InsurgentePress, Estado de México.- El asesinato de Valeria enlutó e hirió a habitantes de Nezahualcóyotl, pero también causó hartazgo, enojo y preocupación.

La menor cursaba el último año de primaria en la escuela Alfredo Bonfil ubicada en la Colonia Benito Juárez, a unas calles de su domicilio.

La tarde del jueves, Valeria subió a una combi de la Ruta 40 para dirigirse a su casa, pero ya no llegó, y sus papás reportaron su desaparición ante las autoridades.

El día siguiente, la niña de 11 años fue encontrada sin vida en el vehículo de transporte público, con signos de asfixia y de agresiones sexuales.

El vehículo fue abandonado en la calle La Sandunga, casi esquina con Cielito Lindo, en donde fue descubierto por algunos colonos, que al asomarse por una ventana vieron el cuerpo de la pequeña.

Mientras Valeria era velada por sus familiares y amigos cercanos en una funeraria de la Colonia Evolución, unas 50 personas, entre padres de familia, mujeres y vecinos, salieron a las calles para expresar su tristeza y exigir justicia a las autoridades.

Aunque la protesta se realizó de manera pacífica, los gritos enérgicos en contra del Alcalde Juan Hugo de la Rosa y los rostros agrestes de los manifestantes daban cuenta de la magnitud de su rabia.

“Estamos hasta la madre de todos los muertos y lo que pasa en Neza, pero esto no tuvo madre… ¡era una niña!

“Lo peor de todo es que nos pudo haber pasado a cualquiera de nosotros y no vamos a permitir que se vuelva a repetir. Ni uno más”, reclamó una mujer.

Además, los manifestantes urgieron que se refuerce la seguridad en las zonas escolares y avenidas principales por donde circulan las diversas rutas de transporte público, así como la supervisión permanente de conductores y unidades.

En el velatorio de la funeraria Jardines de Oriente, los semblantes desencajados de los familiares de Valeria hicieron evidente el golpe devastador que sufrieron.

Al cruzar la puerta de la sala y tener de frente un retrato de la pequeña, los sollozos de los asistentes al funeral no se hacían esperar y varias personas rompieron en llanto mientras daban el pésame a los padres.

La imagen sonriente de Valeria causó desconcierto en los niños que preguntaron por ella y, aún con la voz entrecortada, los adultos les responden que ya estaba en el cielo.

Aunque durante la mañana de ayer, los padres de la menor fueron notificados por las autoridades sobre la detención de un sospechoso, dudan que el acusado sea el asesino.

Los familiares cuentan con información de las características físicas del hombre que habría atacado a Valeria

“Nos dijeron que detuvieron a un hombre en Cuautitlán Izcalli, pero ya vimos la foto y parece que no es la persona que le hizo esto a la niña. Es el único avance que hay en las investigaciones”, señaló un familiar.

Con información de Reforma

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