Agencias/Ciudad de México.- La antigua Escuela de Jurisprudencia, un edificio localizado en el Centro Histórico de la Ciudad de México, albergaba una escultura con forma de cabeza de serpiente, además de vestigios prehispánicos y virreinales que son analizados por el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH).
Mediante un comunicado, la Secretaría de Cultura del Gobierno federal mexicano informó el hallazgo de una edificación mexica en el recinto histórico, actualmente bajo jurisdicción de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
“Los restos del edificio se ubicaron en el ala este —donde se halló la citada escultura policroma— y en el patio central del recinto universitario. En este último espacio se identificó una escalinata con seis escalones, un dado arquitectónico y una alfarda que, gracias al manto freático capitalino, conserva su recubrimiento original de estuco”, puntualizó la dependencia.
La escalinata identificada se orienta al norte, por lo que es posible que perteneciera a un inmueble que accediera al recinto sagrado de Tenochtitlán —la antigua ciudad mexica sobre la que terminó por desarrollarse la moderna Ciudad de México—, según estimaciones de la arqueóloga Moramay Estrada Vázquez, coordinadora del proyecto, llamado San Ildefonso 28, a cargo de l Dirección de Salvamento Arqueológico del INAH.
“Los expertos han asociado a la arquitectura descubierta con la quinta etapa constructiva del Templo Mayor, correspondiente a los años que median entre los gobiernos de Axayácatl (1469-1481), Tízoc (1481-1486) y Ahuízotl (1486-1502)”, antes de la conquista de Tenochtitlán que perpetró el militar español Hernán Cortés y consolidó hasta 1521.
En la exploración arqueológica, además de la cabeza de serpiente se recuperaron dos esculturas, una figura humana como portaestandarte con taparrabo y un clavo arquitectónico o posible espiga con forma de cráneo humano, detalló la dependencia cultural.
Además de los objetos prehispánicos identificados en la capital del país latinoamericano también se resguardaron objetos del periodo novohispano, referente a los tres siglos (1521-1821) en que México fue colonia de España, cuando se llamaba la Nueva España.
Los utensilios resguardados son “tiestos de mayólica, porcelana china y huesos de cerdos, vacas, borregos y gallinas domésticas, que brindan pistas sobre la vida cotidiana del Convento y Templo de Santa Catalina de Siena, cuyo antecedentes constructivos en esa misma sección de la ciudad se remontan a 1594”, dijo la Secretaría de Cultura.
En el patio central del inmueble también se hallaron restos óseos de hombres, mujeres, jóvenes y fetos, por lo que se puede pensar que el área fue empleada como zona de entierros para los practicantes religiosos del convento como personas ajenas, estimó la antropóloga física Elena Calderón Cuéllar.
También se identificó un confesionario de 190 centímetros de alto tallado en una de las paredes del templo, que si bien proviene del siglo XVI se habría usado hasta el siglo XIX, entre otros elementos.