Notimex/Ciudad de México.- En la quinta ronda para renegociar el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), la cual se realizará del 17 al 21 de noviembre próximo, México y Canadá mantendrán firme su posición de no aceptar de Estados Unidos ninguna “propuesta indecorosa” que atente contra el libre comercio y las reglas de la Organización Mundial del Comercio (OMC).
Así lo aseguró el presidente del Consejo Nacional Agropecuario (CNA), Bosco de la Vega Valladolid, al señalar que esta posición es clara desde el sector privado que, en conjunto con las secretarías de Economía (SE) y Relaciones Exteriores (SER), se reunirá días previos para coordinarse y hacer un buen equipo.
De acuerdo con la SE, la próxima reunión de modernización del TLCAN iniciará oficialmente el 17 de noviembre en la Ciudad de México, aunque es posible que algunos grupos de trabajo sostengan encuentros dos días antes para abordar temas que representen mayor complejidad.
En los cinco días programados, los negociadores de los tres países tocarán temas coyunturales como las reglas de origen para los productos automotrices o el mecanismo de solución de controversias comerciales.
Estados Unidos ha ejercido presión porque busca que 50 por ciento de los componentes de los automóviles provengan de ese país y pretende eliminar el Capítulo 19 para la solución de controversias, con la intención de que éstas se resuelvan en los tribunales de la Unión Americana.
En la tercera ronda, celebrada la última semana de septiembre en Ottawa, Canadá, golpeó al sector agropecuario porque abordó el tema de la temporalidad –restricción de las importaciones de productos agrícolas en función de la estacionalidad- y dio “otro raspón” a la industria textil, recordó.
“(En esa ronda) vimos una agresión para que México entendiera que venía muy duro la embestida de Estados Unidos en la (cuarta) ronda, donde iban a entrar todos los temas”, expuso De la Vega Valladolid, al señalar que así ocurrió en Arlington, Virginia, que tuvo lugar del 11 al 17 de octubre de este año.
Comentó que en aquellos días, el país vecino exigió incluir la obligatoriedad de realizar las negociaciones cada cinco años y dejar en sus manos la mayor parte -50 por ciento- de las manufacturas de autos, al solicitar incrementar de 62.5 a 85 por ciento el contenido regional.
El presidente del CNA dijo que si bien es una “buena señal” el haber adelantado dos días la quinta renegociación porque “quieren trabajar”, los negociadores norteamericanos van a encontrarse con posiciones muy claras: “no cuotas, no aranceles y no retrocesos”.
Asimismo, consideró pertinente que entre las tres naciones resuelvan los asuntos relacionados con el Capítulo 19 y lo que pueda sumarse durante los días pactados, “pero lo demás no lo vamos a aceptar”.
“Preferimos transitar con las reglas de la OMC y esperar a que salga Donald Trump de la presidencia de Estados Unidos para después buscar otra negociación (al respecto)”, resaltó.
Pérdidas por el fin del TLCAN
Respecto al tema agropecuario, De la Vega Valladolid mencionó que este sector cuenta con tres meses de negociación: acceso a mercados y medidas de sanidad e inocuidad. “Me atrevería decir que (en la última) hemos avanzado 60 por ciento, porque ahí hay mucho trabajo hecho”, acotó.
Desde la primera ronda, acentuó, las federaciones Canadiense de Agricultura y Americana de Oficias Agropecuarias, así como el CNA se pronunciaron porque las renegociaciones modernicen el acuerdo, en lugar de desmantelarlo.
En entrevista con Notimex, declaró que el comercio agrícola ha registrado un crecimiento exponencial entre las tres naciones, luego de que el tratado entró en vigor el 1 de enero de 1994.
Sólo el comercio agroalimentario de México pasó de ocho mil 481 millones de dólares, en 1994, a 45 mil 959 millones de dólares, en 2016, lo que significó un crecimiento comercial de 5.4 veces, según la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (Sagarpa).
Sin embargo, si Estados Unidos opta por salirse de dicho acuerdo, la decisión redituará en el aumento de aranceles para ciertos sectores, afectaría al consumidor y significaría regresar a las reglas de la OMC, aseveró.
“Los tres países salimos perjudicados por igual, al perder competitividad, comercio, exportaciones, empleos y oportunidades de ofrecer mejores salarios, por ejemplo”, remarcó el presidente del CNA.
Al ocurrir esto, de acuerdo con la Comisión Económica para América Latina (Cepal), el Producto Interno Bruto (PIB) de México caería 1.9 por ciento y, de igual forma, las exportaciones e importaciones bajarían en 6.0 y 8.5 por ciento, de manera respectiva.
Ello, indicó, afectaría en mayor medida a los sectores agroindustrial y de manufacturas pesadas, en particular los de autos, maquinarias y equipo eléctrico. “El daño también lo van a tener Estados Unidos y Canadá”, insistió.
Planes de diversificación
Ante ese escenario, De la Vega Valladolid comentó que si bien la prioridad es concluir la modernización del TLCAN con buenos resultados, también se busca concretar exportaciones con Europa y pactar un tratado comercial con Corea del Sur, ya que beneficiaría a la industria agroalimentaria.
Aseveró que Rusia está también interesado en adquirir hortalizas de alto valor y carne, principalmente, y los lazos comerciales seguirían con Sudamérica y Tratado de Asociación Transpacífico (TPP-11), el cual aún continúa pendiente.
Por otra parte, dijo sentirse alentado por las señales de que se abren nuevos mercados, más allá de la frontera de México y Estados Unidos, y confió en que el intercambio comercial en materia agroalimentaria entre ambos disminuya de 80 a 30 por ciento en los próximos 10 años.
En ese sentido, pidió a agricultores y productores confiar porque se cuenta con un equipo que trabaja “hombro con hombro” para construir un mejor futuro del país, al hacerle frente a “la peor crisis geopolítica de México”.
Respecto a la posibilidad de tener una sexta ronda de renegociación en diciembre próximo, añadió que se fijará entre los tres países, con base en los resultados obtenidos al 21 de noviembre, y no descartó que este proceso pueda extender más allá del primer trimestre de 2018.
“Estados Unidos está jugando con sus tiempos para ver cómo le va en su reforma fiscal y saber si van apretar o aflojar en el tema del NAFTA”, concluyó.