Agencias / Ciudad de México .- Las monedas de América Latina continuarían agobiadas este trimestre por los persistentes temores acerca de las finanzas públicas de Brasil y el vínculo cercano de México con la política de Estados Unidos antes de las elecciones presidenciales de noviembre, halló un sondeo de Reuters.
El real brasileño fue estimado a 5,40 por dólar en un mes, de acuerdo con la mediana de las estimaciones de 22 analistas encuestados del 28 de septiembre al 1 de octubre, un 4,2% más fuerte que su valor el jueves, pero ubicándose por séptimo mes más allá del nivel de 5,0, en reflejo de un panorama cauteloso.
La moneda se negociaría a 5,0 unidades por dólar en un año, de acuerdo a una muestra mayor, de 34 economistas. La pregunta principal es en qué medida estará comprometido el presidente Jair Bolsonaro con una reanudación del ajuste fiscal tras su decisión de aumentar el gasto para combatir el coronavirus cuando la pandemia ya estaba bien avanzada.
Su gobierno ha suspendido el enfoque inicial basado en el recorte presupuestario y elevó el gasto en una respuesta tardía a una crisis sanitaria que se cobró casi 145.000 vidas en Brasil, el segundo mayor saldo de muertos en todo el mundo después de Estados Unidos.
Esta semana, Bolsonaro acudió a las redes sociales para responder a las críticas de que estaba impulsando un programa de ingresos mínimos con fines electoralistas de cara a los comicios presidenciales de 2022, enfatizando que la disciplina fiscal era uno de los ejes de su plan económico.
“Una recuperación económica incierta, posiciones fiscales más flojas y menores diferenciales de tasas de interés deberían mantener depreciadas a las monedas de América Latina”, escribieron los analistas de BofA Securites en un reporte.
“No nos gusta la ecuación de riesgo-beneficio para mantener posiciones largas, dada la alta volatilidad y la falta de factores positivos hacia fin de año”.
En tanto, el peso mexicano operaría a 22,10 unidades por dólar en un mes, 1,1% más débil que esta semana, y luego continuaría cerca de 22,0 pesos por un año, dentro del rango en el que se estabilizó la moneda después del impacto inicial del COVID-19.
“Esperamos que el peso mexicano se fortalezca en la medida que continúe la recuperación económica global y el dólar siga debilitándose”, dijo Brendan McKenna, estratega cambiario de Wells Fargo Securities.
“Sin embargo, los riesgos del pronóstico están inclinados a la baja, pues un estímulo fiscal adicional en Estados Unidos todavía resulta esquivo y siguen elevados los riesgos de otra oleada de infecciones de COVID-19 que resulten en protocolos de cuarentena”, agregó.