Texto Portal-The Exodo/ Tal Cual/Por Luis Carlos Rodríguez González/. Era los primeros días de enero de 1999 cuando un grupo de reporteros fuimos convocados a una rueda de prensa en el desaparecido restaurante Heritage, en la calle de Madero, con un político y aspirante a gobernador mexiquense que hasta entonces era prácticamente desconocido: Arturo Montiel Rojas.
En esos días nadie daba un peso por su candidatura. Hablaba balbuceante y se decía confiado de que sería candidato del PRI al gobierno del estado de México. El tiempo, la maquinaria del PRI y una dispendiosa campaña le daría la razón: ganó los comicios del 4 de julio y de una u otra manera marcó el futuro de lo que ahora vive México al dejar la mesa puesta para que el siguiente gobernador fuera su sobrino Enrique Peña Nieto.
De Arturo Montiel se pueden decir muchas cosas, anécdotas, escándalos, spots de campaña, pleitos maritales, sus tres matrimonios y ahora el “borregazo” de su falsa muerte. Recuerdo aquella frase de campaña que provocó malestar en amplios sectores de la sociedad: “Los derechos humanos son de los humanos, no de las ratas”, ello en alusión a los delincuentes.
El oriundo de Atlacomulco y tío presidencial fue gobernador del estado de México de 1999 a 2005, y al término de mandato, cuando buscaba ser candidato presidencial, se retiró de la política exhibido por escándalos de corrupción y enriquecimiento ilícito.
A Roberto Madrazo Pintado, quien a la postre sería el candidato presidencial del PRI, se les atribuyó la campaña de desprestigio que fue respaldada por Televisa en aquel 2005. Montiel terminó renunciado a sus aspiraciones de lograr despachar en Los Pinos. El tabasqueño Madrazo al final tampoco ganó los comicios y Felipe Calderón se convirtió en el Presidente de la República en 2006, quien entró por la puerta de atrás, desmadró la casa y volvió a salir por la puerta trasera del país.
Sin embargo, en estos días de terapias y cuidados médicos intensivos a Arturo Montiel, poco recuerdan que también vivió el “fuego amigo” de otros personajes del PRI. En su libro “Los Junior del Poder” el periodista Francisco Cruz Jiménez expone que en el marco de la boda la hija de Manlio Fabio Beltrones, Sylvana con el hoy presidente del Senado, Pablo Escudero, en junio del 2008, el sonorense logró reunir a priistas que estaban confrontados o distanciados.
“Nadie se atrevió a recordar que en 2005 y 2006 personajes allegados a Manlio Fabio sirvieron para juntar información de inteligencia que se usó para descarrilar la precandidatura presidencial priista del mexiquense Arturo Montiel. Los montielistas quieren seguir creyendo que esos informes de corrupción salieron personalmente del tabasqueño Roberto Madrazo Pintado”, expone Cruz Jiménez.
Lo cierto es que a más de una década de ese episodio en el PRI, Roberto Madrazo y su prole política siguen “congelados” o ignorados por el actual gobierno que encabeza el tío de Arturo Montiel, es decir Enrique Peña Nieto. Beltrones en cambio tiene posiciones y alfiles en el Senado, en la Cámara de Diputados y en diversas dependencias luego de su salida como dirigente del PRI y ya empieza a moverse de cara a la sucesión presidencial del 2018. Tal Cual.