Agencias/Ciudad de México.- El secretario general de la ONU, António Guterres, afirmó que solicitará que las Naciones Unidas asuman la financiación de los gastos estructurales y logísticos de una fuerza multinacional en Haití que lucha contra las pandillas violentas.

Guterres hizo el anuncio por la noche en Barbados, donde los líderes de un bloque comercial caribeño de 15 miembros conocido como Caricom se reunieron para una conferencia de tres días para abordar problemas regionales, incluida la violencia de las pandillas en Haití.

“Si el Consejo de Seguridad acepta esta propuesta, tendremos las condiciones para finalmente contar con una fuerza efectiva que derrote a las pandillas en Haití y cree las condiciones para que la democracia prospere”, indicó Guterres.

Agregó que los salarios de la fuerza multinacional se pagarían a través de un fondo fiduciario ya existente.

El portavoz de la ONU Stephane Dujarric declaró que el apoyo propuesto incluiría logística y equipos no letales, añadiendo que el plan detallado probablemente será entregado para fines de febrero.

“No será una misión de mantenimiento de paz. La estructura muy probablemente se quedará igual”, declaró Dujarric.

Añadió que Guterres no ha cambiado de posición en cuanto a que una misión de mantenimiento de la paz de la ONU es un último recurso.

La misión respaldada por la ONU está liderada por un contingente de alrededor de 800 policías kenianos, acompañados por soldados y policías de países como Jamaica, Guatemala y El Salvador, que trabajan junto a la Policía Nacional de Haití.

Estados Unidos y otros países han advertido que la misión que comenzó en junio pasado carece de personal y recursos, mientras continúan presionando por una misión de mantenimiento de la paz de la ONU para reemplazar la actual.

Guterres calificó la situación en Haití de “espantosa”.

“Las pandillas están infligiendo un sufrimiento intolerable a un pueblo desesperado y asustado”, apuntó. “Debemos seguir trabajando por un proceso político que sea propiedad de los haitianos y esté liderado por los haitianos, que restaure las instituciones democráticas a través de elecciones”.

Sin embargo, el Grupo de Crisis Internacional, con sede en Bélgica, advirtió en un nuevo informe que podría ser peligroso celebrar elecciones prematuramente dado el aumento de la violencia de las pandillas.

Haití está dirigido por el primer ministro Alix Didier Fils-Aimé y un consejo presidencial transitorio de nueve miembros cuyo mandato expira el 7 de febrero de 2026.

Haití no ha celebrado elecciones en casi una década, y no se ha elegido a ningún presidente desde el asesinato de Jovenel Moïse en junio de 2021.

El consejo se ha comprometido anteriormente a celebrar elecciones para febrero de 2026, pero los críticos dicen que es un objetivo poco realista, ya que las pandillas que ya controlan el 85% de la capital de Haití están en una nueva ofensiva para apoderarse de más territorio.

El presidente del consejo, Leslie Voltaire, declaró recientemente que cree que Haití puede celebrar elecciones el 15 de noviembre y segundas vueltas a principios del próximo año, pero solo en ocho de las 10 regiones de Haití que están libres de pandillas.

El Grupo de Crisis Internacional señaló que el ritmo de las elecciones depende de los fondos asignados por el gobierno haitiano y donantes extranjeros, con solo 45 millones de dólares disponibles hasta ahora de un estimado de entre 90 y 120 millones de dólares necesarios.

El grupo también advirtió que persisten múltiples desafíos para llevar a cabo las elecciones.

“Las luchas internas partidistas y las acusaciones de corrupción han prolongado la disfunción política”, aseveró. “La violencia se desata, con pandillas perpetrando algunas de las peores masacres de la historia, mientras la misión extranjera, con escaso personal y financiación, lucha por contenerlas”.

El grupo también advirtió que celebrar elecciones demasiado pronto podría desencadenar aún más violencia por parte de las pandillas “para asegurar que sus aliados ganen posiciones de poder”.

Más de 5,600 personas fueron reportadas como asesinadas en Haití el año pasado, y la violencia de las pandillas ha desplazado a más de uno millón de haitianos en los últimos años, según la ONU.

“La situación de ellos sigue siendo de gran preocupación para nosotros”, sostuvo Mia Amor Mottley, primera ministra de Barbados y presidenta de Caricom. “Y no será suficiente simplemente poder decir que Haití tendrá una elección el 15 de noviembre. No será suficiente estabilizar la situación de seguridad en Haití”.

Uno de los policías de Kenia enviados a Haití para ayudar a controlar las pandillas del país murió tras resultar herido en un enfrentamiento con pandilleros, informaron autoridades kenianas.

El incidente ocurrió en la región occidental de Artibonite, donde la policía keniana enviada para neutralizar a las pandillas haitianas estaba llevando a cabo un operativo esta semana. La misión de Kenia indicó en un comunicado que los agentes respondieron a una petición de ayuda de los residentes de una localidad llamada Pont-Sondé.

El agente fue evacuado en helicóptero y falleció a causa de sus heridas, señaló Godfrey Otunge, comandante de las fuerzas kenianas en el país caribeño.

Después de que el policía africano fue baleado, la misión informó que los agentes persiguieron a los pandilleros. Jack Ombaka, un funcionario de la misión, agradeció a personal sanitario y a las fuerzas salvadoreñas que también combaten a las pandillas por su ayuda tras el incidente.

“Este es el precio que pagó nuestro valiente agente: fue asesinado mientras luchaba por el pueblo de Haití”, declaró Ombaka en un comunicado. “Rendimos homenaje a nuestro héroe caído”.

Las autoridades proporcionaron pocos detalles adicionales. La pandilla Gran Grif controla la región.

El fallecimiento fue un golpe a los intentos de controlar a las pandillas de Haití, que han asolado violentamente el país desde el magnicidio del presidente Jovenel Moïse en 2021.

Kenia ha enviado a cientos de agentes para apoyar a la débil policía haitiana. En febrero, 200 policías adicionales del país de África Oriental se sumaron a más de 600 kenianos que ya trabajaban junto a la Policía Nacional de Haití como parte de una fuerza multinacional, la cual ha sido reforzada por soldados y policías desplegados por varios países, incluidos Jamaica, Guatemala y El Salvador.

El secretario general de la ONU, António Guterres, afirmó que los derechos humanos están siendo “sofocados” en todo el mundo, y arremetió contra las voces de división y enojo que los ven como un obstáculo en su búsqueda de poder y lucro.

En un discurso ante el Consejo de Derechos Humanos, Guterres condenó la guerra a gran escala de Rusia en Ucrania, que cumplía su tercer aniversario, hizo un llamado a un alto el fuego permanente entre los milicianos palestinos e Israel, y urgió al respeto por la integridad territorial de República Democrática del Congo, entre otras cosas.

Mientras reiteraba muchas de sus preocupaciones sobre los conflictos y el cambio climático, el jefe de la ONU dijo que propondría nuevas ideas al Consejo de Seguridad destinadas a brindar mayor estabilidad y seguridad para el pueblo de Haití, donde se ha desplegado una misión multinacional de seguridad.

Guterres describió un mundo donde los derechos humanos estaban “en la cuerda floja y siendo golpeados con fuerza” por los belicistas, un “sistema financiero global en quiebra moral” que favorece las ganancias sobre la protección del planeta, aquellos que podrían explotar la inteligencia artificial para dañar a las personas, y líderes que buscan demonizar a los migrantes o restringir los derechos de las mujeres.

Los derechos humanos, dijo, “están siendo sofocados por autócratas, que aplastan la oposición porque temen lo que harían las personas verdaderamente empoderadas”, y “por voces de división y enojo que ven los derechos humanos no como un beneficio para la humanidad, sino como un obstáculo para el poder, el lucro y el control que buscan”.

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, anunció hace tres semanas la retirada de Estados Unidos del consejo, aunque el gobierno de Biden ya había decidido que Estados Unidos no buscaría un asiento en el organismo de 47 países cuando expirara su último mandato de tres años a finales del año pasado.

El consejo se reúne tres veces al año y estaba previsto la sesión que inaugurada a durase hasta el cuatro de abril del 2025.

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