Agencia/InsurgentePress, Ciudad de México.- Lejos de reducir el subsidio eléctrico, como lo prometía la reforma energética, la transferencia del Gobierno federal seguirá en ascenso por los próximos cinco años, advirtieron analistas.
De aprobarse el Paquete Económico propuesto por Hacienda, la CFE recibirá el siguiente año 43 mil 114 millones de pesos para cubrir la diferencia entre el costo de generación eléctrica y los precios de venta hacia los hogares de bajo consumo.
Esta es una cifra 44 por ciento mayor en comparación con los 30 mil millones de pesos autorizados para este 2016.
Actualmente, la tarifa de bajo consumo aplica a más de 99 por ciento de los hogares que atiende la empresa eléctrica. A junio de 2016, la CFE contaba con 40.3 millones de usuarios.
Al inicio de los últimos dos años, 2015 y 2016, la tarifa doméstica de bajo consumo bajó 2 por ciento respectos a los meses de diciembre previos.
Este escenario contrasta con las tarifas industriales y de comercio aprobadas para septiembre de este año, las cuales acumularon un incremento de 38 por ciento únicamente desde diciembre de 2015.
La CFE ha atribuido el incremento en el cobro de la electricidad al alza en los principales combustibles para generar la energía: gas natural y combustóleo.
José Antonio Prado, socio del despacho Holland and Knight, calificó a subsidios eléctricos como un mal necesario.
“El quitar el subsidio a la electricidad o el reducirlo sería algo catastrófico para el bolsillo de las familias mexicanas”, expresó.
Mientras los grandes clientes, los llamados de suministro calificado, serán perseguidos por los nuevos competidores, estos hogares de bajo consumo eléctrico tendrán que ser atendidos por la CFE, explicó.
José Muñoz, presidente del Observatorio Ciudadano de la Energía (OCE), añadió que la transferencia de Hacienda hacia la CFE sólo se reducirá en la medida en que los costos de generación de la empresa estatal disminuyan.
“Se le deja hacer a la CFE lo que quiere y nadie la cuestiona: discrecionalidad y falta de rendición de cuentas de eficiencia y eficacia, para empezar, en los procesos de compra (de los combustibles)”, criticó Muñoz.
El titular de la organización civil incluso sugirió que ante el aumento en precios del gas natural y el combustóleo podría resultar una alternativa más atractiva generar en las plantas carboeléctricas para reducir costos y el impacto al consumidor.
Por ejemplo, la tarifa industrial H-M de media tensión para la zona central pasó de 0.6072 pesos por kilowatt-hora en diciembre de 2015 a 0.8380 pesos en septiembre de 2016.
El alza acumulada en las tarifas industriales y comerciales provocarán que las empresas busquen mejores cotizaciones que las ofrecidas por la CFE.
Jeff Easum, socio de Caaapital, explicó que ahora los clientes de la empresa del Estado están más interesados en cubrirse de dicho aumento tarifario mediante la firma de contratos de compra de energía privados a largo plazo, aprovechando que los precios de base siguen siendo bajos.
Con información de Reforma