Agencias/Ciudad de México.- El nuevo ejemplar de ‘Pampaphoneus biccai’ es solo el segundo cráneo descubierto en Sudamérica. Su hallazgo refuerza la teoría de que mucho antes de que vivieran los dinosaurios, estos animales eran los carnívoros más grandes y sanguinarios de su época, y dominaron Sudamérica.
El equipo internacional de científicos informó del descubrimiento del lagarto fósil Pampaphoneus biccai, que fue, además, el más antiguo depredador que vivió en Sudamérica hace 265 millones de años.
Fue hallado en la zona rural de Sao Gabriel, en el sur de Brasil. El fósil incluye un cráneo completo y algunos huesos de esqueleto como costillas y huesos de las patas delanteras.
Pampaphoneus, perteneciente a un clado primitivo de terápsidos llamados dinocéfalos, vivió poco antes de la mayor extinción de la historia de la Tierra, que acabó con el 86% de todas las especies animales del mundo.
“Su descubrimiento es clave para ofrecer una visión de la estructura comunitaria de los ecosistemas terrestres justo antes de la mayor extinción masiva de todos los tiempos”, precisa Stephanie E. Pierce, la coautora del estudio.
Antes de la extinción, los dinocéfalos constituían uno de los principales grupos de grandes animales terrestres. Eran criaturas de tamaño mediano a grande, con representantes tanto carnívoros como herbívoros.
Los dinocephals tenían huesos gruesos del cráneo, que condujeron al nombre del grupo, que se traduce del griego como cabeza horrible. Aunque estos animales son bien conocidos en Sudáfrica y Rusia, son raros en otras partes del mundo. Pampaphoneus biccai es la única especie conocida en Brasil.
El nuevo ejemplar es solo el segundo cráneo de Pampaphoneus biccai encontrado en Sudamérica.También es más grande que el primero y proporciona información sin precedentes sobre su morfología debido a la excepcional conservación de los huesos.
El animal tenía colmillos grandes y afilados adaptados para capturar presas. La hilera de dientes y la arquitectura del cráneo sugieren que su mordedura era lo suficientemente fuerte como para masticar huesos.
Los investigadores estiman que los ejemplares más grandes de Pampaphoneus podían alcanzar casi 3 metros de longitud y pesar unos 400 kilogramos.
“Encontrar un nuevo cráneo de Pampaphoneus después de tanto tiempo fue extremadamente importante para aumentar nuestro conocimiento sobre el animal, que antes era difícil de diferenciar de sus parientes rusos”, destacó el autor principal Mateus A. Costa Santos.