Insurgente Press, Ciudad de México.- Donald Trump acusó ayer a China, sin evidencia, de entrometerse en las elecciones intermedias de Estados Unidos de este año y continuó su ataque contra Irán, pero tal vez lo más notable fue que el líder de la última superpotencia mundial estaba más aislado que nunca ante la comunidad internacional.
Al presidir la reunión del Consejo de Seguridad (la presidencia es rotativa y este mes le toca a Estados Unidos), Trump afirmó que “China está intentando interferir en nuestra próxima elección de 2018 (…) contra mi administración. No quieren que yo, o nosotros, ganemos, porque soy el primer presidente que ha retado a China en materia de comercio. Y estamos ganando en comercio, estamos ganando a cada nivel”.
El canciller chino, Wang Yi, rechazó las acusaciones: “no hemos y no intentaremos interferir en los asuntos internos de ningún país”.
Fue notable para muchos que Trump evitó mencionar la supuesta interferencia rusa en su favor en las elecciones presidenciales de 2016.
Pero la sesión supuestamente estaba dedicada no a quien está “ganando”, sino a la proliferación de armas de destrucción masiva, y Trump dedicó la mayor parte de sus comentarios a reiterar sus ataques contra Irán, afirmando que ese régimen es “el mayor patrocinador de terror y nutre conflictos por toda la región y más allá”, y calificó, otra vez, de “horrible” el acuerdo nuclear con ese país.
Pero lo más notable de la sesión fue que, casi uno por uno, los otros 14 integrantes del Consejo (cinco permanentes y 10 rotativos, la entidad más poderosa de la ONU) repudiaron la visión antimultilateral que ha proyectado Trump. Y con ello, quedó marcado como un líder cada vez más aislado. De hecho, casi su único aliado en su postura es Israel. El magnate declaró este miércoles que está “ciento por ciento con Israel”, en su reunión con el primer ministro Benjamín Netanyahu.
En el Consejo de Seguridad, casi todos los otros países argumentaron en favor del multilateralismo para enfrentar los desafíos del planeta en una serie de discursos que, algunos más diplomáticamente que otros, repudiaron la postura de Trump presentada el martes ante la Asamblea General.
El más feroz fue el del presidente Evo Morales –sentado a sólo dos asientos de Trump–, quien condenó a Estados Unidos por abandonar sus obligaciones en el acuerdo nuclear multilateral con Irán y deploró su política intervencionista, sobre todo en Irán y Venezuela. Recordó que fue Estados Unidos el que apoyó un golpe de Estado en Irán en 1953. Y ampliando su crítica, declaró: “a Estados Unidos de ninguna manera le interesa la promoción de la democracia y no le importan nada los derechos humanos y la justicia”, señalando el uso de la tortura como práctica reciente al colocar a “niños en jaulas”, en referencia a las medidas de separación de familias inmigrantes.
El presidente francés, Emmanuel Macron –expresando la opinión de los otros firmantes del acuerdo con Irán– comentó que las relaciones con ese país no pueden reducirse sólo a sanciones. De ahí, procedió a hacer una defensa de las políticas multilaterales.
El presidente de Guinea Ecuatorial, Teodoro Nguema Obian Mangue, expresó su apoyo al multilateralismo y advirtió contra naciones que usan la “soberanía” para minar la comunidad internacional, reportó Politico.
Aunque ayer no hubo risas, observadores resaltaron que Trump –en su último de tres días en las actividades de la ONU esta semana– se quedó más solo que nunca entre la comunidad internacional.
Por cierto, en su conferencia de prensa la tarde de ayer, Trump afirmó que era fake news eso de que la gente se estaba riendo de él durante su presentación el martes ante la Asamblea General, cuando se autoelogió como jefe del un gobierno que había logrado más que cualquier otro de su país. Explicó: “no se estaban riendo de mí, nos estábamos riendo juntos”.
Con información de La Jornada.