Agencias / InsurgentePress, Ciudad de México.- Cuando la sonda Voyager 2 de la NASA pasó cerca de Neptuno en 1989 detectó seis pequeñas lunas en la órbita interior del planeta, pero hubo una que pasó inadvertida. La descubrió en 2013 el astrónomo estadounidense Mark Showalter, del instituto SETI, mientras analizaba fotos del gigante gaseoso captadas con el telescopio espacial Hubble.
Ahora un equipo de científicos liderado por Showalter describe en la revista Nature las características de esta diminuta luna, bautizada como Hipocampo (en honor a la criatura de la mitología griega que era mitad caballo y mitad pez), la séptima de la región interna tras Náyade, Talasa, Despina, Galatea, Larisa y Proteo.
El diámetro de Hipocampo (ilustrado en primer plano en la imagen) ronda los 34 kilómetros, se encuentra a unos 105.251 km de Neptuno (el gigante azulado) y orbita cerca de Proteo (al fondo), el mayor y más exterior de los satélites internos. De hecho, según los expertos, Hipocampo podría haberse formado a partir de uno de los fragmentos de esta luna vecina, desprendidos tras el impacto de un cometa.
.@HUBBLE_space helps uncover origin of #Neptune's smallest moon. Discovered in 2013, the moon that has now received the official name #Hippocamp, is believed to be a fragment of its larger neighbour Proteus.
Read more: https://t.co/tYFwg4i6HZ pic.twitter.com/mh84hTJdUJ— ESA (@esa) February 21, 2019
Mientras analizaba las fotos de Neptuno tomadas por el telescopio espacial Hubble (NASA-ESA), el astrónomo Mark Showalter del instituto SETI notó un punto blanco desconocido a unos 105.251 km de este planeta azul, entre las orbitas de sus lunas Larisa y Proteo. Se trataba de S/2004 N 1, el último de los satélites descubiertos en Neptuno hasta ahora, el número 14.
Esta luna completa una vuelta alrededor del planeta cada 23 horas y su diámetro se estima en unos 19,3 km. Es la más pequeña de todas, tanto que pasó inadvertida para el Voyager 2 cuando sobrevoló Neptuno en 1989.
Moon Boon
In 2013, scientists discovered a tiny moon orbiting Neptune. They gave it the forgettable name S/2004 N 1, but it soon earned the nickname of “the moon that shouldn’t be there,” because its size and placement didn’t make… https://t.co/K0RBFCnz0D
— Jason Caston (@jasoncaston) February 21, 2019