Agencias/Washinton.- El Presidente Donald Trump ha presionado al fabricante de vehículos General Motors a que cierre alguna de sus plantas en China y México y que así reabra la que mantenía en el Estado de Ohio.
Trump ha recriminado a través de Twitter a la compañía norteamericana que haya invertido en otros países y no en Estados Unidos.
“Quiero que los trabajos se queden en EEUU y que (la planta de) Lordstown (Ohio), en una de las mejores economías de nuestra historia, se abra o se venda a otra empresa que la abra rápidamente”, reclamó a través de la red social.
….are all coming back to the U.S. So is everyone else. We now have the best Economy in the World, the envy of all. Get that big, beautiful plant in Ohio open now. Close a plant in China or Mexico, where you invested so heavily pre-Trump, but not in the U.S.A. Bring jobs home!
— Donald J. Trump (@realDonaldTrump) 18 de marzo de 2019
Así, el mandatario estadounidense emplazó a General Motors a que cierre algunas de sus instalaciones de China o México e indicó que las conversaciones entre la corporación y el sindicato United Automobile Workers (UAW) para tratar el futuro de la factoría de Ohio comenzarán en septiembre u octubre.
“¡Por qué esperar, Que comiencen ya!, se preguntó Trump, asegurando que la economía estadounidense es la mejor en la actualidad y la “envidia de todos”.
La planta de Lordstown produjo su último vehículo el pasado miércoles y se convirtió en la primera de cinco fábricas en Norteamérica que dejarán de producir este año.
Además, marcó el final de la fabricación en Estados Unidos del Chevrolet Cruze.
“Toyota está invirtiendo 13.500 millones de dólares (11.916 euros) en Estados Unidos, otros también. ¡El tiempo es esencial!”, recriminó Trump a la compañía que dirige Mary Barra en otro tuit publicado durante el fin de semana.
PLAN DE MEJORA DE LA EFICIENCIA DE SUS OPERACIONES
General Motors presentó a finales de noviembre del año pasado un nuevo plan de mejora de la eficiencia de sus operaciones que contempla un recorte de su plantilla del 15% y el cierre de cinco plantas de producción en Estados Unidos y Canadá.
En concreto, recoge la reorganización de sus equipos de desarrollo global de producto, así como la reestructuración de su capacidad productiva y la reducción de su plantilla, con el objetivo de lograr un incremento de su flujo de caja ajustado de 6.000 millones de dólares (5.300 millones de euros) al año.
Así, como parte de este objetivo, la compañía estima experimentar una reducción de costes de alrededor de 4.500 millones de dólares (3.982 millones de euros) y también reducirá las inversiones de capital en casi 1.500 millones de dólares (1.327 millones de euros).
Además, la firma, como parte de su intención de aumentar la utilización de su capacidad productiva, también prevé cerrar en 2019 sus plantas de producción de vehículos en Oshawa (Canadá) y las estadounidenses Detroit-Hamtramck, Baltimore y Warren.
General Motors, junto con el cierre anunciado de su factoría en Gunsan (Corea del Sur), tiene intención de finalizar las operaciones en dos plantas adicionales fuera de Norteamérica para finales del próximo año.
OPTIMIZACIÓN DE LA CARTERA DE PRODUCTO
Otro de los ejes de este plan de General Motors contempla la optimización de su cartera de producto, de forma que prevé que el 75% de su ventas mundiales se concentre en cinco arquitecturas diferentes para principios de la próxima década.
General Motors indicó que todas estas medidas tendrán un impacto antes de impuestos sobre sus cuentas de entre 3.000 y 3.800 millones de dólares (entre 2.654 y 3.362 millones de euros). Este cargo se anotará en sus resultados del último trimestre del año actual y del primero de 2019.
La corporación automovilística también suscribirá una nueva línea de crédito para financiar los costes de reestructuración, que mejorará su posición de liquidez y reforzará su flexibilidad financiera.