Agencias/ Ciudad de México.- El gobierno francés culpa a los seguidores del Liverpool. El club inglés está furioso por “la irresponsabilidad y falta de profesionalismo” para apresurarse a sacar conclusiones. La UEFA ahora intentará descubrir qué salió mal en el desorden y caos en la final de la Liga de Campeones en París entre el Liverpool y Real Madrid.

La UEFA comenzó a reunir evidencia sobre los problemas fuera del Stade de France el sábado que empañaron uno de los encuentros más importantes del futbol.

Los grupos líderes del Liverpool se quejaron sobre las duras acciones de la policía y la mala organización en una alarmante noche en la que niños y gente mayor fue rociada con gas pimienta.

Richard Bouigue, subalcalde de la 12ma municipalidad de París, indicó que “el momento para negar de manera oficial llegó a su fin, es el momento para imponer disculpas”, en una carta a los aficionados del Liverpool.

“Deploro la insuficiencia en la organización del juego y la falta de order que llevó este fiasco real”, escribió en una carta al grupo Spirit of Shankly y al que tuvo acceso The Associated Press.

Los problemas clave que tendrán que considerar en la investigación:

MALA ORGANIZACIÓN

El reto de recibir la final con sólo tres meses de anticipo —París recibió el encuentro en febrero tras la decisión de despojar los derechos a la ciudad rusa de San Petersburgo— ha sido planteado como una razón para el caos.

Meses y en lugar de años para planear una final fue tiempo suficiente para que los recintos hospitalarios estuvieran listos y el estadio contara con la imagen de la competencia.

Sin embargo no hubo suficientes señalizaciones en las calles que llevaban al estadio, en el subterráneo y las líneas de trenes. Aunque hubo seguridad privada en las entradas del estadio, no habían voluntarios desplegados para auxiliar e informar a los aficionados que no estaban familiarizados con las calles.

MENSAJE DE LA UEFA

“El tardío arribo de los aficionados” fue la razón inicial que se dio en la demora del inicio del partido que llegó a ser de 37 minutos. Aunque había clara evidencia que muchos seguidores estaban en los alrededores del estadio cerca de tres horas antes del inicio programado del encuentro y simplemente terminaron estancados en filas que no se movían.

POLICÍA

¿Por qué utilizó la policía cuellos de botella para controlar la afluencia de espectadores? Tendrá que haber una investigación sobre el orden público en la final, desde cómo se planeó la peligrosa ruta al estadio desde la estación de trenes y metro, así como el duro trato a los seguidores con el uso indiscriminado de gas lacrimógeno y gas pimienta en zonas en las que habían niños y gente mayor. Hay imágenes de la policía rociando el gas directamente en la cara de los aficionados.

BOLETAJE

Este será el tema clave de la investigación después de que el ministro del Interior francés Gérald Darmanin indicó que hubo “un fraude masivo a nivel industrial” y aseguró que el “70% de los boletos al llegar al Stade de France eran falsos”. Esa cifra fue recibida con cautela.

Jugadores actuales y del pasado del Liverpool —incluyendo Andrew Robertson— aseguraron que los boletos que recibieron por canales legítimos no fueron aceptados en la entrada. Sin duda hubo algunos boletos falsos —a The Associated Press le mostraron el ejemplo de uno. Pero AP también tiene conocimiento del fallo de los lectores para validar boletos genuinos. ¿Esos también fueron considerados falsos en los torniquetes?

Las autoridades francesas defendieron la actuación de la policía, que lanzó gas lacrimógeno y aerosol irritante de manera indiscriminada a los hinchas del Liverpool en la final de la Liga de Campeones.

Dijeron que el problema se debió a un gigantesco fraude en el que entre 30,000 y 40,000 personas intentaron ingresar con boletos falsos o sin ninguno en el Estadio de Francia.

La UEFA ordenó la realización de un informe independiente en el que se “examinará la toma de decisiones, así como la responsabilidad y las conductas de todas las entidades implicadas en la final” y se hará público.

Al término de una reunión sobre el caos del sábado, los ministros franceses del deporte y del interior responsabilizaron a los fanáticos del Liverpool aunque no abundaron en detalles de cómo tenían la certeza sobre la existencia tantos boletos falsos.

Las personas con boletos válidos comprados a través del equipo Liverpool y la UEFA informaron haber tenido dificultades para acceder al estadio.

“Hubo un fraude a gran escala y a nivel industrial, y una organización de boletos falsos porque de acuerdo con el precontrol del Estadio de Francia y la Federación Francesa de Fútbol, 70% de las entradas eran falsas para entrar en el Estadio de Francia”, dijo el ministro del Interior, Gérald Darmanin.

“Quince por ciento de los boletos falsos también fueron advertidos después del primer control… La UEFA confirmó que más de 2.600 boletos no eran válidos aun cuando habían pasado el primer control”.

El ministerio del deporte de Francia no presentó pruebas de sus aseveraciones y no respondió a un correo electrónico después de celebrar una conferencia de prensa desde una postura combativa.

“Una presencia a gran escala de estos boletos falsos por supuesto fue el problema que causó demoras”, dijo Darmanin. “El inicio del partido se retrasó en tres ocasiones.

La final, en la que Liverpool cayó 1-0 ante Real Madrid, comenzó con un retraso de 37 minutos.

El director general de Liverpool, Billy Hogan, consideró “completamente inapropiado” que las autoridades francesas hicieran conclusiones y mencionaran cifras en forma tan prematura.

“En esta etapa creo que no es responsable hacer declaraciones antes de que hayamos reunido toda la información”, apuntó. “¿Cómo puede cuantificarse (el número de fanáticos sin boletos) en esta etapa, antes de que hayamos tenido una investigación independiente y transparente? También se mencionó a gente con boletos falsos. Pero, una vez más, ¿cómo podemos conocer todos los hechos si no es hasta que hayamos tenido una investigación?”

Hogan dijo que Liverpool está “examinando las posibilidades legales” a nombre de los fanáticos.

“La final de la Liga de Campeones debería ser uno de los mejores espectáculos en el fútbol y resultó en una de las peores experiencias para las vidas de muchos fanáticos. Así las cosas, diría que todos los políticos y agencias implicadas en este suceso deben esperar hasta que una investigación a fondo e independiente concluya antes de que se intente un viraje de culpas”.

Gas lacrimógeno y aerosol irritante fue lanzado contra los fanáticos de Liverpool, afectando a niños, y Darmanin defendió la táctica para impedir muertes.

“Quisiera agradecer a las fuerzas del orden, también a aquellas que trabajaron en el estadio porque estuvieron muy serenas y lograron evitar el drama, y gracias por organizar el precontrol y que lo hayan levantado cuando había demasiada presión para evitar un drama”, según Darmanin.

“Esa fue una decisión de la prefectura para evitar cualquier tipo de muertes o lesiones graves”, agregó.

El responsable francés cifró en entre 30,000 y 40,000 el número de aficionados del club inglés presentes el sábado alrededor del estadio “sin entradas o con entradas falsas”.

Los 22,000 tickets oficiales que correspondían a los Reds se imprimieron a petición de Liverpool y no eran electrónicos, algo que ”sin duda contribuyó” al fraude, según Darmanin.

El presidente del Liverpool, Tom Werner, ha exigido una disculpa a la ministra de Deportes francesa, después de que ésta dijera que los aficionados con entradas falsas y la gestión que el club inglés hace de sus seguidores fueron los responsables de los problemas que empañaron la final de la Liga de Campeones del sábado.

El inicio del partido celebrado en el Stade de France, que el Real Madrid ganó por 1-0, se retrasó más de media hora después de que la policía intentara contener a la gente que intentaba entrar por la fuerza en el estadio. La policía antidisturbios francesa disparó gases lacrimógenos sobre algunos hinchas, entre ellos menores de edad.

La ministra de Deportes francesa, Amélie Oudéa-Castéra, dijo que los problemas iniciales fueron causados por aficionados del Liverpool sin entradas válidas y acusó al club de dejar a sus seguidores “a la deriva”.

El ministro francés del Interior, Gérald Darmanin, añadió que se había producido un “fraude (de entradas) masivo a escala industrial”.

Werner respondió en una carta dirigida a Oudéa-Castéra, calificando sus comentarios de “irresponsables, poco profesionales y totalmente irrespetuosos” con los aficionados afectados.

“La final de la Liga de Campeones de la UEFA debería ser uno de los mejores espectáculos del deporte mundial y, en cambio, se convirtió en uno de los peores colapsos de seguridad que se recuerdan”, dijo Werner según el periódico Liverpool Echo.

“En nombre de todos los aficionados que vivieron esta pesadilla, exijo una disculpa de su parte, y la garantía de que las autoridades francesas y la UEFA permitan que se lleve a cabo una investigación independiente y transparente”.

La UEFA ha encargado una investigación independiente sobre el incidente, mientras que Oudéa-Castéra dijo que elaborará un informe en un plazo de 10 días.

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