Primeras observaciones exitosas del centro galáctico con el instrumento GRAVITY

Agencias / InsurgentePress, Ciudad de México.- Sobre el papel, cabe decir que la visión del cielo nocturno desde Marte debe ser todavía más increíble que desde la Tierra, toda vez que nuestro planeta vecino no está afectado por la polución lumínica ni tiene una espesa cubierta nubosa que impida la observación.

No obstante, no todo es tan maravilloso en el cielo estrellado de Marte. En el planeta rojo encontramos una complicación importante, el poderoso polvo que asola su superficie y atmósfera. Dado que esta manifestación reduce el brillo de los astros en el cielo, su magnitud baja en no menos de un punto.

Es más, dado que la noche en Marte es casi tan oscura como en la Tierra, pero su atmósfera es mucho menos densa que la de nuestro planeta, la imagen parece maravillosa.

El ojo humano puede vislumbrar una estrella a simple vista que no supere una magnitud de poco más de 5. Si en Marte baja por el efecto del polvo, ya sabemos que el máximo visible será de 4.

No obstante, en noches con el cielo perfectamente claro y sin polvo, los astrónomos de la NASA han realizado fotografías del cielo desde el Rover Opportunity y otros vehículos en las que se ven estrellas de hasta 6 magnitudes.

Son ya varios vehículos llamados rovers los que han volado hasta Marte y exploran su superficie. Los astrónomos han aprovechado la ocasión para enfocar sus cámaras hacia el cielo nocturno marciano.

De estas observaciones queda una captura magnífica de un cometa en 2013. Esta imagen fue tomada por el Rover Curiosity.

Ahora bien, hemos visto los pros y los contras de las condiciones marcianas. También hemos conocido las cámaras de los vehículos en el planeta rojo. Pero, ¿qué hay del ojo humano?

El problema surge por las singulares condiciones del planeta. En Marte, un crepúsculo puede durar horas, por lo que la noche tarda mucho tiempo en llegar.

No obstante, con la suficiente paciencia, finalmente la noche llegará tras un eterno crepúsculo. Ahora bien, al entrar la oscuridad, aparecen las dos lunas que tiene Marte, Phobos y Deimos.

Phobos aparece por el oeste y cambia de fase a gran velocidad. Mientras tanto, Deimos es la estrella más brillante que se ve en el cielo nocturno marciano.

Así pues, superando las extremadamente bajas temperaturas de la noche marciana, el largo crepúsculo, el polvo de la atmósfera y el brillo de los satélites, puedes observar maravillas como la Nébula de la Constelación de Orión o la Galaxia de Andrómeda con gran precisión siempre que las condiciones así lo permitan. ¿Te atreverías a emprender esta aventura?

NASA/JPL-CALTECH/MSSS
NASA/JPL-CALTECH/MSSS
NASA/JPL-CALTECH/MSSS/TEXAS A&M UNIV.
NASA/JPL-CALTECH/MSSS/TEXAS A&M UNIV.
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