Agencias/Ciudad de México.- De acuerdo con la encuesta realizada por Bank of America durante la primera semana de abril, en la que participaron 292 administradores de fondos de inversión, las expectativas de que la economía mundial se estanque mientras la inflación se mantenga elevada se ubican en niveles máximos de los últimos 14 años.

Adicionalmente, el riesgo generado por el endurecimiento de la política monetaria se ubica en máximos históricos.

Normalmente, un pesimismo tan generalizado como el reflejado por esta encuesta, generaría una señal de compra de acuerdo con los defensores de la teoría que dicta que “cuando la mayoría del mercado está tan segura de algo, tiende a pasar lo contrario a lo esperado”.

Sin embargo, Michael Harntnett, estratega de Bank of America, considera que “existe la desconexión entre el crecimiento global y las posiciones en acciones permanece elevada” por lo que pareciera que los inversionistas no estarían actuando de acuerdo con estas expectativas de desaceleración del crecimiento económico.

En otras palabras, las posiciones en las carteras de inversión no serían acordes con los estimados de desaceleración económica.

La encuesta coloca una recesión global como el mayor riesgo para los mercados financieros, por encima de la guerra entre Rusia y Ucrania, que cayó al cuarto puesto en la lista.

Otro aspecto interesante de la encuesta es que los inversionistas estarían manteniendo posiciones récord en materias primas y energía; mientras que el 64% de los encuestados estima que el índice de acciones S&P 500 rompería a la baja el nivel de los 4.000 puntos antes de superar los 5,000.

La economía mundial crecerá +3,3% este año y el próximo, por debajo del 5.8% registrado en 2021, de acuerdo con los estimados más recientes del Instituto Peterson.

Adicionalmente, la economía estadounidense solamente crecería +3% este año y +2% en el 2023, afectada principalmente por las dificultades que tendrán los consumidores para mantener su ritmo de gasto dada la elevada inflación.

Para los investigadores del instituto, la inflación en Estados Unidos, excluyendo los rubros de alimentos y energía, se ubicará este año en +4.1%, por debajo del +6.6% registrado en marzo, pero aún representando más del doble del objetivo de largo plazo de la Reserva Federal que se ubica en 2%.

La directora del Fondo Monetario Internacional, Kristalina Georgieva, advirtió que la invasión rusa en Ucrania está debilitando las perspectivas económicas de la mayoría de los países del mundo y calificó la fuerte inflación como “un peligro claro y presente” para la economía mundial.

Georgieva dijo que las consecuencias de la invasión rusa están contribuyendo a la degradación económica de 143 países, aunque la mayoría de ellos debería seguir creciendo. La guerra ha interrumpido el comercio mundial de energía y cereales, y amenaza con causar escasez de alimentos en África y el Oriente Medio.

Las reuniones de primavera del FMI y el Banco Mundial serán la próxima semana en Washington.

Una recuperación inesperadamente fuerte tras la recesión causada por la pandemia del coronavirus ha tomado por sorpresa a las empresas, dejando a las fábricas, los puertos y los patios de carga incapaces de mantenerse al día con la sólida demanda de los clientes y elevando los precios.

“La recuperación mundial ya estaba perdiendo impulso antes de la guerra en Ucrania, en parte debido a las perturbaciones relacionadas con Ómicron. En enero recortamos nuestra previsión de crecimiento mundial al 4.4 % para 2022. Desde entonces, las perspectivas se han deteriorado sustancialmente, en gran medida por la guerra y sus repercusiones.”

La directora también advirtió sobre “la fragmentación de la economía mundial en bloques geopolíticos”, con Occidente imponiendo sanciones de gran alcance a Rusia y China expresando su apoyo al régimen autocrático ruso del presidente Vladimir Putin.

“En un mundo donde la guerra en Europa genera hambre en África, donde una pandemia puede dar la vuelta al mundo en días y repercutir durante años, donde las emisiones en cualquier lugar significan un aumento del nivel del mar en casi todas partes, la amenaza para nuestra prosperidad colectiva de una ruptura en la cooperación global no puede ser exagerada”, advirtió Georgieva.

Antes de la guerra, Rusia y Ucrania suministraban el 28% de las exportaciones mundiales de trigo. Además, Rusia y Bielorrusia representaron el 40% de las exportaciones de potasa, un fertilizante.

“Ahora, los precios de los granos y el maíz se están disparando y los líderes de África y el Oriente Medio me dicen que los suministros se están agotando. La inseguridad alimentaria es una preocupación grave”, añadió.

Georgieva hizo un llamado para que el mundo apoye a los ucranianos y señaló que el FMI entregó 1,400 millones de dólares en financiamiento de emergencia a Ucrania. También ofrece asistencia a las naciones vecinas de Ucrania, entre ellas Moldavia, que ha aceptado a más de 400,000 refugiados ucranianos.

Pero otros peligros acechan también a la economía mundial, como destaca la directora gerente del FMI.

La amenaza de Moscú de tener que pagar el gas ruso en rublos, o la desconexión de Rusia del sistema Swift pueden generar turbulencias económicas a nivel mundial.

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