Agencias/Ciudad de México.- El vicepresidente chino, Han Zheng, y el titular del Comité Olímpico Internacional (COI), Thomas Bach, dialogaron hoy sobre la cooperación entre ambas partes y el reciente éxito de los Juegos Asiáticos de Invierno.
Pistas llenas, protecciones de peluche y entradas a 10 dólares: definidos como “montañas de oro y plata” por el presidente Xi Jinping, los deportes de invierno están en pleno auge en China, pese a que el cambio climático amenaza con aguar la fiesta.
Con 130,000 millones de euros (136,340 millones de dólares) de ingresos previstos este año según el gobierno, la industria de los deportes de invierno es una rara excepción en la segunda economía mundial, donde el consumo se mantiene moderado desde la crisis del covid-19.
Xi Jinping tiene como ambición convertir a China en un líder mundial de los deportes de invierno. Por ese motivo, el país ha apostado por organizar eventos internacionales mayores, como los Juegos Asiáticos de invierno de Harbin (noreste) la semana pasada, tras los Juegos Olímpicos de Invierno de Pekín en 2022.
La fiebre de los Juegos Asiáticos se mantiene todavía en la atmósfera de frío pero clareado. El número de botas de esquí alquiladas se dispara en la estación de Mingu, en Harbin, donde un goteo constante de esquiadores se dirige hacia las pistas.
“Es la primera vez que hago esquí”, se alegra Deng Meiting, una estudiante de 18 años cuya espalda está protegida por un cojín en forma de caparazón verde de tortuga. “Quería probar porque los deportes de nieve están de moda, todo el mundo quiere probar el esquí”, cuenta.
En este dominio, el pase más barato cuesta el equivalente a 10 dólares para dos horas, con el alquiler del material incluido.
Entre el 1 de mayo de 2023 y el 30 de abril de 2024, la asistencia a dominios de esquí ha aumentado un 16% hasta los 23 millones de visitas en comparación con el mismo periodo del año precedente, según el Libro Blanco de la Industria del Esquí de China.
Yang Biyuan, un monitor de esquí de 26 años, se frota las manos. No por las temperaturas glaciales de Harbin, sino porque en un año sus ingresos han aumentado una tercera parte. Espera ganar cerca de 15,000 yuans (1.970 euros, 2.065 dólares) en febrero, mucho más que el salario mensual medio de un ciudadano chino.
“Cuando empecé en 2020, la mayoría de las personas en las pistas eran gente que sabía esquiar y hacer snowboard”, declara Yang a la AFP.
Ahora, los debutantes son cada vez más numerosos y el negocio es excelente para los monitores, indica este nativo de Harbin, que puede así trabajar en un pequeño dominio de esquí cercano a su casa, en lugar de en una estación alejada.
Solo el año pasado, 30 estaciones nuevas de esquí abrieron en China. Sin embargo, hay un riesgo de que cada vez haya menos nieve, avisan los expertos, que destacan que la temporada es cada vez más corta en todo el mundo debido a las temperaturas en aumento.
China ya depende en exceso de la nieve artificial, ya que las condiciones naturales no son demasiado fiables en la mayor parte de las regiones del país. Una tendencia que amenaza con ir a peor, en un país que vivió en 2024 el año más caluroso de su historia.
“Incluso si produces toda la nieve, las temperaturas son demasiado elevadas para que se pegue al suelo, así que no sirve de nada”, explica a la AFP Madeleine Orr, experta en ecología del deporte.
Según ella, las estaciones de esquí de América del Norte y de Europa, necesitan mantenerse abiertas al menos 100 días al año para ser rentables.
Paradójicamente, la congestión en las pistas de esquí chinas, motivo de descontento recurrente en las redes sociales, podría salvar la situación.
“Si logran atraer un gran número de personas a lo largo de una temporada ligeramente más corta por haber incitado a la participación de estos deportes de una u otra manera, sería posible reducir esa centena de días”, opina Orr.
China es también el número uno mundial de estaciones de esquí cubiertas. Según la firma Daxue Consulting, el país asiático tiene la mitad de las diez primeras del mundo en superficie de nieve.
La más grande del mundo (cerca de 100,000 metros cuadrados) abrió sus puertas en Shanghai el 6 de septiembre de 2024, un día en el que la temperatura exterior superaba los 30 grados.
Producir toda esta nieve artificial consume grandes cantidades de agua y de energía. En 2022 las organizaciones de defensa del medioambiente ya criticaron con severidad los Juegos de Pekín por haber instalado pistas artificiales en una región golpeada por la sequía.
“Desde un punto de vista económico China podría conseguir que sus inversiones en los deportes de invierno sean durables, pero desde un punto de vista medioambiental no”, concluye Orr.
Durante un encuentro en esta capital, la parte asiática expresó la admiración por las contribuciones de Bach al fortalecimiento de los lazos entre el COI y Beijing.
Asimismo, Han destacó que el presidente Xi Jinping reconoce y valora el trabajo realizado por el titular y el COI.
Mencionó el éxito de los recién concluidos Juegos Asiáticos de Invierno en Harbin (norte), los cuales describió como un evento de alto nivel que mostró “características chinas, estilo asiático y un despliegue espectacular” en los deportes de invierno.
El vicepresidente subrayó que China siempre ha dado prioridad al desarrollo del deporte y a la participación activa en los asuntos olímpicos internacionales.
Expresó la disposición a profundizar la cooperación con el COI en diversas áreas para promover el movimiento olímpico y contribuir a la paz, la unidad y el progreso mundial.
Por su parte, Bach felicitó a China por la exitosa realización de los Juegos Asiáticos de Invierno en Harbin y agradeció el apoyo continuo del país al COI.
Manifestó la intención del organismo internacional de fortalecer aún más la colaboración con Beijing, defender el multilateralismo y trabajar juntos para lograr mayores avances en la causa olímpica.
El presidente Xi Jinping se reunió con Bach en Harbin, capital de la provincia nororiental de Heilongjiang, el 7 de febrero pasado antes de que comenzaran los IX Juegos Asiáticos de Invierno.
Del 7 al 14 de febrero la competencia se desarrolló bajo el lema «Sueño de invierno, amor en Asia» con la participación de más de mil 200 deportistas de 34 países y regiones en 64 pruebas de 11 disciplinas.
China encabezó el medallero con 32 preseas de oro, 27 de plata y 26 de bronce, seguida de Corea del Sur con 16 doradas, 15 plateadas y 14 de bronce. Japón ocupó el tercer puesto con 10 de oro, 12 de plata y 15 de bronce.
Países como Arabia Saudí y Camboya enviarán por primera vez participantes a unos Juegos Asiáticos de Invierno, que en su próxima edición, en 2029, se celebrarán precisamente en el reino saudí.
Bajo el lema ‘Un sueño de hielo y nieve, un corazón en Asia’, la ceremonia de inauguración se desarrolló en tres actos, abordando primero la cultura de Harbin y su relación con los deportes invernales, luego la evolución de estas actividades en China, y finalmente la integración del continente en la práctica de estas disciplinas.
Las autoridades habían previsto temperaturas de entre -14 y -15 grados centígrados durante el acto inaugural, por lo que se recomendó a los asistentes tomar precauciones ante las bajas temperaturas y la posible acumulación de nieve en las vías de acceso.
Los Juegos Asiáticos de Invierno de Harbin 2025, que se extenderán hasta el 14 de febrero, representan el regreso de China como anfitriona de un evento multideportivo internacional sobre hielo y nieve tras los Juegos Olímpicos de Invierno de Pekín 2022.
Tras aquella edición olímpica, el gigante asiático ha tratado de desarrollar el sector de los deportes de invierno entre su población, con el propio Xi marcando el objetivo de que 300 millones de ciudadanos chinos participen en este tipo de actividades.