorida tras caerse en el cuarto juego del quinto set, se despidió con una ovación de la pista central. No en vano, el suizo ha protagonizado dos partidos repletos de emoción y buen tenis. El primero, en cuartos, cayó de su lado ante Cilic. El segundo, con juegos prodigiosos, acabó del lado de su rival.