Agencias / InsurgentePress, Ciudad de México.- Una mapa de la Vía Láctea creado por Adam Grossman, parte de The Dark Sky Company, nos muestra en perspectiva el alcance que han tenido nuestras señales de radio y transmisiones en la galaxia.

Tomando en cuenta que apenas han pasado unos 200 años desde que experimentaron con radiación electromagnética por primera vez en la historia, eso quiere decir que nuestras primeras señales disparadas al espacio no han viajado más de 200 años luz.

Si comparamos esa distancia con la Vía Láctea, el resultado es este minúsculo punto azul, el cual nos recuerda a la mítica frase de Carl Sagan en la que se refiere a la tierra como “un punto azul pálido” al verla en una foto tomada por la sonda espacial Voyager 1.

La Vía Láctea tiene un tamaño de entre 100.000 y 180.000 años luz, lo que quiere decir que una señal enviada por la Tierra le tomaría más de 100.000 años para alcanzar el otro extremo de la galaxia. Si estamos esperando que los seres de otros planetas sean los que nos escuchen, parece imposible que los encontremos pronto, a menos que se encuentren realmente cerca de nuestra galaxia.

No hace falta irse sin embargo demasiado lejos: en 1992 descubríamos el primer exoplaneta. Fue el primer planeta encontrado por el hombre que orbitaba en torno a una estrella que no es el Sol. En noviembre de 2013, un estudio de la NASA colocó la cifra de planetas existentes en nuestra galaxia, la vía Láctea, en 8.800 millones. En total, un 25% de estrellas en la Vía Láctea contarían con planetas similares la Tierra.

Y eso sólo “aquí al lado” hablando en términos espaciales, en nuestra propia Galaxia. Se estima que el número de galaxias en el universo observable es de cien mil millones (100.000.000.000, eso son 11 ceros, amigos). Son números que ayudan a entender, si bien mínimamente, el tamaño absurdo del universo y que en realidad, el hecho de existan otras formas de vida ahí fuera es es mucho, mucho más probable que improbable.

Una de las ecuaciones más famosas en la búsqueda de vida extraterrestre es la de Drake. Formulada en 1961 por el entonces presidente del SETI, Frank Drake, estima la cantidad de civilizaciones (formas de vida inteligente por tanto) presente en nuestra galaxia susceptibles de ser localizadas por sus emisiones de radio.

Si, como estamos viendo, las posibilidades de que haya vida extraterrestre son tan altas ¿Por qué no hemos encontrado todavía ninguna?

Aquí hay varios factores a tener en cuenta. Por un lado, no llevamos mucho tiempo haciéndolo, hablando en términos espaciales. De manera organizada y sistemática llevamos poco más de 50 años, insuficientes para explorar con detalle todo el espectro.

Luego está la cuestión tecnológica, la potencia en vatios que le hace falta a una civilización cercana para que esa señal llegue hasta la Tierra se mide en millones. Existe también la posibilidad, inquietante pero relativamente posible, de que simplemente seamos la primera civilización avanzada del universo. O del universo cercano. O del universo observable conocido. Una vez más, la inmensidad de cifras y dimensiones hacen que sea muy difícil determinar la causa exacta.

Al final, quizás la mayor probabilidad está relacionada a proyectos como el del SETI, que se dedican a “escuchar” el cosmos en busca de señales y transmisiones de otros planetas.

Fuente: The Dark Sky.

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