Agencias/Ciudad de México.- Pasitos A La Fama, documental dirigido por Carlos Carrera y producido por Gerardo Morán Castellot y Daniel Birman Ripstein, explora el universo de los niños y niñas que persiguen el sueño de entrar en el mundo del entretenimiento.

No se centra en estrellas infantiles ya consolidadas, sino en aquellas infancias que apenas comienzan su camino, mostrando sus experiencias en castings, sus emociones y el apoyo —o a veces la presión— que reciben de sus familias. Pasitos a la fama deriva en un viaje íntimo y revelador sobre las aspiraciones y el impacto que provoca el mundo de la televisión, los sets y los incipientes caminos de la fama en edades tempranas, abordando tanto los momentos de emoción como los desafíos que surgen en el trayecto.

Entre los protagonistas destaca Macarena Oz, una joven actriz que ha sido parte de producciones exitosas como Nadie Nos Va a Extrañar, una entrañable historia de Amazon Prime Video.

Carlos Carrera es conocido por su capacidad para contar historias complejas y humanas, y Pasitos a la fama no es la excepción. Según el propio director, la idea surgió de su extensa experiencia trabajando con niños actores en diversos proyectos, desde comerciales hasta películas como De la Infancia.

“Para contar ficciones en cine siempre hay la necesidad de actores de todas las edades”, comenta Carrera. Su observación de estas infancias y de cómo su vida cotidiana se transforma en algo único cuando entran en contacto con las dinámicas de la industria despertó en él una inquietud genuina de retratar su experiencia.

El documental captura no solo el brillo de los momentos frente a la cámara, sino también los sacrificios y las situaciones complejas que se viven detrás de ella. Carrera destaca que “hay niños que juegan y disfrutan en el set, pero también están aquellos que asumen una responsabilidad distinta, más profesional, en comparación con lo que normalmente vivirían en su infancia”. Este contraste es uno de los puntos clave que Pasitos a la fama explora: desde aquellos que toman clases y tienen recursos para formarse hasta quienes llegan a los castings con puro talento y la esperanza de conseguir un espacio, aunque no vivan en una ciudad como Ciudad de México, donde las oportunidades están más cerca.

Un elemento crucial que Carrera aborda en el documental es el cambio en la percepción del éxito para esta generación. La idea de obtener reconocimiento y la presión de la fama han evolucionado, en gran medida debido al auge de las redes sociales.

Para los niños y niñas de hoy, la validación y el éxito no solo pasan por lograr una buena actuación o ser elegidos para un papel, sino también por acumular likes y seguidores. Carrera comenta que “antes existía una noción de competencia para hacer las cosas mejor; ahora, la fama y el reconocimiento son los objetivos, más que el proceso”.

Aunque el rodaje comenzó cuando TikTok apenas empezaba a ganar popularidad, ya era evidente que los sueños de fama se mezclaban con la obsesión por la visibilidad en plataformas como YouTube y Facebook.

Este fenómeno ha generado, según el director, una versión “más inmediata y frívola” del éxito en los jóvenes actores, que puede resultar dañina. Sin embargo, la búsqueda de estos niños y niñas por cumplir sus sueños sigue manteniendo un toque de inocencia y esperanza. Carrera muestra cómo los castings se han convertido en espacios donde estos pequeños, con apoyo familiar o incluso comunitario, aspiran a tener una oportunidad de brillar, independientemente de los desafíos o la incertidumbre que puedan enfrentar en el proceso.

Carrera también se enfoca en la influencia de la familia en este camino hacia la fama. Para muchos, el sueño no es únicamente del niño o la niña, sino de toda la familia. “El proyecto de la fama se vuelve la misión de la familia”, explica el director, “y todos trabajan para lograrlo”. Este aspecto colectivo hace que el sueño de ser famosos sea compartido y, a veces, impulsado por los padres, quienes ven en sus hijos la posibilidad de cumplir metas que ellos mismos tal vez no lograron.

El documental también aborda los riesgos emocionales y mentales que implica esta exposición desde una edad temprana. Carrera reconoce que aunque en su trabajo con niños trata de mantener siempre un ambiente sano, los sentimientos de frustración y, en algunos casos, hasta la depresión, están presentes.

Los participantes en Pasitos a la fama reflejan a menudo un sentido de pureza y de ingenuidad en su deseo por sobresalir, pero este objetivo puede verse ensombrecido por las altas expectativas y la competencia.

Carlos Carrera señaló que sería fascinante retomar el documental dentro de unos años y ver dónde están estos jóvenes en su camino artístico y personal.

El director señala que la película deja varias preguntas abiertas: ¿qué significa realmente el éxito para una infancia? ¿Hasta dónde llegará cada uno en esta carrera hacia la fama?

Con estos interrogantes, Pasitos a la fama invita al espectador a reflexionar sobre el verdadero impacto de perseguir un sueño en una industria tan demandante.

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