Agencias/Monterrey.- Entre la noche de ayer y la madrugada de este miércoles fueron trasladados, “en un operativo sin precedentes en esta entidad”, a dos centros de reinserción federales 504 internos considerados de alto peligro que permanecían en el sistema penitenciario del estado.
Las personas privadas de su libertad fueron seleccionadas por su nivel de peligrosidad y participación en delitos de delincuencia organizada.
El objetivo es terminar con el autogobierno, el cobro de cuotas, los motines y los homicidios, incluso masivos, que han sido recurrentes en la última década en los penales neoloneses.
Para lograr la extracción de los internos peligrosos, el operativo se llevó a cabo simultáneamente en cuatro penitenciarías. En el de Topo Chico en Monterrey, Apodaca y Escobedo al norte del Área Metropolitana, y Cadereyta, a unos 25 kilómetros de la capital regiomontana.
En el operativo participaron más de mil 500 elementos de la corporación Fuerza Penitenciaria, de la Policía Estatal denominada Fuerza Civil y de efectivos militares.
Fue dirigido por Eduardo Guerrero, asesor penitenciario del gobierno estatal, quien explicó que con esta operación esperan acabar con el control de la delincuencia organizada, además de generar una mejor calidad de vida a los demás internos que son extorsionados por reos de distintos cárteles.
“Todavía hay crimen organizado en el sistema penitenciario y éste es un esfuerzo de reingeniería penitenciaria del gobierno de Nuevo León para recuperar el control y en adelante sean centros de reinserción donde la autoridad mande”, expresó Durán a través de un comunicado.
Resaltó que se tiene que terminar el autogobierno, y éste es un proceso no solo de extracción, sino de limpieza en las instituciones penitenciarias”.
El asesor penitenciario, quien fue el responsable de mantener a Joaquín “El Chapo” Guzmán, privado de su libertad hasta su extradición, agregó que se va a uniformar al 100 por ciento de las personas privadas de su libertad en Nuevo León.
Comentó que toda la ropa de civil será entregada a partir de hoy a los familiares de los internos, porque desde ahora se les va a permitir tener solo lo que el reglamento indica.
Desde las 21:00 horas de este martes empezó el operativo en Cadereyta, posteriormente en Apodaca y en el Centro de Reinserción Femenil en Apodaca.
Finalmente, a las 23:00 horas inició en el Penal del Topo Chico, donde apenas en febrero de 2016 un motín dejó 49 internos muertos.
Más de mil internos fueron sacados de sus celdas módulo por módulo, maniatados con cintas plásticas, y formados en los patios centrales, donde las autoridades iniciaron la extracción de las personas seleccionadas.
Entre las personas privadas de su libertad que fueron trasladadas se encontraron integrantes del Cártel del Golfo, Cártel del Noreste y Zetas, principalmente.
Con saldo blanco, a las 4:00 empezaron a salir los autobuses con los internos peligrosos hacia las penitenciarías federales de Gómez Palacio, Durango, y de Ramos Arizpe, Coahuila.
Los únicos incidentes que se presentaron fueron algunas amenazas que gritaron algunos internos mientras salían del Penal de Topo Chico hacia los autobuses que los trasladarían a Coahuila y Durango.