Agencias/InsurgentePress/ Ciudad de México.- Durante la década de los años noventa del siglo pasado, en Monterrey, Nuevo León, se profesionalizó el quehacer literario, fue una época en la que los noveles escritores de aquel entonces empezaron a pensar a vivir de la literatura; la ciudad comenzó a tener un perfil y una estructura cultural como nunca antes; coincidieron en comentar por separado los escritores Héctor Alvarado, Joaquín Hurtado y Ramón López Castro.
En el marco de actividades de la 40 versión de la Feria Internacional del Libro del Palacio de Minería, se llevó a cabo una charla en la que dichos autores reflexionaron y dieron su testimonio en torno a lo que fue, cultural y literariamente hablando, la década de los años noventas en Nuevo Léon, que este año es el estado invitado al encuentro editorial.
A mediados de los años ochentas y noventas, “por primera vez algunos de los periódicos locales se volvieron generosos y publicaron suplementos culturales, lo que provocó se tuviera que escribir semanalmente el poema, el cuento, la reseña, el artículo; y luego vinieron las revistas, en las que ya se pagaba por escribir, publicando obra personal”, dijo Hurtado.
Esa situación, destacó Hurtado, “prácticamente modificaría para bien el mosaico y la estructura de la cultura en Monterrey. Se generó una responsabilidad con la palabra, la letra escrita y el lector”.
Si bien fue una época de fiesta, amistad y camaradería que dejó escuela, fue también una generación de escritores muy comprometidos con la disciplina de escribir. “Se profesionalizó el quehacer literario y fue la primera década en que se empezó a pensar y decir: voy a vivir de la literatura”, expresó López Castro.
Todo lo que hoy tiene de potencial literario y cultural Monterrey, concluyó López Castro, la semilla se sembró y creció en los años noventas del siglo pasado.
