Agencias, Ciudad de México.- Hace apenas un año, la productora Lily Wachowski confirmó: “Matrix es una alegoría trans”, pero el mundo corporativo no estaba listo para decirlo de forma explícita. A 22 años del estreno de la primera entrega, Lana –su hermana y productora de esta cuarta parte– revive la franquicia millonaria para hablar con mayor apertura sobre el deseo de transformación y ofrecer una historia que rompe con el binarismo.

“Esta nueva entrega de Matrix lleva la conversación más allá de lo binario en todos los sentidos, algo que urge en esta sociedad es dejar de ver las cosas en blanco y negro, porque las cosas ya no son así, el mundo está en proceso de cambio”, dijo Eréndira Ibarra a M2. La actriz interpreta a Lexy, miembro del equipo de Neo (Keanu Reeves) fuera de la matrix.

“Necesitamos darnos cuenta de que si no tenemos las conversaciones incómodas las cosas no van a cambiar; si no llamamos al cambio desde el amor, lo único que vamos a encontrar es resistencia, esta historia genera en nosotres la necesidad de tender puentes y decir ‘no podemos construir una realidad más justa sino estamos todes’. De eso va Matrix”, agregó.

Desde hace dos décadas el mundo debate teorías sobre la película, hasta que las hermanas Wachowski confirmaron que se trata de una metáfora sobre la aceptación y la transición de género, a través de un mundo distópico que ofrece dos realidades: la primera es la matrix y supone una simulación (pastilla azul), la segunda va mucho más allá, ofrece la libertad (pastilla roja).

Los que nos espera

Con Resurrecciones, Thomas Anderson (Neo fuera de la matrix), debe tomar una decisión. Sin spoilers y de acuerdo con el tráiler, Thomas pasó por un proceso terapéutico que le hizo entender que lo vivido años atrás era producto de su mente. Pero el conejo blanco (la referencia a Alicia en el país de las maravillas) reaparece y es momento de volver cruzar la puerta, en este caso, el espejo. Morfeo ofrece ambas pastillas, roja y azul, y todo transcurre, “una parte de ti recordó lo que era real”, dice Morfeo a Neo en el avance lanzado por Warner hace unos días.

La nueva versión de Morfeo está a cargo de Yahya Abdul-Mateen II (Candyman), quien se siente agradecido por ser parte de esta franquicia, “es emocionante, por el simple hecho de decir que soy una de las personas que trabajaron en Matrix. Desde hace tiempo sabía que esta es una de esas cosas que como actor es un sueño hecho realidad, porque sin saberlo te vuelves parte de ello y luego te das cuenta de lo grande e importante que es”.

Para el actor es un verdadero honor y una responsabilidad seguir los pasos de Laurence Fishburne (el actor que dio vida a Morfeo en las películas previas), “quiero asegurarme de honrar lo que se hizo en el pasado, y sobre todo saber que tuve la oportunidad de crear mi propio camino. Fui premiado con este personaje que estaba en un viaje de autodescubrimiento y luego me di cuenta de cómo podía hacerlo mío y cómo mi Morfeo podía averiguar quién era”, agregó Yahya.

Matrix también reflexiona sobre el concepto de la realidad, qué es ficticio y cómo distinguir si se está conectado a la matrix o no. Como parte de la historia que plantea Wachowski, la humanidad está atrapada en una simulación creada por las máquinas para absorber su energía. Respecto a esta relación humano-tecnología, Yahya comentó que hay grandes peligros.

“Esa es una de las grandes analogías a la que la gente se apega cuando hablan y entienden Matrix: cómo la tecnología se ha convertido en parte de nuestra existencia y qué tan dependientes nos volvemos de ella, la forma en la que nos comunicamos en este momento (la entrevista vía zoom) es por necesidad, pero también hay algo de confort”, dijo.

Y sobre la tecnología y la manera de comunicarnos abundó: “Recuerdo cuando dependía mucho de los mensajes de texto, era como una especie de comunicación verbal, algunas personas prefieren hablar con los dispositivos, yo prefiero hablar en persona. El mundo está muy atado a esa idea y Matrix definitivamente señala los peligros, estamos yendo de puntitas hacia la zona de peligro y se trata de sobrellevarlo ahora por covid, pero buena suerte”, agregó Abdul-Mateen.

Siguen los efectos

Los guardianes encargados de mantener el orden dentro de la Matrix son los Agentes, y uno de los más importantes lleva el nombre de Smith. Para Matrix Resurrecciones también hay una nueva versión de este personaje antagónico que fue interpretado por Hugo Weaving en las primeras tres películas y ahora está en manos de Jonathan Groff.

De acuerdo con el actor, el nivel de exigencia para las secuencias de acción fue elevado. Hay que recordar que Smith y Neo sostienen enfrentamientos épicos que dieron pie, en su momento, a innovaciones tecnológicas, como aquella escena icónica en la que el protagonista se echa hacia atrás en una especie de cámara lenta que las Wachowski lograron uniendo los fotogramas de 120 cámaras que captaron esa imagen de forma simultánea.

Para Resurrecciones, la tecnología y efectos visuales también fueron prioridad y también el entrenamiento físico. “Cuando hacíamos las escenas de pelea entre Smith y Neo aprovechamos ese estilo de lucha intenso y pesado. Tuve entrenamiento básico de kung fu y los coaches tenían que encontrar las formas específicas en que Smith golpearía, algo así como la severidad de este presente físico; fue realmente divertido volver atrás y avanzar entre tocar una especie de nueva energía de ese personaje y luego golpear a este salvador (el elegido)”, agregó Groff.

En 2019 Warner confirmó la noticia de que Lana Wachowski estaría a cargo de la dirección y la escritura del guión de Matrix Resurrecciones y desde entonces se conformó un elenco y equipo de producción incluyente y diverso. Y a pesar de los retos impuestos por la pandemia, la historia salió a flote como un ejemplo de lo que es la correcta representación, un término de moda que a veces se traduce de manera errónea en cuotas de pantalla. Aquí fue genuino.

“A veces esa visibilidad no es real, es una fórmula en muchos casos, y en ese sentido nos usan otra vez en aras de la representación y visibilización, pero en Matrix fue distinto, porque desde que llegabas al set compartidas con personas no binarias, racializadas, de todas partes del mundo, de todas las identidades. En Matrix todos fueron tratados con dignidad y respeto para contar al público una historia sumamente profunda”, explicó Eréndira Ibarra.

La película arrancó su rodaje en febrero de 2020 en San Francisco y finalizó en noviembre del mismo año, debido a los retrasos que trajo consigo el cese de actividades durante los confinamientos impuestos para mitigar el impacto de la pandemia. Finalmente se logró la historia y ahora está lista para su estreno este 22 de diciembre en las salas de todo el mundo.

La alegoría trans

Cuando Lily Wachowski compartió que Matrix era una alegoría trans, la comunidad LGBT+ manifestó su agradecimiento, debido a que esta historia “le había salvado la vida a muchos. Me encanta lo significativas que son estas películas para la gente trans y me alegra que se sepa que esa era la intención original. Siempre puede haber charlas bajo una nueva luz”, dijo en su momento la cineasta con un video que circuló en internet.

Matrix: Resurrecciones plantea un nuevo mundo, “es otra realidad en la cabemos todes, eso es algo precioso y eso lo hizo Lana no solo delante de cámara, también detrás de cámara, fue un mundo inclusivo y eso es algo que agradezco, porque soy de la idea que sí sirve tener visibilidad, pero no sirve de mucho esta idea si los que están detrás siguen siendo los mismos y Matrix sí propone ese cambio”, explicó Eréndira Ibarra.

Más allá de todas las teorías y metáforas que alberga Matrix desde su primera entrega estrenada en 1999, no se puede dejar de lado que en el fondo esta es una historia de amor. Neo hará todo a su alcance para estar con Trinity y esta cuarta entrega no será la excepción; ahora hay nuevos obstáculos y enemigos.

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