De Primera Mano/Rodulfo Reyes/Villahermosa.- En su primera declaración tras casi seis años de estar encarcelado por delitos de los que fue absuelto, el ex gobernador Andrés Granier Melo responsabilizó directamente de su calvario a su sucesor, Arturo Núñez Jiménez.
La venganza política, dijo, fue porque el perredista le reclamó que no lo haya apoyado en 2000 que quiso ser candidato del PRI a la gubernatura.
El último titular del Ejecutivo surgido del Revolucionario Institucional que tuvo el Edén regresó la noche del miércoles, e inmediatamente la mañana siguiente acudió a una estación de radio a ofrecer su versión de los hechos.
Granier fue exonerado de todos los cargos que le imputaron el 8 de mayo pasado, luego de que el 13 de junio de 2013, seis meses después de dejar el cargo, fue detenido por acusaciones del gobierno federal y estatal.
Entre los señalamientos que le hizo ayer a quien le entregó la estafeta, sobresale la afirmación de que no dejó quebrado el estado, y que la acusación en ese sentido fue una simulación.
En las arcas, explicó, dejó 700 millones de pesos para que la administración entrante pudiera cumplir con los adeudos que tenía en el sector salud.
La existencia de esos recursos, indicó, fueron certificados por un notario público.
Los problemas que enfrenté a finales mi gestión, no se comparan con la desastrosa entrega que hizo Núñez, dijo.
Las opiniones de los radioescuchas se dividieron: por un lado había quienes lo apoyaban, pero otros lo acusaban de haber saqueado al estado.
El químico de profesión denunció las acciones del gobierno de Núñez para hacerle daño a él y su familia, como el “extraño” secuestro de su hermana Isabel, plagiada durante 13 días mientras él estaba preso.
El ex mandatario aseguró que volvió a su tierra a dar la cara. “Soy tabasqueño y esta tierra es mi casa”, indicó.
Pero lo que robó cámara en el regreso de Granier fue la recepción que le dieron sus seguidores afuera de la estación de radio donde lo entrevistaron. Vivas, porras, entrega total.
Al priísta se le escurrieron las lágrimas.
Portales de medios informativos nacionales estuvieron difundiendo las imágenes, y la primera lectura fue la sorpresa de notar que la popularidad del ex alcalde de Centro parecía estar intacta.
Cuando fue candidato del PRI a la gubernatura, en 2006, Granier logró tener una aceptación ciudadana de 90 por ciento, lo que indica que contaba con el respaldo de nueve de cada 10 tabasqueños.
En todo el país, Granier ocupó el segundo lugar de gobernadores con amplio apoyo social, solo superado en su momento por el coahuilense Humberto Moreira.
Seguramente, la reinserción política del ex mandatario va a provocar que aumente la presión social en contra de Arturo Núñez, aunque el gobernador Adán Augusto López Hernández mantiene su discurso de la reconciliación.
RELEVO EN SEGURIDAD PÚBLICA
Se realizó ayer el primer ajuste en el gabinete estatal con el nombramiento de Ángel Mario Balcázar Martínez como nuevo secretario de Seguridad Pública, en sustitución de Jorge Aguirre, quien se integra al Poder Judicial.
Aguirre fue nombrado titular de la SSP en el último tramo de la administración de Arturo Núñez, razón por la cual fue impugnada su ratificación al inicio del régimen de la llamada ‘Cuarta transformación’.
Hasta ayer subsecretario de Gobierno, Martínez Balcázar tiene experiencia en el ámbito de la administración de justicia, pues ha sido subprocurador y procurador, director de Tránsito del estado, director de Gobierno y director Jurídico del ISSET.
En redes sociales fue bien recibida la designación de Ángel Mario, quien es conocido en diversos estratos por ser un apasionado del ciclismo y un ciudadano que ayuda a quienes padecen problemas de alcoholismo.