Redacción InsurgentePress/Ciudad de México.- El Juez de Control Ramón Villanueva liberó a Israel Rodríguez Sánchez y Javier Díaz Vázquez acusados falsamente de perpetrar un atentado contra el fiscal Uriel Carmona Gándara la altura del kilómetro 89 de la autopista México a Acapulco el pasado 5 de agosto.
El pasado 10 de agosto, el Juez de Control notificó a la Fiscalía General de Justicia (FGE) que las pruebas que aportaron han sido insuficientes y contradictorias para mantener en prisión a Rodríguez Sánchez y Díaz Vázquez.
Escoltas del fiscal Carmona Gándara capturaron a Rodríguez Sánchez y Díaz Vázquez, —de 18 y 20 años de edad respectivamente— tras presuntamente pretender rebasar el convoy que cusotodiaba a Carmona Gándara a la altura de la colonia ‘El Polvorín’ en la carretera México-Cuernavaca, el pasado 5 de agosto.
De acuerdo a la versión de los escoltas los jóvenes activaron armas de fuego desde un auto compacto Vento Volkswagen dándose un intercambio balazos con un saldo de un herido y otro más bajo arresto a la altura del kilómetro 89 de la autopista México a Acapulco.
Los elementos de seguridad vestidos de civil dispararon en múltiples ocasiones lo que provocó que el auto Vento en el que viajaban, se impactara contra una montaña de piedra en la lateral de la autopista México-Acapulco.
Los escoltas reportaron que los jóvenes detenidos portaban un arma calibre .22, posteriormente la parte defensora de Rodríguez Sánchez y Díaz Vázquez echó a bajo esa versión.
En la audiencia, Villanueva Juez de Control calificó de ilegal la detención y contradictorias las versiones de los escoltas sobre la presunta tentativa de homicidio contra el fiscal Carmona Gándara.
Paralelamente, los elementos de la FGJE nunca lograron acreditar la portación ilegal de armas de fuego.
Peritos reportaron que el auto compacto Vento Volkswagen con placas G83-BHX recibió 22 impactos de bala antes de perder el control para impactar contra una montaña de piedras en la lateral de la autopista siendo rodeado por los escoltas del fiscal de Morelos alrededor de las 15:50 horas del pasado 5 de agosto..
Familiares denunciaron que elementos de la FGJE torturaron a Rodríguez Sánchez y Díaz Vázquez durante su cautiverio para obligar a firmar una declaración sobre el presunto atentado contra el fiscal.
“Los desnudaron y torturan para que firmarán una declaración en la que aceptaban los hechos contra el fiscal, uno de ellos tiene una herida de bala a la altura de la cadera”, narraron por separado Javier Díaz y José Antonio Díaz, padre y tío respectivamente de Javier uno de los detenidos.
A través de un comunicado, la Comisión de los Derechos Humanos del Estado de Morelos (CEDHM) denunció que los escoltas del fiscal Carmona Gándara incurrieron en abuso de autoridad y uso de la fuerza contra los dos jóvenes.
La CEDHM solicitó medidas precautorias para garantizar la integridad física, psicológica y moral de Rodríguez Sánchez y Díaz Vázquez.
De acuerdo con los familiares, ese día Israel Rodríguez Sánchez y Javier Díaz Vázquez regresaban de nadar de un balneario ubicado en la comunidad de Tehuixtla, en el municipio de Jojutla.
Durante el trayecto una camioneta de los escoltas del fiscal cercó en paso altura de la colonia ‘El Polvorín’ en la carretera México-Cuernavaca.
Los civiles dispararon contra el vehículo VW Vento que perdió el control en una lateral de la autopista y posteriormente los obligaron a bajar a punta de pistola y golpes.
El vehículo que conducían recibió cinco balazos en el cofre, uno en el parabrisas, del lado del copiloto, nueve en la puerta del conductor y siete en la puerta del acompañante. Israel recibió un impacto en un glúteo.
Los policías vestidos de civil nunca se identificaron como elementos de la FGJE.
“Nos aventaron a la patrulla y nos llevaron a los separos donde no recibí atención médica, ni siquiera cuando me desmayé, fue hasta que ya me vieron todo lleno de sangre que me hicieron caso”, relató uno de los jóvenes.
Israel recordó que el altercado surgió en el Paso Exprés de Cuernavaca, cuando cambió de carril para rebasar a un auto y, entonces, unas camionetas que iban rápido les dieron alcance y comenzaron a pitar.
Cuando él rebasó al auto, regresó al carril de la derecha, pero las camionetas hicieron la misma maniobra, por lo que de nuevo le obstruyeron el paso, y esta situación se repitió una vez más, hasta que los escoltas lograron rebasarlos y les cerraron el paso.
“Nunca me dijeron si eran policías, si habíamos hecho algo, nunca mencionaron que eran escoltas de un Fiscal, nunca dijeron qué hicimos, simplemente nos balacearon y nos tiraron al piso.
“Yo no sabía si eran policías, porque venían de civil. No tenían torreta en la camioneta, no tenían señales de que eran de Gobierno, nada. Yo estaba muy espantado porque no sabía si eran buenos o eran malos, hasta el momento en el que llega la Guardia Nacional”, recordó Israel.
Los policías, dijo, lo golpearon para obligar a declarar que formaba parte del Cártel de Sinaloa.
Javier, de 18 años de edad, quien iba de copiloto, narró que ese día fue con Israel a un terreno que tiene su padre en el pueblo de Vicente Aranda, en Jojutla, donde podían meterse a un río, pero como estaba muy revuelto, se quedaron en una pileta.
Cuando iban de regreso a la Ciudad de México, Javier se quedó dormido y despertó cuando comenzó el altercado.
El joven, que trabaja como ayudante en una pipa de gas LP, narró que desde que los detuvieron los escoltas, los estuvieron golpeando.
