Agencias/Ciudad de México.- Brasil empezó a bloquear el viernes más de 2,000 sitios web de apuestas designados como irregulares, parte de una campaña del gobierno para regular el sector, luego que surgieron inquietudes sobre los adictos a las apuestas, en particular personas vulnerables.
Las autoridades han empezado a implementar una ley promulgada por el presidente Luiz Inácio Lula da Silva en diciembre de 2023, regulando e imponiendo impuestos a las compañías de apuestas.
Actualmente, 96 compañías que tienen 210 sitios web de apuestas siguen activas. El gobierno federal señaló en un comunicado que estas empresas han demostrado la voluntad de cumplir con la nueva ley y pueden seguir operando hasta finales del año, cuando revisen sus solicitudes de licencia.
A partir del 1 de enero de 2025, las empresas a las que se conceda autorización para operar deberán pagar 30 millones de reales (5.3 millones de dólares) y cumplir permanentemente las normas federales para frenar el fraude, el lavado de dinero y los anuncios abusivos para poder seguir operando.
Darío Durigan, secretario ejecutivo del Ministerio de Finanzas, fue mencionado diciendo que el gobierno espera proteger la integridad de los jugadores con estas medidas.
Brasil autorizó las apuestas en internet en 2018, pero la falta de regulación ha generado preocupación entre las autoridades financieras y sanitarias. Los psiquiatras han reportado un aumento en la adicción al juego, mientras que los bancos han notado un incremento en los gastos relacionados.
El Banco Central de Brasil estima que los brasileños apuestan unos 20,000 millones de reales (3,500 millones de dólares) en apuestas cada mes. Eso incluye a los beneficiarios del programa federal de asistencia social Bolsa Familia, que gastaron 3,000 millones de reales (530 millones de dólares) en apuestas en internet en agosto.
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A finales de septiembre, el gobierno federal anunció planes para aplicar medidas que impidan que las prestaciones sociales se utilicen para jugar. Estos programas se diseñaron para garantizar la seguridad alimentaria y satisfacer las necesidades básicas de las familias vulnerables.
En septiembre más de 22 millones de personas apostaron en estas aplicaciones y sitios online, según DataSenado. Esto equivale al 13% de los brasileños mayores de 16 años. Más de la mitad de los apostadores ganan hasta dos salarios mínimos (el equivalente a 500 dólares). La mayoría de los jugadores gastó hasta 500 reales (unos 88 dólares). Otro informe del Banco Central revela que en agosto se transfirieron casi 21,000 millones de reales (3,718 millones de dólares) a las páginas de apuestas.
“Perdí mi casa y mi carro, y hoy tengo una deuda de más de 100,000 reales (17,700 dólares) con el banco”, cuenta una empresaria de São Paulo. Relatos como este se han multiplicado en la prensa brasileña en los últimos meses.
“Me levantaba de madrugada para jugar. Ganaba, pero la codicia rápidamente se apoderaba de mí y no paraba hasta perderlo todo. Ni siquiera notaba que el dinero salía de mi cuenta, pero recuerdo que en el cumpleaños de mi nieto no tenía dinero para organizar la fiesta”, admitió para el portal de noticias Globo una cocinera, que comenzó a apostar en 2020.
Las empresas de apuestas online, que en Brasil son conocidas como Bets, fueron legalizadas en 2018 por el expresidente Michel Temer. Desde entonces su número creció exponencialmente.
Los expertos señalan que las apuestas se volvieron muy populares en Brasil en parte gracias a la exploración de la pasión nacional: el fútbol. Otro aspecto central es la ilusión de ganar dinero fácilmente. Esta promesa atrae especialmente a usuarios de baja renta, que ven una posibilidad de mejorar su situación financiera en juegos online como el ‘tigrinho’, basado en la misma lógica que las máquinas tragaperras de los casinos: el jugador paga para intentar alinear símbolos idénticos haciendo girar una rueda aleatoria o presionando un botón de su celular.
El vicio en las apuestas online está causando una verdadera epidemia de divorcios. No hay datos oficiales, pero la prensa brasileña recoge testimonio de abogados de São Paulo, el Estado más rico de Brasil, que aseguran que las apuestas representan el 80% de sus causas de divorcio. “Las apuestas son el nuevo crack, es una pandemia. La tendencia en los últimos dos años y para los próximos dos años es que crezca mucho”, asegura un miembro del Grupo de Jugadores anónimos.
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Las Bets han alcanzado una cierta omnipresencia en Brasil desde que empezaron a patrocinar grandes eventos como el Carnaval de Río de Janeiro e innumerables eventos deportivos de grandes proporciones. Hay incluso algunas investigaciones policiales en marcha que intentan demostrar el vínculo entre apuestas virtuales y blanqueo de dinero del narcotráfico y del Jogo do Bicho, una lotería clandestina que mueve miles de millones de reales cada año.
Esta semana, el Senado ha aprobado la creación de una Comisión Parlamentaria de Investigación, para aclarar la relación entre estos sitios web irregulares y sus posibles vínculos con el blanqueo de capitales.
Los senadores tienen mucho trabajo por delante, aunque todavía no ha sido divulgada la fecha de arranque. El año pasado, las casas de apuestas ingresaron entre 60,000 millones y 100,000 millones de reales (entre 10,600 y 18,000 millones de dólares) en apuestas en Brasil, casi el 1% del PIB, según proyecciones de Strategy&Brasil, la consultora estratégica de PwC.
Además, un estudio del Banco Santander calcula que en 2023 los brasileños gastaron entre 100,000 millones de reales en Brasil (cerca de 18,000 millones de dólares) y 150,000 millones de reales (cerca de 27,000 millones de dólares) tanto en apuestas online, como en las tradicionales loterías federales y actividades, que siguen siendo ilegales (como el Jogo do Bicho).
Según los expertos, en condiciones normales la mitad de este dinero sería destinado al consumo de bienes y servicios, algo que preocupa mucho a los minoristas. El Instituto Jogo Legal, que representa al sector, denuncia que hubo un retraso en la regulación del mercado.
En aquella ocasión, el presidente del Banco Central, Roberto Campos Neto, reconoció que las plataformas de apuestas y juegos online están comprometiendo los ingresos de las familias brasileñas. También destacó que desde enero se ha registrado un aumento de más del 200% en la cantidad de dinero que los jugadores transfieren a estas empresas a través del Pix, un método de transferencias gratuitas introducido en 2020 por el Banco Central.
“Es algo que llama la atención y empezamos a darnos cuenta de que al final tendrá efecto en los impagos”, dijo Campos Neto.
La oposición política el gobierno actual aprovechó esta noticia para criticar este programa social del Gobierno de izquierda, que en la actualidad beneficia a 20.7 millones de familias, o lo que es lo mismo, a uno de cada cuatro brasileños, según cifras oficiales.