Texto Periódico El Mundo/Bruselas.- La Comisión Europea (UE) aplicó a Google una multa de 2 mil 420 millones de euros por abuso de posición dominante en su servicio de comparación de compras on line.
Es la sanción más alta en la historia de la UE a una empresa por violar las leyes antimonopolio o abuso de posición dominante de mercado, en torno al doble de las que se pusieron a Microsoft o Intel en el pasado.
“Google ha desarrollado muchos productos innovadores y servicios que han cambiado nuestras vidas. Eso es bueno. Pero la estrategia de Google para su servicio de comparación de compras no trataba sólo de atraer clientes haciendo que sus propios productos fueran mejores que los de sus rivales. En lugar de eso, Google ha abusado de su posición dominante en el mercado como buscador para promocionar su propio servicio de comparación de compra en los resultados de las búsquedas y perjudicando los de sus competidores. Lo que ha hecho Google es ilegal”, ha explicado la comisaria europea de Competencia Margrethe Vestager.
“Ha negado a otras empresas la oportunidad de competir según sus méritos y la de innovar. Y más importante aún: ha negado a los consumidores europeos la elección genuina de servicios y los beneficios completos de la innovación”.
A partir de hoy la empresa dispone de 90 días para “poner fin a su conducta”, o se arriesga a una multa de hasta el 5 por ciento de los ingresos diarios a nivel mundial de Alphabet, la empresa matriz.
Kent Walker, abogado y vicepresidente de Google, ha respondiendo que “discrepan respetuosamente con las conclusiones anunciadas hoy. Revisaremos la decisión de la Comisión en detalle y consideraremos una apelación, y seguiremos defendiendo nuestro caso”.
Favorecer sus productos
Tras cinco años de investigaciones, en abril de 2015 la Comisión Europea remitió a la empresa norteamericana un pliego de cargos, y en julio de 2016 otros que reforzaban la conclusión inicial de que la multinacional “ha abusado de su posición de dominio favoreciendo sistemáticamente sus servicios de comparación de compra en las páginas de resultados del buscador”.
Los investigadores comunitarios creen probado que Google usa su posición dominante en el mercado europeo para imponer o favorecer sus propios productos. A Bruselas le preocupaba al abrir el expediente que una posible manipulación artificial de los resultados impida a los europeos “ver los servicios que más se ajustan a sus necesidades y a sus búsquedas”.
Google se defendió el año pasando asegurando que sus servicios de comparación no deberían ser analizados por separado, sino dentro de un marco más amplio de servicios ofrecidos por plataformas como Ebay o Amazon. Pero las alegaciones no han convencido al departamento dirigido por Vestager.
Acceso a datos
Los técnicos europeos han tenido acceso a “documentos contemporáneos de Google y otros agentes del mercado”, “cantidades realmente significativas de datos reales, incluyendo 5.2 Terabytes de resultados de búsquedas en Google”, “experimentos, encuestas y análisis del impacto de visibilidad”; o “datos financieros y de tráfico que muestran la importancia comercial de la visibilidad en las búsquedas en Google”.
La Comisión cree demostrado que la estrategia de la empresa era muy clara. Aunque el 90 por ciento de sus ingresos vienen de la publicidad, en 2004 Google entró en el mercado de los servicios de comparación de compras en Europa, con un producto llamado inicialmente Froogle, y que fue renombrado como “Google Product Search” en 2008 y conocido desde 2013 como Google Shopping un servicio que permite a los consumidores buscar y comparar precios de todo tipo de tiendas.
Al entrar al mercado había otros competidores y un documento interno muestra que la empresa reconocía que “Froogle simplemente no está funcionando”. El servicio depende de la cantidad de tráfico para ser competitivo, explica hoy la Comisión, “cuando más tráfico más clicks y más ingresos”, y el tráfico además atrae a más clientes potenciales.
Por eso a partir de 2008 cambió de estrategia, según Bruselas, “sistemáticamente dando preeminencia a su propio servicio”, colocando primero sus productos aunque no fueran los más beneficiosos para los clientes.
Y Además, “retrasando a los rivales”, añadiendo a sus algoritmos nuevos criterios. “Las pruebas muestran que incluso los rivales mejor posicionados aparecen de media sólo en la cuarta página de resultados del buscador”, explica la Comisión.
Las pruebas recopiladas por Vestager indican que los diez primeros resultados de la primera página del buscador “generalmente reciben aproximadamente el 95 por ciento de todos los clicks en una búsqueda”, con el primero de media llevándose el 35 por ciento de los pinchados.
El mejor resultado de la segunda página, apenas el 1% de los clicks. Eso en ordenadores, pues cuando la búsqueda es a través de dispositivos móviles la diferencia es incluso mayor. Por eso al dar a sus productos un puesto preminente “Google daba a su servicio una significativa ventaja respecto a sus rivales”.
En la UE tener una posición dominante no es ilegal según las leyes antimonopolio. “Sin embargo, las compañías dominantes tienen una responsabilidad especial para no abusar de su posición de poder restringiendo la competencia, tanto en su mercado como el otros”, explica la Comisión.
En julio de 2016 a Comisión impuso una multa récord de casi 3.000 millones a los cinco grandes del sector del camión (Iveco, DAF, Volvo-Renault, Daimler y MAN) por prácticas anticompetitivas.
Casos pendientes
La decisión de hoy no cierra el expediente de Google. La Comisión tiene abiertas todavía otras dos investigaciones paralelas a la multinacional que podrían llevar a multas adicionales. El primero, desde julio del año pasado, porque la comisaria Vestager cree hay abuso también en el mercado de la publicidad, con su servicio AdSense. Los técnicos de Bruselas consideran que Google estaría abusando de su posición para proteger su estatus privilegiado, evitando que “potenciales competidores, incluyendo a otros buscadores y plataformas de publicidad online, acceder y crezcan en esta importante área comercial”.
El segundo, por Android. “Google tiene una estrategia global para proteger y expandir su posición dominante en búsquedas de internet. Lo hace imponiendo restricciones injustificadas y condiciones a los fabricantes de dispositivos que usan sistemas Android y a las operadoras. Los fabricantes no son libres de elegir qué motores y navegadores instalar. Google impide a los fabricantes usar versiones modificadas de Android en ninguno de sus dispositivos”. explicó al empezar la investigación la Comisión.
Igualmente, Bruselas investiga otros “ejes verticales” de la empresa, otros servicios de comparación, etc, en busca de posibles irregularidades. Técnicamente no hay plazo máximo para cerrar el caso. Pero Google se enfrenta, potencialmente, a una multa de hasta el 10 por ciento de la facturación de 2015, lo que supondría hasta 7 mil 450 millones de dólares en el peor de los casos, unos 6 mil 700 millones de euros.