Agencias/Ciudad de México.- Astrónomos han encontrado lo que probablemente sea el disco de formación de planetas más grande jamás visto, que aparece como una mariposa cósmica gigante en el cielo nocturno.
Conocida oficialmente como IRAS 23077+6707 (IRAS 23077, para abreviar), esta mariposa cósmica gigante se encuentra a unos 1,000 años luz de la Tierra y fue descubierta inicialmente en 2016 por Ciprian T. Berghea del Observatorio Naval de EE.UU. utilizando el telescopio Pan-STARRS. Sin embargo, durante años permaneció sin caracterizarse.
Dos nuevos artículos han revelado la verdadera naturaleza de IRAS 23077. Un artículo, dirigido por Berghea y aceptado para publicación en The Astrophysical Journal Letters, informa del descubrimiento de que IRAS 23077 es una estrella joven ubicada en medio de lo que parece un enorme disco formador de planetas. En el segundo artículo, publicado en The Astrophysical Journal Letters, los investigadores confirman el descubrimiento de un gran disco de formación de planetas, utilizando el Submillimeter Array (SMA).
El SMA es un conjunto de telescopios en Hawaii operados conjuntamente por el Observatorio Astrofísico Smithsonian (SAO) en el Centro de Astrofísica | Harvard & Smithsonian (CfA) y el Instituto Academia Sínica de Astronomía y Astrofísica (ASIAA) en Taiwán. Detecta luz en longitudes de onda milimétricas, un tipo de onda de radio.
“Después de conocer este posible disco de formación de planetas a partir de los datos de Pan-STARRS, teníamos muchas ganas de observarlo con el SMA, lo que nos permitió comprender su naturaleza física”, explica en un comunicado Kristina Monsch, astrofísica de SAO y becaria postdoctoral en el CfA, que dirigió la campaña de la AME. “Lo que encontramos fue increíble: evidencia de que este era el disco de formación de planetas más grande jamás descubierto. Es extremadamente rico en polvo y gas, que sabemos que son los componentes básicos de los planetas“.
Los discos formadores de planetas, llamados “discos protoplanetarios” por los astrónomos, son viveros planetarios en los que se forman planetas rocosos como la Tierra y Marte, y planetas gigantes como Júpiter y Saturno alrededor de estrellas jóvenes. Son ricas en polvo y gas y giran con una firma específica que los astrónomos pueden utilizar para inferir sus tamaños y las masas de sus estrellas centrales.
Algunos discos de formación de planetas están “de canto”, lo que significa que están orientados de tal manera que sus propios discos ricos en polvo y gas oscurecen por completo la luz emitida por su estrella madre, como es el caso de IRAS 23077. Si bien sus estrellas pueden estar envueltas, las firmas de polvo y gas de los discos circundantes aún pueden ser brillantes en longitudes de onda milimétricas, según lo obtenido por el SMA.
“Los datos del SMA nos ofrecen la evidencia irrefutable de que se trata de un disco y, junto con la estimación de la distancia del sistema, que está girando alrededor de una estrella probablemente entre dos y cuatro veces más masiva que nuestro propio Sol”, dijo Monsch. “A partir de los datos de SMA también podemos pesar el polvo y el gas en este vivero planetario, que encontramos que tiene suficiente material para formar muchos planetas gigantes, ¡y a distancias más de 300 veces mayores que la distancia entre el Sol y Júpiter!”.
“El descubrimiento de una estructura tan extendida y brillante como IRAS 23077 plantea algunas preguntas importantes”, dijo el coautor Joshua Bennett Lovell, astrofísico de SAO y miembro de SMA en CfA. “¿Cuántos más de estos objetos hemos pasado por alto? Se necesitan más estudios de IRAS 23077 para investigar las posibles rutas para formar planetas en estos ambientes extremadamente jóvenes, y cómo podrían compararse con las poblaciones de exoplanetas observadas alrededor de estrellas distantes más masivas que nuestro Sol”.
“Además de obtener nuevos datos sobre IRAS 23077, también debemos continuar la búsqueda de otros objetos similares si queremos descubrir la historia de cómo se desarrollaron los sistemas planetarios extrasolares en sus primeros años”, dijo el coautor Jeremy Drake, Jefe de Astrofísica del Centro de Tecnología Avanzada de Lockheed Martin.
IRAS 23077 fue inicialmente denominado “Chivito de Drácula” por Ciprian Berghea, quien creció en la región de Transilvania en Rumania, cerca de donde vivía Vlad Drácula. En analogía con el famoso objeto “La hamburguesa de Gómez”, que es otro enorme disco formador de planetas que se ve de canto, siguieron la sugerencia de Ana Mosquera, coautora de Berghea, de ponerle el nombre del plato nacional de su país, el “chivito”, un sándwich parecido a una hamburguesa de Uruguay.