Agencias/Ciudad de México.- El Presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, rechazó los dichos del secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, quien indicó que las acciones del Gobierno de la nación latinoamericana hacia la mina de Calica, de la empresa Vulcan, eran una “mala señal” para los inversionistas.

“Como tienen muchas agarraderas, se sienten muy influyentes. Están actuando con prepotencia y ojalá los ciudadanos de Estados Unidos nos ayuden, porque allá hay organizaciones que defienden con autenticidad el medioambiente, que sí están preocupadas por el cambio climático.

“No hay expropiación, estos [funcionarios estadounidenses] están adelantando, mintiendo, pero sí va a continuar la clausura [de la extracción y exportación de roca caliza]. Mientras yo esté de presidente, no vamos a permitir que sigan destruyendo el territorio”, subrayó en conferencia de prensa.

Además, expuso las razones por las que la mina, localizada en la Península de Yucatán, al sureste del país latinoamericano, seguirá cerrada.

“Nosotros no queremos traer inversión a cualquier precio y, mucho menos, que venga la inversión a destruir nuestro territorio. Mejor que no vengan o que se vayan a otra parte. Eso es lo que les puedo informar. No estamos expropiando: es una clausura porque no podemos quedarnos con los brazos cruzados cuando se está violando la ley en nuestro país”, declaró.

El mandatario mexicano recordó que, durante 2023, el Gobierno que él encabeza buscó llegar a un acuerdo con la filial de la firma minera de Estados Unidos Vulcan Material, que posee esa zona.

“Ofrecimos que íbamos a ver si se podía poner algo ecológico aprovechando las albercas naturales que provocaron al extraer arena y grava. Respecto a las 1.500 hectáreas de selva, las íbamos a convertir en reserva natural protegida. No queríamos que nos lo regalaran, nosotros lo compraríamos, pero no aceptaron”, agregó.

Los dichos del presidente mexicano son en respuesta al secretario de Estado de EEUU que dijo las acciones del Gobierno de la nación latinoamericana hacia Vulcan no impulsaban las inversiones.

“Hemos planteado el punto de manera genérica al Gobierno de México, incluido al presidente, de que la confiscación de empresas privadas no es una buena forma de atraer inversiones”, destacó el 21 de mayo ante senadores estadounidenses.

Anteriormente, la empresa demandó al Estado mexicano, que argumenta un crimen ecológico, ante el organismo sobre controversias de inversiones del Banco Mundial. López Obrador adelantó que la decisión puede ser impugnada en tribunales, pero sostuvo que México tiene “derecho a cuidar su territorio”.

El tribunal internacional determinará si México violó o no sus obligaciones bajo las reglas del Tratado de Libre Comercio para América del Norte (T-MEC). La compañía exige una compensación de 1.529 millones de dólares en un juicio ante el Centro Internacional de Arreglo de Diferencias (CIADI) del Bando Mundial.

La minera fue cerrada el año pasado con el argumento de haber causado un “desastre ecológico” en la costa caribeña de Yucatán.

La concesión de Vulcan Materials para explotar y comercializar piedra caliza triturada y hormigón premezclado, vence en 2037. La firma acusa al Estado mexicano de incumplir compromisos plasmados en el Memorando de Entendimiento de 2014, que dibujaba un camino para terminar con una serie de disputas legales añejas.

La península de Yucatán es conocida porque, hace 65 millones de años, fue el centro de la caída de un meteorito que habría causado la extinción de los dinosaurios, según los científicos.

Sobre esa formación geológica se asienta una selva con especies amenazadas, erigida sobre una delgada capa de tierra, que recubre rocas calizas blancas que forman singulares ríos subterráneos de agua dulce, con respiraderos, llamados cenotes.

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