Agencias/Ciudad de México.- Las medidas del gobernador de Texas, el republicano Greg Abbott, contra la migración ilegal estarían alentando a grupos de vigilantes privados a patrullar la zona de la frontera con México, algo que podría generar tensiones entre las personas migrantes y los vigilantes.
Representantes de organizaciones defensoras de los derechos civiles en Estados Unidos denunciaron en conferencia de prensa que grupos de vigilantes privados están patrullando la frontera con México “atemorizando” a las comunidades migrantes.
“El gobernador ha puesto a la comunidad [migrante y latina] como un objetivo. Tenemos milicias y vigilantes en la zona. La comunidad está atemorizada”, alertó Jessie Fuentes, director de Eagle Pass Border Coalition.
Los activistas también reunidos este 31 de enero advirtieron que temen que la situación se agrave cuando se implemente en marzo próximo la ley SB4, que convierte en delito menor que un extranjero “ingrese o intente ingresar al estado” de forma irregular desde otro país.
Tras la firma de esa ley, varias organizaciones civiles de Texas se declararon en “estado de alerta y resistencia” para informar sobre los peligros de la implementación de la ley.
En diciembre pasado, el gobernador republicano Greg Abbott promulgó una ley que criminaliza ingresar de manera irregular a Texas y otorga a los agentes locales el poder de arrestar a migrantes y a los jueces la capacidad de emitir órdenes para expulsarlos del país sin el involucramiento de autoridades federales.
Según datos de la Patrulla Fronteriza de Estados Unidos, las autoridades federales arrestaron en noviembre de 2023 a 192.000 personas intentando ingresar irregularmente desde la frontera sur de Texas, una línea que colinda con los estados mexicanos de Tamaulipas, Nuevo León, Coahuila y Chihuahua.
Esa cifra significa un aumento del 2% con respecto a los arrestos a indocumentados realizados por la nación norteamericana en octubre.
Al respecto, el think tank Migration Policy Institute ha declarado en un informe reciente que las cifras del 2023 representan un nuevo máximo histórico de intentos de ingreso al país por parte de migrantes sin papeles desde México.