Agencias/Ciudad de México.- La cubierta de manglares de Acapulco, que data de 1980 y que hoy está deforestada por la urbanización y la falta de restauración, podría haber reducido el impacto del huracán Otis, que en 2023 causo la muerte de 50 personas, la desaparición de 30 más y multimillonarios daños materiales, según una investigación del Instituto Scripps de Oceonografía.
El estudio, realizado por investigadores mexicanos de la Universidad de California y publicado en la revista científica Science Direct, encontró que, si el ecosistema referido no hubiera sido deforestado, se habría evitado el 5% de la devastación causada por Otis.
No obstante, más del 40% de las localidades investigadas en la costa de Guerrero ha sufrido la pérdida de cobertura de manglares cercanos. Ahora, el manglar más próximo en cualquiera de las zonas observadas se encuentra 300 metros más lejos, en contraste con la década de 1980, con un aumento máximo de 3.6 kilómetros.
Así, el análisis estadístico observó que, por cada kilómetro adicional de distancia entre los manglares y las zonas de Acapulco, el daño esperado aumenta en un 0.4%.
Lo anterior significa que, a medida que se pierden manglares y crece la distancia entre estos y un lugar, el daño causado por un huracán será mayor.
“A medida que el cambio climático intensifica eventos como el huracán Otis, el papel de los ecosistemas costeros se vuelve esencial para garantizar la resiliencia de nuestras comunidades”, dijo el ex investigador postdocotoral y profesor asistente en el Instituto de Ciencias Atmosféricas y Cambio Climático de la UNAM, Bastien-Olvera.
El 25 de octubre de 2023, Otis tocó tierra cerca de Acapulco, en la costa sur del Pacífico mexicano, como huracán de categoría 5 con vientos sostenidos de 265 kilómetros por hora o incluso superiores. Según las autoridades mexicanas, 48 personas perdieron la vida y 31 desaparecieron.
De acuerdo con las autoridades mexicanas, el fenómeno natural ocasionó la muerte de 50 personas, la desaparición de 30 más y daños a la infraestructura calculados en más de 15.000 millones de dólares.
En ese contexto, el Gobierno de México emitió declaratoria de desastre para 47 municipios de Guerrero, para que las regiones accedan a recursos necesarios que contribuyan a solventar un problema de gran magnitud en un corto tiempo.
De acuerdo con la Oficina Nacional de Administración Oceánica y Atmosférica (NOAA) del Gobierno de Estados Unidos, Otis fue el huracán más fuerte del Pacífico Oriental en tocar tierra desde que se utilizan los satélites para monitorear estos fenómenos.