Por Erick Olivera Méndez/Ciudad de México.- En un contexto económico mundial cada vez más competitivo y dinámico, México se ha posicionado como un actor clave gracias a la estrategia de relocalización, una tendencia que ha venido transformando el panorama económico del país de manera significativa, al grado de que la calificadora de riesgo Moody’s ha elevado las perspectivas de crecimiento para la economía mexicana, respaldando así el impacto positivo que esta estrategia ha tenido en el desarrollo económico del país.
Moody’s pronostica un crecimiento para este año del 3.5 por ciento, superando las estimaciones previas y alineándose con la máxima previsión de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público. Este aumento se atribuye a factores como el robusto consumo interno y la inversión, que se han convertido en los principales motores de la actividad económica del país, asó como el crecimiento en Estados Unidos, que ha brindando un importante respaldo a la economía mexicana.
Pero una de las claves del éxito económico radica en la relocalización de cadenas de suministro, conocida como nearshoring, una práctica que ha ganado cada vez más relevancia en el ámbito empresarial. Esta tendencia ha permitido a México posicionarse como un socio estratégico para empresas de diversos sectores, aprovechando la proximidad geográfica y la mano de obra altamente calificada que el país ofrece. Moody’s proyecta que esta tendencia continuará impulsando el crecimiento de México por encima del promedio histórico del 2 por ciento en los próximos años.
Moody’s proyecta que en 2025 se logrará un crecimiento del Producto Interno Bruto entre el 2 y el 2.5 por ciento, consolidando así los beneficios tangibles del nearshoring. Este crecimiento no solo se traduce en números, sino también en oportunidades de empleo, desarrollo tecnológico y fortalecimiento de la cadena productiva del país. Además, se espera que para ese mismo año, la inflación alcance los objetivos establecidos por el banco central, situándose en un rango de entre el 2 y el 4 por ciento.
Las condiciones económicas actuales, combinadas con una inflación de servicios subyacente en desaceleración, brinda un marco propicio para que el banco central mantenga una postura política estricta en cuanto a tasas de interés, al menos hasta el segundo trimestre de 2024, según la valoración de la calificadora de riesgos Moody’s. Esta política monetaria cautelosa es fundamental para garantizar la estabilidad financiera y evitar desequilibrios que puedan comprometer el crecimiento a largo plazo.
El nearshoring se está consolidando como un pilar fundamental en el impulso de la economía mexicana, proyectando un futuro prometedor en términos de crecimiento sostenido y desarrollo. Los resultados positivos reflejados en las perspectivas de crecimiento por parte de Moody’s respaldan la relevancia de esta estrategia y colocan a México en una posición privilegiada para seguir capitalizando los beneficios del nearshoring y consolidarse como un actor clave en el escenario económico global.
