Redacción InsurgentePress/Foto @NoticiaCongreso/Ciudad de México.- La Cámara de Diputados avaló con 303 votos a favor, 111 en contra y 31 abstenciones el proyecto de decreto que modificó la Ley Federal de Entidades Paraestatales que eliminó el requisito de ser mexicano por nacimiento para ser director o directora de alguna entidad paraestatal.
Los legisladores aprobaron primero en general y posteriormente en particular la minuta que recibieron del Senado de la República, tras una acalorada discusión de más de dos horas en el Pleno de San Lázaro.
La oposición bautizó la reforma como la llamada “Ley Taibo”, en alusión al escritor español naturalizado mexicano Paco Ignacio Taibo II, impedido hasta antes de la nueva ley para ocupar el cargo de director del Fondo de Cultura Económica (FCE) a invitación del Presidente Andrés Manuel López Obrador.
La reforma eliminó del artículo 21, el requisito de ser mexicano por nacimiento para ser director o directora de alguna entidad paraestatal.
La nueva Ley prevé que solo debe ‘ser ciudadana o ciudadano mexicano y estar en pleno goce y ejercicio de sus derechos civiles y político’.
Además, “haber desempeñado cargos de alto nivel decisorio en forma destacada en actividades profesionales, de servicio público, administrativo o sustancialmente relacionadas con materias afines a las de competencia de cada entidad paraestatal”.
Durante su intervención la legisladora del Movimiento Regeneración Nacional (MORENA) Rocío Barrera Badillo presidenta de la Comisión de Gobernación y Población dijo que las modificaciones prevén establecer el principio de igualdad entre hombres y mujeres en la designación de titulares e integrantes de los órganos de Gobierno.
Además, de los órganos descentralizados, fideicomisos, instituciones de crédito del Gobierno, seguros y empresas de participación estatal mayoritaria, particularmente estableciendo criterios de lenguaje inclusivo con perspectiva de género.
Las modificaciones a la ley, agregó, elimina un elemento de exclusión impuesto en 1998.
El precepto de exclusión, indicó, fijó como cláusula inamovible que los directores de las entidades paraestatales tenían que ser necesariamente mexicanos por nacimiento.
“Los ciudadanos mexicanos naturalizados no deben ser discriminados, menos aún considerando que históricamente han aportado a México conocimientos, experiencia, inteligencia y virtudes, al igual que los mexicanos por nacimiento.
“Incluso, hay naturalizados que han hecho grandes aportaciones a la ciencia, literatura, música y docencia”, justificó.
Las bancadas de Acción Nacional (PAN), Revolucionario Institucional (PRI) y Encuentro Social (PES) intentaron con desatino político y voto contra frenar la llamada ‘Ley Taibo’.
Primero, los legisladores aprobaron en la Comisión de Gobernación y Población, reformas a los artículos 15, 17, 18, 19, 20, 21, 22, 23, 24, 25, 35, 37, 40, 42, 43, 54, 57, 58, 59, 60, 61, 62, 63, 66 y 67 de la Ley Federal de Entidades Paraestatales.
Posteriormente, el Pleno aprobó de manera general y luego y en lo particular con 303 votos las modificaciones a la ley.
La oposición sumó 111 votos en contra y 31 abstenciones, tras desecharse una reserva que presentó la diputada María Rosete (PES).
La reforma ha sido turnada al Ejecutivo federal para su publicación en el Diario Oficial de la Federación (DOF).
Las modificaciones prevén garantizar un lenguaje incluyente, con la finalidad de visibilizar el trabajo de las mujeres en los organismos paraestatales.
De acuerdo a la justificación de la minuta, las modificaciones ‘permitirán al sector paraestatal federal un crecimiento más equitativo.
“Se eliminó el lenguaje previo cualquier opinión tendente a la discriminación por género, origen étnico nacional o de cualquier otra índole al dar paso a la designación de personas en igualdad de condiciones de género, nacionalidad, ciudadanía y cualquier otro atributo de la persona a ascender u ocupar cargos de alto nivel decisorio en la administración pública federal paraestatal, sin más diferenciación que sus habilidades profesionales y dedicación laboral”, se desprende del texto aprobado.
