diciembre 13, 2020

Proceso electoral mexicano churrigueresco, urge su transformación

No habrá este año carnavales pero con nuestro sistema de partidos y actores no nos hacen falta. Tendremos mucha diversión lástima que sea real y que afecte directamente.  

Por Raúl Caraveo Toledo/Ciudad de México.- Puerto Aventuras, Quintana Roo, 6:40 am. Este año los Carnavales en Rio de Janeiro, Nueva Orleans y Veracruz estarán suspendidos; y en todo el mundo, sin embargo habrá eventos similares donde el ridículo y la desvergüenza predominen y la competencia se centre en el que mejor haga el ridículo y divierta, ganes risas y aplausos, la fiesta de la carne eso es. En México el proceso electoral ya inició y es de grandes proporciones, intermedio, de 500 diputados; 15 gobernaturas; 30 congresos locales; 1,900 ayuntamientos; participarán 94 millones 800 mil ciudadanos, en medio de reglas nuevas; por primera vez un árbitro electoral – el INE con su presidente- y algunos consejeros estará confrontado con el jefe del poder ejecutivo; por primera vez los delitos electorales llevan a cárcel y por primera ocasión el presidente del país es un franco contestatario de medios de comunicación que actúan como promotores de una oposición al régimen débil y desarticulada. Hoy los comunicadores de antaño son los quizá mejor posicionados en la oposición para protagonizar ridículamente la falta de oposición. Así el galimatías.

El panorama apenas empieza a despejarse pero va dando un sinfín de ángulos carnavalescos; por primera vez oficialmente (luego de un amasiato de más de 30 años) los partidos PRI-PAN-PRD-MC  irán juntos indefinidos pero unidos, juntos y revueltos sin líderes ni candidatos pero juntos; a éste habrá de sumarse dos expresidentes Felipe Calderón y Vicente Fox; con sus comparsas; y desquiciados actores como Genaro Lozano, Pedro Ferríz, Brozo, Chumel Torres, Cayo de Hacha, Denise Dresser, en fin; una lista de personajes cuya única coincidencia es su animadversión al  jefe del Ejecutivo; y la ilusión de obtener mayoría en el Congreso de la Unión, algunos, y otros obtener un fuero inexistente, desdibujado, es decir considerarse perseguidos políticos de cara a los procesos que ya se enfrentan  en México y Estados Unidos.

Pero el escenario es mucho más rico, díganme si no; por primera ocasión –por citar un ejemplo- en Quintana Roo participaran 13 partidos con registro; diez con registro nacional; PRI, PAN, PRD, PT, PVEM, MC, MORENA, PES, Fuerza Social por México y Redes Sociales progresistas. Y tres partidos con registro estatal; Movimiento Auténtico Social (MAS), Confianza por Quintana Roo y Partido Encuentro Social de Quintana Roo. 

Para una población en Quintana Roo de poco más de un millón 864 mil habitantes de los cuales podrán votar 1,247,955 ciudadanos considerando que en éste tipo de elecciones intermedias no llega a 50% la participación, es decir cuando mucho 623,977  electores efectivos podría hacer su elección, y tomando en cuenta que la situación de la pandemia disminuirá la participación el escenario es interesante.

Los partidos más grandes y conocidos irán agrupados PRI-PAN-PRD posiblemente con Movimiento Ciudadano; por el otro lado Morena y el PVEM podrían ir en alianza con lo cual tendríamos 8 partidos ya agrupados, los partidos PES, Fuerza Social por México y Redes Sociales Progresistas de reciente registro no pueden ir en alianza. Pero, faltaría aún ver qué papel toman los partidos MAS , Encuentro Social por Quintana Roo y Confianza por Quintana Roo, ya que pueden ir en alianza o no y dada la gran variedad de contrastes para no perder sus débiles registros quizá sea el único camino más seguro. 

Increíble el andamiaje de partidos para un país con tantas carencias; increíble que los partidos más grandes y supuestamente de mayores registro de adeptos hoy tiemblan de pánico por la posibilidad de perder registro. 

Hasta dónde fue posible crear un mounstruoso sistema electoral caro, absurdo, surrealista; complejo y contradictorio que hoy –es decir en esta elección 2021- llega a su fin.

Así es, el ciudadano común percibe ofensiva una ilógica estructura electoral que dilapida los recursos y que ofende la inteligencia. Si bien en la elección 2018 no se pudo eliminar de sus registros a partidos que desde hace años cumplieron sus funciones ineficientes para la gran mayoría de ciudadanos, llegamos al punto que la misma estructura de organización electoral deberá sufrir cambios de fondo para lograr eficiencia. El fin de los partidos es el fin de las ideologías.  

Como un recordatorio del pasado inmediato el PAN, de acuerdo con los resultados de 2018, es de los tres partidos de centro derecha que obtuvo más diputados con 81, le sigue el PRI con 45 y al final el PRD con 21, lo que da un total de 147 de los 500 diputados que integran la cámara, está representación vino a la baja por la separación de once de sus diputados. Así para 2019, y probablemente para el presente, el PAN cuenta con 78, el PRI 47 y el PRD con sólo 11 diputados;  perdieron 11 diputados, 10 de ellos del PRD que se fueron a Morena, lo que significa que esos partidos tienen 136 diputados de los 500, están a 115 diputados de la mayoría absoluta, si se quiere remontar ese número que antes, uno solo de ellos lo tenía, y ahora exige una gran labor de convencimiento de los ciudadanos.

Como dice el investigador Ernesto Hernández Norzagaray: “¿Basta, decir, que el Gobierno de López Obrador es un fracaso para que el sentimiento de hartazgo que los sacó de la Presidencia hace sólo dos años se convierta en amnesia y vuelvan acomodarse las calabazas como estaban en el periodo peñista? …El promedio del votante mexicano tiene clara la película -ahora, quizá, aumentada y a todo color, con el conocimiento exhaustivo que cualquiera tiene de los escándalos de corrupción que se fueron acumulando a lo largo de los tres últimos sexenios- y, lo que estuvo detrás, de los 30 millones de votos a favor de la coalición electoral “Juntos Haremos Historia”.

No habrá este año carnavales pero con nuestro sistema de partidos y actores no nos hacen falta. Tendremos mucha diversión lástima que sea real y que afecte directamente.

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@raulcaraveo

Raúl Caraveo Toledo es licenciado en ciencia política por la UAM, ex catedrático de las Facultades de Psicología y de la Facultad Ciencias y Técnicas de la Comunicación de la  Universidad Veracruzana, escribe para: www.sdpnoticias.comwww.sinlineamx.com;     www.gobernantes.com;   www.revistadigitalqr.com.mx;  www.todoincluidolarevista.com;  www.noticaribe.com; www.insurgentepress.com.mx  y en Chicago, Illinois en  www.laprensaus.com  y www.vocesmigrantes.us .

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