Agencias, Ciudad de México.- Según un estudio de la encuestadora CID Gallup, Ecuador es el tercer país más inseguro de América Latina, solo superado por Venezuela y Honduras. El 43% de los hogares encuestados reportó que al menos una persona del núcleo familiar había sido víctima de robo o asalto entre enero y mayo de 2022. Además, las estadísticas de la Policía Nacional revelan que entre enero y junio de este año se han registrado 3.513 asesinatos, lo que significa un aumento del 58% respecto al 2022. Ese año, la tasa de homicidios fue de 26 por cada 100.000 habitantes, y en la actualidad ya se ubica en 20, con una tendencia a crecer, con lo que se estima que a final del año cerraría en 40 homicidios por cada 100.000 habitantes, convirtiéndose en el país más violento de la región.

La inseguridad no solo afecta a la población, sino también al proceso electoral, que se ha visto empañado por actos de violencia contra algunos candidatos. El 4 de octubre, el candidato presidencial Fernando Villavicencio fue asesinado a tiros en Quito por desconocidos que se dieron a la fuga. Villavicencio era un periodista y activista que denunciaba la corrupción del gobierno de Guillermo Lasso, quien renunció a la presidencia en agosto tras una serie de protestas sociales y una crisis institucional. El crimen de Villavicencio conmocionó al país y generó el rechazo de todos los sectores políticos, que exigieron una investigación exhaustiva y el esclarecimiento de los hechos.

Otro candidato que ha sufrido la violencia es el exvicepresidente Jorge Glas, quien se postula a la Asamblea Nacional por el movimiento Revolución Ciudadana, liderado por el expresidente Rafael Correa. Glas está preso desde 2017 por el caso Odebrecht, acusado de recibir sobornos de la constructora brasileña. El 13 de septiembre, Glas fue apuñalado en el cuello por otro recluso en la cárcel de Latacunga, donde cumple una condena de ocho años. El ataque le causó una herida leve y fue trasladado a un hospital, donde permanece bajo custodia policial. Glas denunció que se trató de un intento de asesinato orquestado por el gobierno de Lasso, que busca impedir su participación en las elecciones.

Los hechos de violencia han generado un clima de incertidumbre y temor entre los electores, que deberán elegir entre ocho binomios presidenciales y 137 asambleístas el próximo 7 de noviembre. Según la última encuesta de Cedatos, el 28% de los votantes aún no ha definido su preferencia, mientras que el 12% votaría nulo o en blanco. El candidato con mayor intención de voto es Andrés Arauz, de la coalición Unión por la Esperanza, que agrupa a los partidos de Correa y Villavicencio, con el 24%. Le siguen el exalcalde de Guayaquil Jaime Nebot, de la alianza Creo-PSC, con el 18%, y el exbanquero Guillermo Lasso, de la alianza CREO-PSC, con el 16%. Los demás candidatos tienen menos del 10% de apoyo.

Ante este panorama, los analistas coinciden en que la seguridad debe ser una prioridad para el próximo gobierno, que deberá enfrentar los desafíos de combatir la delincuencia, reformar el sistema judicial, fortalecer la policía y controlar las cárceles, donde se han registrado varias masacres en los últimos meses. Asimismo, el nuevo gobierno deberá impulsar la reactivación económica, la generación de empleo y la atención a la salud, que se han visto afectados por la pandemia de covid-19, que ha dejado más de 30.000 muertos y 500.000 contagios en el país.

Con información de: DW

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