Agencias/Ciudad de México.- Estados Unidos acusó al gobierno de México de tener “una alianza” con los cárteles del narcotráfico y le impuso aranceles aduaneros, junto con Canadá y China, hasta que cooperen en la lucha contra las drogas.
El periódico alemán Handelsblatt analiza la postura de los jefes de Estado de varios países de América Latina ante las medidas y anuncios del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, en el marco de su política hacia el subcontinente en su segundo mandato:
“Cuando el jefe de Estado de Colombia, Gustavo Petro, negó el permiso de aterrizaje a aviones militares de Estados Unidos con inmigrantes a bordo, Donald Trump inmediatamente sentó un precedente. El presidente de Estados Unidos impuso aranceles punitivos a las importaciones procedentes de Colombia, anunció también prohibiciones de entrada a miembros del Gobierno y restricciones a las transacciones de pago, y Petro cedió.
(…) Los países de América Latina querían desarrollar una estrategia común contra las deportaciones masivas de inmigrantes planificadas por Trump y contra las amenazas arancelarias en una cumbre de emergencia convocada apresuradamente. Pero la reunión prevista para fue sorprendentemente cancelada. La región está demasiado fragmentada, los intereses son demasiado diferentes, y los oponentes declarados de Trump, Rusia y China, podrían beneficiarse de esto.
El jefe de Estado argentino, Javier Milei, por ejemplo, está entusiasmado con las políticas de Trump. Los regímenes autoritarios de izquierda en Nicaragua, Cuba y Venezuela, por otro lado, dependen de su proximidad al dictador ruso Vladimir Putin.
En el medio, los países de Centroamérica, en particular, se están acercando cada vez más a China. En los últimos años, casi todos los Estados ubicados entre Guatemala y Panamá han terminado sus relaciones diplomáticas con Taiwán y han establecido relaciones con Pekín para acceder a fondos de ayuda y proyectos de infraestructura.
Pero también los hay pragmáticos: Brasil, con el presidente de izquierda Lula da Silva, y México, con la presidenta Claudia Sheinbaum. Lula, enojado por los 88 inmigrantes brasileños amarrados en aviones militares estadounidenses, expresó su enojo a través de canales diplomáticos y convocó al actual diplomático de más alto rango de la embajada estadounidense.
Sheinbaum elogió el acuerdo entre Bogotá y Washington. Lo más importante es actuar ‘con la cabeza fría’ frente a Trump, dijo. Pero no mencionó que México ha estado cumpliendo con las demandas de Trump durante meses”.
El diario Zeit Online entrevistó a la jurista y defensora de los derechos de las mujeres y de género Raquel Vivanco sobre la política del presidente argentino, Javier Milei, quien se expresa abiertamente en contra los derechos de las mujeres y quiere eliminar la figura del feminicidio del Código Penal argentino:
“Una de las primeras medidas del presidente argentino, Javier Milei, al asumir el cargo, fue eliminar el Ministerio de las Mujeres, Géneros y Diversidad. La activista por los derechos de las mujeres Raquel Vivanco dirigió allí una unidad que documentó la violencia de género y trabajó en leyes para proteger a las mujeres”, la presenta el diario alemán.
A la pregunta de si la sorprendió lo rápido que Milei eliminó el Ministerio de las Mujeres, Vivanco respondió:
“Él ya lo había anunciado en su campaña. Después de las elecciones, lo implementó basándose en que el pueblo así lo había querido y lo había elegido. También cerró el Instituto contra la Discriminación, la Xenofobia y el Racismo (INADI), prohibió el lenguaje de género en la administración pública y recortó la financiación a instituciones sociales que ayudan a las personas que sufren violencia de género. Por ejemplo, el programa Acompañar, respaldado por el Estado, ahora paga significativamente menos a quienes lo necesitan. Su objetivo es proporcionar apoyo económico durante unos meses a mujeres y personas LGBTI+ en caso de violencia contra ellas (…)”.
Y advirtió: “La independencia económica de las mujeres es decisiva para que puedan irse de relaciones violentas. Solo así pueden distanciarse de los perpetradores de violencia. El Gobierno de Milei también ha eliminado de todos los documentos de la administración pública nacional pasajes que abordaban temas que atañen a las mujeres y a personas LGBTI+.
Anteriormente, existían cursos de formación obligatorios para funcionarios sobre discriminación de género. El Gobierno los ha detenido, sólo unos pocos funcionarios que están directamente involucrados en el tema tienen que hacerlo. Ahora el Ministro de Justicia incluso ha anunciado que quiere eliminar la figura del feminicidio del Código Penal argentino. Argentina ha sido durante mucho tiempo pionera en América del Sur en lo que respecta a movimientos sociales, derechos humanos y política de mujeres. Todo esto ahora está en peligro”.
Además, la defensora de los derechos de las mujeres recordó que el Gobierno de Milei fue el único en votar, ante la ONU, en contra de una resolución que tiene como objetivo proteger a mujeres y niñas de todas las formas de violencia y terminar con ésta. Pero días después, debido a las críticas internacionales, el país tuvo que retirar su voto. “Argentina depende de la comunidad internacional. Y Milei no puede simplemente abolir las leyes existentes, aunque quiera”, dijo Raquel Vivanco.
Preguntada por aquello que debería hacerse para cambiar el curso retrógrado de la política hacia la mujer, los géneros y las diversidades, Vivanco señaló: “El Estado debe garantizar que las mujeres puedan trabajar; necesitan cuidado de los niños y, en situaciones de violencia aguda, un lugar donde vivir, dinero y préstamos. Desde una perspectiva social, el trabajo de cuidados sólo resultará atractivo para los hombres cuando se lo equipare con el trabajo remunerado en términos de reputación.
(…) La división del trabajo específica de género establece: las mujeres están adentro, los hombres afuera. Lo que hace un hombre es valioso, merece reconocimiento y se le paga por ello. Lo que hace una mujer, lo hace por amor. Pero lo que llaman ‘amor’ es trabajo no remunerado. Es un aporte a la economía del país. En general, este tipo de pensamiento impide que hombres y mujeres asuman tareas distintas a las actuales. Y como resultado de ello, los hombres también pierden el contacto con sus hijos”.
Desde que regresó a la Casa Blanca el 20 de enero, el presidente republicano Donald Trump lidera una diplomacia agresiva en su lucha sin cuartel contra los cárteles y las pandillas, que declaró “organizaciones terroristas”, así como contra la inmigración irregular.
Avisó que impondría aranceles, su cuarta palabra preferida del diccionario para conseguir sus fines, pero llevan aparejadas acusaciones frontales.
“Estos cárteles tienen una alianza con el gobierno de México y ponen en peligro la seguridad nacional y la salud pública de Estados Unidos”, afirmó la Casa Blanca.
En un mensaje en la red social X, anunció la imposición de aranceles aduaneros del 25% a México hasta que “coopere con Estados Unidos en la lucha contra las drogas”, porque asegura que los cárteles mexicanos “son los principales traficantes mundiales de fentanilo, metanfetamina y otras drogas”.
Justo cuando la Casa Blanca anunciaba las medidas, la presidenta mexicana, Claudia Sheinbaum, intervenía en un acto público. No aludió explícitamente al tema, pero reiteró su posición anterior.
“Yo estoy tranquila, con la cabeza fría, porque sé que la economía de México es muy poderosa, muy fuerte (…). No me siento sola”, afirmó.
Sheinbaum, dijo que cuando su país negocia o platica con otras naciones lo hace “siempre con la frente en alto” y “nunca agacha la cabeza”, después de que el mandatario de Estados Unidos, Donald Trump, firmó las órdenes ejecutivas por las que entran en vigencia los advertidos aranceles del 25 % para las mercancías de México.
“Cuando negociamos con otras naciones, cuando platicamos con otras naciones, siempre con la frente en alto, nunca agachando la cabeza. Somos iguales con toda las naciones del mundo”, apuntó la mandataria mexicana en una gira de trabajo por el central Estado de México, sin anunciar por el momento medidas recíprocas.
“Somos uno mismo, gobierno y pueblo. No hay diferencia (…) Eso le da a nuestro país mucha fuerza frente a cualquier adversidad y cualquier problema, porque estamos juntos”, dijo Sheinbaum.
Además, señaló que “México es un país libre, independiente y soberano y esa es la manera en que defendemos a las y los mexicanos y a nuestra patria”.
Con el objetivo declarado de “proteger a los estadounidenses de la crisis del fentanilo”, un opiáceo sintético 50 veces más potente que la heroína, Washington impuso además gravámenes del 25% a los productos procedentes de Canadá (con excepción de los hidrocarburos gravados al 10%) y un 10% adicional a los ya existentes para los bienes chinos, anunció la Casa Blanca.
El fentanilo es la principal causa de muerte entre los estadounidenses de 18 a 45 años, según las autoridades sanitarias estadounidenses.
“Hay una creciente producción de fentanilo en Canadá, y se incautó suficiente fentanilo en la frontera norte el año fiscal pasado para matar a 9,8 millones de estadounidenses”, acusó la Casa Blanca, que asegura que los cruces fronterizos ilegales desde ese país alcanzaron máximos históricos.
El 10% de aranceles suplementarios a China, la segunda economía más grande del mundo, se mantendrá hasta una “plena cooperación del gobierno chino” en la lucha contra el fentanilo, afirma el mensaje del gobierno estadounidense.
Estados Unidos acusa a China de desempeñar “un papel central” en esta crisis y al “partido comunista” que gobierna el país de haber “subvencionado a las empresas químicas chinas para que exporten fentanilo”.
En su opinión, “China no solo no logra frenar la fuente de drogas ilícitas, sino que contribuye activamente a este negocio”.
Con estos aranceles Trump, que pasa el fin de semana en su residencia de Mar-a-Lago, en el estado de Florida (sureste), enciende la mecha de una guerra comercial.
Estados Unidos tiene “grandes déficits” con los tres países, pero la imposición de aranceles generalizados conlleva riesgos para el republicano, quien ganó las elecciones de noviembre gracias, en parte, al descontento de la opinión pública con los precios.
México y Canadá están teóricamente protegidos por el acuerdo de libre comercio T-MEC firmado durante el primer mandato del republicano y que debe renegociarse en 2026.
De modo que tanto los países como las empresas afectadas podrían emprender acciones legales en virtud de los procedimientos de solución de diferencias previstos en ese tratado.