Insurgente Press, Ciudad de México.- Yokot’anes, choles, zoques, ayapanecos y tzetzales de Tabasco,efectuaron en la Plaza Central de Tenosique el Ritual de los Pueblos Originarios a la Madre Tierra para la Anuencia del Tren Maya, cuya ruta tendrá una estación en este municipio.
Simultáneo a los rituales realizados en cada estado del sureste donde pasará el ferrocarril, la ceremonia arrancó ante la expectación de pobladores y visitantes guatemaltecos y de otras zonas del estado que acudieron a presenciarla.
El ritual fue dirigido por yokot’anes provenientes de Tucta, Mazateupa y Guaitalpa, del municipio de Nacajuca, así como choles de Tacotalpa y Macuspana, acompañados de integrantes de las demás etnias de la región provenientes de Centla, Centro y Tenosique.
Entre humo de sahumerio, frutos, semillas, ramas, flores y música de tamborileros de Tapotzingo, Nacajuca, pidieron permiso a los dioses de la lluvia, del viento, del agua y de la tierra para que toda actividad o trabajo que vaya a realizarse en el Tren Maya no presente contratiempos.
De igual forma, dirigieron la petición hacia los cuatro puntos cardinales, desde un municipio tocado por el río Usumacinta y colindante con Guatemala.
La ceremonia la iniciaron choles con una ofrenda a la Madre Tierra y la cerraron los yokot’anes con la Danza del Baila Viejo, debajo de un toldo donde se colocaron pantallas para observar la transmisión de la ceremonia en Palenque, Chiapas, que encabezó el presidente Andrés Manuel López Obrador.
Rafael Pérez Arcos, de la etnia chol, efectuó el inicio del ritual llamando a bendecir el proyecto del Tren Maya, del presidente Andrés Manuel López Obrador y de las autoridades estatales entrantes y las municipales presentes en el evento, para que no haya accidentes ni contratiempos en el desarrollo del proyecto en los cinco estados involucrados.
En tanto, Agustín Isidro Geronimo, de los yokot’anes, encabezó el cierre del ritual invocando a los cuatro elementos para proteger la obra ferroviaria.
De acuerdo a Longino de la Cruz, yokot’an de Tucta, Nacajuca, se acostumbraba a que antes de talar un árbol, se realizaba un pequeño ritual para que no hubiese consecuencias negativas, porque en los pueblos yokot’anes los yumká (duendes) permanecen en las sombras y, de no realizarse el ritual, pueden causar daños.
“Es como entrar en una casa sin permiso; puede ir mal, no se conoce al dueño. El yum es el dueño, dueño de la tierra, de todo”, explicó.
A la ceremonia acudió Cirilo Vázquez Méndez, de los escasos habitantes de Ayapa, Jalpa de Méndez, que aún habla ayapaneco, lengua en riesgo de extinguirse.
Luego de la ceremonia de anuencia, la Danza del Pochó con sus personajes-cojóes, pochoveras y tigres- fue escenificada en la Plaza Central, así como otras actividades en torno al ritual, como la instalación de un Tianguis Prehispánico en el parador turístico Boca del Cerro, luego que la víspera se efectuó en el Malecón de Tenosique, junto al río Usumacinta, el Deseo de las Tres Ceibas.
Con un llamado a los empresarios para que inviertan en la construcción del Tren Maya, el presidente Andrés Manuel López Obrador puso en marcha esta obra en terrenos del antiguo aeropuerto local, que será la nueva plaza cívica de Palenque, donde se ubicará la estación con el nombre de la ciudad.
Después de que representantes de 12 comunidades mayas realizaron el Ritual de los pueblos originarios a la Madre Tierra para anuencia del Tren Maya, que inicia con la rehabilitación de las vías férreas existentes, el titular de Ejecutivo federal anunció que la mayor parte de la inversión provendrá del sector privado, al cual el gobierno entregará una subvención por kilómetro de construcción de línea férrea.
Se licitarán tramos de construcción de 15 mil a 18 mil millones de pesos. La primera convocatoria se lanzará en dos meses para los primeros cuatro fases.
Las empresas “van a contar con un estímulo, una subvención por parte del gobierno; por cada kilómetro que se construya, una subvención del gobierno. Así nos va a alcanzar”, sostuvo, al reconocer que son insuficientes los seis mil millones de pesos que contempla el Presupuesto de Egresos de la Federación, enviado ayer al Congreso, para iniciar la construcción del Tren, que tendrá mil 500 kilómetros de vía, y el cual está previsto para cuatro años. “Me canso ganso”, dijo.
El Presidente dijo que se requiere una mezcla de inversión pública con recursos privados. “Necesitamos inversión privada, y aprovecho para convocar a empresarios a que participen en esta obra. Estamos pensando, precisó, si se hacen cargo de un tramo, de 15 a 18 mil millones de pesos, por licitación.
El cálculo para las vías férreas es, por kilómetro, entre 50 y 60 millones de pesos, más derecho de vía.
López Obrador afirmó que a los empresarios “les vamos a garantizar el derecho de vía, que ya se tiene”.
Especificó que las subvenciones se darán si hay calidad, por parte de la iniciativa privada, para que puedan desplazarse los trenes a una velocidad de 160 kilómetros por hora, y para trenes de carga.
Pero también tendrá como requisito “que el pasaje para los habitantes de toda la región sea barato, que pueda cobrarse el precio comercial en el turismo y la carga, pero precio bajo para que se pueda desplazar la gente (local), sin tener que pagar tanto”.
El Presidente aseguró que habrá concesiones para tres tipos de trenes: tren de carga, turístico y de pasajero para los pueblos.
Adelantó que ya pidió al director de Fonatur, Rogelio Jiménez Pons, que concluya el proyecto técnico para que a más tardar en dos meses “estemos lanzando la licitación para los cuatro primeros tramos; tiene que ver con derecho de vía, que ya se tiene”.
El titular del Ejecutivo federal informó que los gobiernos locales manejarán las estaciones, que pronunció en su discurso de memoria.
“Por ejemplo, sostuvo, para que aquí se hagan edificios públicos, que pueden ser autofinanciables, y participen también los dueños de la tierra”.
El Presidente garantizó desarrollo urbano en todas la zonas donde estarán las estaciones del tren, para “evitar la anarquía”, y que se llevará a cabo con mucha arquitectura, planeación y sistemas hidráulicos, como hicieron su tiempo los mayas.
Además, de que garantizó respeto al medio ambiente, pues no se talará ningún árbol, porque ya se puso en marcha el programa de reforestación de un millón hectáreas de árboles frutales y maderables en el sureste y en especial mencionó la zona de la Lacandona.
En el ritual de los pueblos indígenas, los representantes de las etnias mayas ofrecieron a la Madre Tierra dos pollos -depositados en hojas de plátano-, tortillas, aguardiente, caldo y pozol. Todo quedó sepultado en el sitio donde se colocará la primera piedra que dará inicio a la construcción del Tren Maya.