Agencias/Ciudad de México.- Mientras el gobierno cubano guarda silencio, las organizaciones de la sociedad civil llevan la cruel realidad a la ONU: 55 feminicidios en lo que va de 2023, frente a 36 el año pasado. La violencia machista se desborda en la isla.
Ante la carencia de datos oficiales, colectivos como el Observatorio de Género de Alas Tensas llevan el macabro conteo. Su red de voluntarias anónimas documenta cómo los asesinatos de mujeres por motivos de género crecen sin freno.
El Estado cubano no tipifica el feminicidio como delito, ni siquiera tras aceptar recomendaciones en ese sentido durante el Examen Periódico Universal de derechos humanos de la ONU en 2018. Tampoco existen refugios para víctimas de violencia machista ni protocolos para su atención.
Expertos denuncian un patrón de tolerancia estatal ante la violencia basada en género. Cuando las mujeres acuden a comisarías a denunciar, reciben respuestas como “los problemas deben resolverse en casa”. La impunidad alimenta la tragedia.
Mientras la cifra de feminicidios se dispara, el gobierno cubano mira hacia otro lado. Las organizaciones de la sociedad civil presionan para que la ONU exija medidas concretas durante el próximo examen de derechos humanos. Basta de excusas ante una sangrienta realidad que el régimen insiste en ocultar.
