Agencias/Ciudad de México.- Casi el 30% de las galaxias tenían una estructura espiral, como la de nuestra Vía Láctea, unos 2,000 millones de años después de la formación del universo.
Utilizando imágenes recientes del Telescopio Espacial James Webb (JWST), astrofísicos de la Universidad de Missouri han adelantado en miles de millones de años estimaciones anteriores sobre la formación de este tipo de galaxias.
“Los científicos creían anteriormente que la mayoría de las galaxias espirales se desarrollaron alrededor de 6 a 7 mil millones de años después de que se formó el universo”, dijo en un comunicado el profesor del Departamento de Física y Astronomía Yicheng Guo, uno de los autores del estudio.
El descubrimiento proporciona una actualización significativa de la historia del origen del universo tal como se contó anteriormente utilizando datos del Telescopio Espacial Hubble.
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La segunda posible advertencia son los prejuicios personales con respecto a la inspección visual. Para determinar en qué medida los sesgos de los inspectores afectaron nuestros resultados, repetimos nuestras mediciones de fracción espiral usando bootstrapping en los inspectores. Seleccionamos al azar a seis inspectores con reemplazo en nuestro grupo de inspectores. Volvimos a calcular la fracción espiral en función de los resultados de los inspectores rediseñados. Luego repetimos este dibujo 100 veces para calcular la media y la desviación estándar de las fracciones espirales tanto para la probabilidad como para las decisiones binarias. Por lo tanto, concluimos que estadísticamente nuestros resultados no se ven afectados significativamente por sesgos personales.
“Saber cuándo se formaron las galaxias espirales en el universo ha sido una pregunta popular en astronomía porque nos ayuda a entender la evolución y la historia del cosmos“, dijo Vicki Kuhn, una estudiante de posgrado en el Departamento de Física y Astronomía que dirigió el estudio.
“Existen muchas ideas teóricas sobre cómo se forman los brazos espirales, pero los mecanismos de formación pueden variar entre los diferentes tipos de galaxias espirales. Esta nueva información nos ayuda a hacer coincidir mejor las propiedades físicas de las galaxias con las teorías, creando una cronología cósmica más completa”.
En el futuro, este estudio se puede mejorar mediante observaciones más grandes y profundas para ampliar nuestra muestra y realizar más análisis de la fracción espiral con altos corrimientos al rojo. Además, las comparaciones con simulaciones pueden imponer restricciones más estrictas a los procesos que gobiernan la formación de estructuras espirales y galaxias de disco.
El estudio se publicó en The Astrophysical Journal Letters.