Desde El Sótano_/Por Ery Acuña/Tuxtla Gutiérrez.- *LA VERDADERA ASUNCIÓN DE EDUARDO RAMÍREZ COMO GOBERNADOR DE CHIAPAS SE DIO EN LA MADRUGADA DEL 25 DE FEBRERO*, cuando Morena lo designó como su candidato a la gubernatura de Chiapas.
Lo de su registro ayer domingo ante el IEPC, es solo parte de una serie de trámites que tendrá que hacer para jurar como jefe del Ejecutivo dentro de nueve meses, el próximo ocho de diciembre.
A diferencia de hace seis años, va a encontrar finanzas sanas y aunque con carencias aún en el sector salud, encontrará un sistema de salud más sólido, limpio y equipado.
No así en el ámbito de la seguridad, donde la incursión de diversos grupos de la delincuencia organizada en la entidad, el estado padece de una espiral de violencia que ha arrojado la guerra que libran diversos grupos criminales dentro de territorio chiapaneco.
No hay oposición, por lo que su triunfo será aplastante y contundente.
Chiapas, a pesar de las enormes carencias que aún persisten, logró superar el 10 por ciento de la pobreza, el estado con mayor crecimiento económico del país en este sexenio, lo que permite a quien fuera el candidato de Morena, un reconocimiento al trabajo que desarrolló en Chiapas, y que en este sexenio encabezó Rutilio Escandón Cadenas.
Eso lo sabe perfectamente Eduardo Ramírez, quien ayer domingo logró abarrotar la sede del IEPC, donde siete partidos le otorgaron su respaldo para encabezar la candidatura más fuerte de que se tenga registro desde 1988, hace 36 años, cuando en aquellos días, el PRI designó a Patrocinio González Garrido.
*“No se tata de ganar la elección, no se trata solamente de demostrar que Chiapas le dio mucha participación ciudadana al proyecto de la Cuarta Transformación; si vemos eso solamente, es una aspiración muy banal, lo que queremos hacer es que la gente viva mejor”, dijo Eduardo Ramírez* en su discurso inaugural como candidato oficial.
Así, el segundo abanderado como Morena en Chiapas, leyó con sus propias palabras el futuro que él ve que se le avecina a Chiapas: migración, inseguridad, finanzas sanas, crecimiento económico y productividad.
Por eso remarcó que “ganar es una aspiración muy banal”. Chiapas es un caballo bronco muy difícil de domar.
Incluso, en una entrevista donde se le preguntó si continuaba su alianza política con Manuel Velasco, contestó sin titubeos y retador: *no soy marioneta de nadie”.*
En estos momentos, empezará las negociaciones para conformar su equipo de trabajo y diseñar un plan de gobierno acorde a los nuevos retos de Chiapas, y si como él mismo dijo, “no es marioneta de nadie”, ni ganar representa el triunfo contundente, *tendrá que conformar un plan de gobierno incluyente, poniéndole frenos a todos aquellos que quieren regresar a vivir como en el pasado, donde reinaba el despilfarro, la corrupción, las deudas y los oídos sordos a las demandas de los chiapanecos, como ocurrió durante el sexenio de Manuel Velasco Coello y de otros más.*
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