Por Erick Olivera Méndez/Ciudad de México.- En los primeros cuatro meses del año, la economía mexicana ha mostrado una moderación en su ritmo de crecimiento, aunque mantiene una solidez y un anclaje fuerte que respaldan las proyecciones de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP). Gabriel Yorio González, subsecretario de Hacienda, ha dicho que la economía del país se está expandiendo en línea con las expectativas oficiales de entre un 2 y un 3 por ciento anual, un ritmo de crecimiento que refleja estabilidad.
Los datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) revelan que el Indicador Global de la Actividad Económica (IGAE), una medida mensual del PIB, creció un 2 por ciento a tasa anual durante los primeros cuatro meses del año. Esta estabilidad se debe en gran parte a una política monetaria coordinada con una política fiscal sólida, una inflación decreciente y bajos niveles de desempleo.
“La economía mexicana está creciendo entre 2 y 3 por ciento, está en línea con lo que formulamos el año pasado. Es una economía que tiene una solidez y un anclaje bastante fuerte; en variables económicas, se tiene estabilidad económica, una política monetaria que está coordinada con una política fiscal; la inflación está bajando; el desempleo está en niveles mínimos; la tasa de desocupación también está en niveles mínimos, entonces es una economía que está en crecimiento, pero sobre todo con estabilidad económica”, ha dicho el subsecretario de Hacienda sobre el comportamiento económico.
La actual administración trabaja en el proceso de transición con el secretario de Hacienda, Rogelio Ramírez de la O, liderando este esfuerzo, y el hecho de que la presidenta electa, Claudia Sheinbaum, haya decidido mantener en su gabinete al actual secretario, asegura la continuidad de las políticas económicas.
Uno de los puntos destacados por Hacienda en la economía mexicana es la estabilidad de la deuda como porcentaje del PIB, que se ha mantenido constante. Además, la nueva administración ha delineado criterios generales para su programa económico, enfatizando el aumento de la recaudación, un indicador clave en las finanzas públicas.
En el ámbito de los servicios financieros, se han hecho avances significativos, como la reducción del costo de los servicios esenciales y el mantenimiento de los precios de los energéticos.
También se han implementado mecanismos para canalizar remesas de manera más efectiva, reduciendo las comisiones y permitiendo que más dinero llegue a las familias mexicanas.
Estos esfuerzos han sido muy importantes para fomentar la inclusión financiera y fortalecer los ingresos familiares, factores que contribuyen en la reducción de la desigualdad y promueven el crecimiento sostenido.
Aunque la economía mexicana enfrenta desafíos de desaceleración, su base sólida y las políticas efectivas implementadas por la Secretaría de Hacienda y otras instituciones gubernamentales aseguran una perspectiva positiva. La continuidad de estas políticas bajo la próxima administración será la garantía para mantener y potenciar este crecimiento.
