Agencias/Ciudad de México.- El Presidente Daniel Ortega anunció la ruptura de relaciones de Nicaragua con Ecuador por el asalto a la Embajada de México en Quito.
El gobierno de Nicaragua anunció este sábado la ruptura de “toda relación diplomática” con e país andino tras el asalto policial a la Embajada mexicana que culminó en la detención del ex Vicepresidente ecuatoriano Jorge Glas.
“Ante la insólita y repudiable acción nuestra contundente, enfática e irrevocable repulsa, que convertimos en nuestra Decisión Soberana de romper toda relación diplomática con el Gobierno ecuatoriano”, dijo el régimen del Presidente Daniel Ortega en un comunicado.
El Gobierno de Ortega condenó la irrupción policial de ese país en la embajada mexicana en Quito por tratarse de una “violación flagrante del Derecho Internacional que vemos repetirse desde gobernantes corruptos y serviles a los imperios”.
“Nuestra solidaridad y acompañamiento, en cualquier acción legal que de esto se derive, al presidente y Gobierno de México, Don Andrés Manuel López Obrador”, expresó Managua en un comunicado.
El país centroamericano también condenó la “barbarie política neofascista” del Gobierno de Daniel Noboa, aunque aclaró que el pueblo ecuatoriano merece respeto y admiración.
“Conocimos con estupor la complicidad de otro gobierno ecuatoriano reciente con el asalto a su propia sede en Londres para extraer violenta e ilegalmente a Julian Assange, periodista que el mundo reclama y cuya labor permitió conocer y difundir más las atrocidades imperialistas en países soberanos, intervenidos, ocupados y destruidos ‘por los bárbaros fieros'”, añadió el Gobierno nicaragüense.
La Administración encabezada por el presidente Daniel Ortega calificó de “insólita y repudiable” la acción realizada en Quito por fuerzas que “deberían resguardar el orden y la seguridad” de los ciudadanos ecuatorianos y recordó que Nicaragua tomó la decisión “soberana” de romper toda relación diplomática con el Gobierno ecuatoriano.
La noche del 5 de abril, la Policía Nacional de Ecuador ingresó por la fuerza a la embajada mexicana en Quito para capturar al exvicepresidente ecuatoriano Jorge Glas, quien previamente había solicitado asilo político al Gobierno de López Obrador. El hecho provocó la indignación de la mayoría de los países latinoamericanos y México ya rompió relaciones con Ecuador.
Glas tiene una orden de aprehensión en su país por presunta malversación de fondos en la reconstrucción de dos provincias afectadas por un sismo.
